En todas casas cuecen habas; y en la mía, a calderadas.
La familia Rubiales López tiene sus orígenes en Motril (Granada). La conforman 11 hermanos: cinco mujeres y seis hombres, dos de los cuales han tenido papeles de relevancia en la vida pública. Uno es Luis: llegó a ser alcalde socialista de su ciudad, pero ahora es más conocido por ser el padre de Luis Rubiales Béjar —o ‘Rubi’, como le conocen sus allegados—, presidente de la Real Federación Española de Fútbol. El otro es Juan, un reportero de televisión con más de tres décadas de trayectoria en los medios al que su sobrino contrató en la RFEF como jefe de gabinete de la presidencia cuando ascendió al más alto cargo.
Tío y sobrino eran uña y carne. Voces internas de la Federación apuntan que para hablar con Luis antes debía saberlo y estar de acuerdo Juan. De otra manera, la puerta del presidente de la RFEF no se abría. ‘El tito Juan’, como se le conoce en algunos corrillos, tenía todo el peso del mundo en el organigrama. A tal nivel llegaba que, por momentos, parecía el mandamás.
Pero la relación familiar acabó por irse al traste. Los motivos concretos no se conocen. Hay quienes señalan al maldito parné; hay quienes apuntan a un enfrentamiento del tío con personas que podían mover de la silla a su sobrino. Lo cierto es que Luis relegó a Juan a cargos de rango inferior tras haber sido su mano derecha durante dos años.
En los pasillos de la RFEF, se escucharon los tambores de guerra. “Si yo hablara…”, advirtió Juan en alguna ocasión. El órgano federativo tuvo algunos desplantes con ‘el tito’ y el vaso acabó por rebosar.
La guerra llegó a los juzgados. Esta semana se ha conocido la última acusación del tío hacia su sobrino ante la Fiscalía Anticorrupción, como testigo de la investigación judicial sobre presuntas irregularidades en la gestión del presidente, adelantada por El Mundo: Luis Rubiales habría organizado una orgía en Salobreña pagada con dinero federativo. La Federación lo negó “de foma tajante” a través de un comunicado.
[La RFEF “desmiente de forma tajante” que Luis Rubiales pagara orgías con dinero de la Federación]
Quienes conocen a Juan Rubiales de su etapa en la Federación están al tanto de que sabía muchas cosas. “Se sentía el mandamás y ahora es un animal herido…“, exponen a EL ESPAÑOL. ‘El tito’ declaró en sede judicial el 30 de mayo contra su sobrino y el 1 de julio fue despedido de la RFEF, casualmente el mismo día que fue cesada del órgano federativo la mujer de Gerardo González Otero, el presunto ejecutor de Javier Tebas en una trama orquestada para desprestigiar a Luis Rubiales.
Quién es Juan Rubiales
Juan siempre fue el periodista de la familia. En su ciudad natal tienen pocas referencia públicas sobre él, remitiéndose todas al ámbito privado. Quiso ser periodista desde pequeño y para ello se formó. “Siempre con becas públicas, hasta que llegó a Madrid”, cuentan desde su entorno.
‘El tito’ o ‘el tío’ —como le conocen en el mundillo— siempre fue un apasionado del periodismo. Le gustan todos los formatos, ya saben: la magia de la radio, la imagen de la televisión y el misticismo de la letra escrita.
El periodista granadino pasó durante su juventud por varias redacciones. Entre ellas, algunas locales, la de Radio España, Intercontinental o la Cope. También formó parte del equipo fundacional de Telemadrid, justo antes de irse a Antena 3.
La cadena de Atresmedia vio cómo Juan Rubiales se consagraba en el oficio. Hizo las veces de reportero, responsable de documentales, edición, tocó temas de política. De hecho, la mayor parte de las fotos que la hemeroteca guarda sobre él son de uno de esos días. Juan cubría la entrada de los presos del procés en Soto del Real, pero acabó siendo noticia. El reportero sufrió un infarto durante la cobertura y la ambulancia se personaba en la prisión para atenderle.
Su vida profesional siempre estuvo ligada a los medios. Juan contaba historias, sobre todo a través de la televisión. Pero, mientras tanto, también ayudaba a su sobrino alguna vez. Por ejemplo, le dirigió la campaña que le llevaría hasta la presidencia de la Asociación de Futbolistas Profesionales (AFE). Igualmente, hizo lo propio durante la campaña que convirtió a ‘Rubi’ en el mayor responsable del fútbol patrio.
Luis Rubiales fue elegido presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) el 17 de mayo de 2018. Tan sólo 25 días después, Juan fue designado como jefe del gabinete de la presidencia, la mano derecha de su sobrino.
Quizás, lo que más llama la atención de Juan Rubiales es su escasa huella digital. Más allá de las polémicas actuales, ‘el tito’ no tiene demasiadas fotos públicas a pesar de haber representado a la RFEF en algunos eventos —algunos enlaces de la web de la federación no funcionan—. Extraña la escasez, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de un reportero de Antena3.
Su papel en la RFEF
El objetivo de Juan en su nuevo trabajo era escoltar a Luis. Tenían una empresa harto complicada por delante: reformar y abrir puertas y ventanas de un ente federativo envuelto en presuntos casos de corrupción bajo el mandato de Angel María Villar.
Quienes estaban dentro aseguran que aquello quedó en agua de borrajas. “Luis colocó a los suyos, a la vista está lo que hizo con el tío, pero no modificaron nada”, expone una persona que conoce los entresijos federativos a este periódico. “¿Qué podía cambiar un hombre que había sido periodista toda su vida de una ’empresa’ enorme sin experiencia?”, cuentan a EL ESPAÑOL.
Juan era la mano derecha de Luis. Con el paso de los meses iba ganando poder en el puesto, junto a su sobrino. Vivieron juntos momentos complicados, como por ejemplo la destitución de Julen Lopetegui unas horas antes del Mundial de Rusia en 2018. El tío era fiel a su sobrino y se convertía en pieza clave.
Era un hombre conocido. Todos aquellos que querían algo de Luis tenían que pedírselo a Juan. Pero no a todos les gustaba pasar por un ‘cortafuegos’ cada vez mayor. Y todo se rompió.
El porqué lo conocen sólo los protagonistas. La rumorología apunta a una disputa por temas económicos y, en otros términos, al malestar de algunos por la excesiva intervención de Juan Rubiales en temas federativos, pero nada confirmado. ‘El tito’ declaró ante el fiscal que la relación se rompió por otro tema completamente distinto.
Según Juan Rubiales López, el 18 de agosto de 2020, su sobrino le planteó “buscar una fórmula para que llegara dinero a su padre“, Luis Rubiales López. En su versión de lo ocurrido, Juan se ofreció a prestar dinero a su hermano de “su bolsillo” y el presidente se lo negó: “No se trata de esto, sino que hay que buscar algo para que el dinero salga de la RFEF“.
Juan se negó —dice en su testimonio— y Luis le relegó a otro puesto en el Museo de la Federación. “Era casi una humillación después de todo”, apuntan quienes conocen el caso. Casi sin rumbo fijo y deambulando por los pasillos de la Federación pasó parte de los dos últimos años, hasta que el 30 de mayo de 2022 declaró de forma voluntaria ante el fiscal José Miguel Alonso.
‘El tito’, que se encontraba de baja por depresión hacía algún tiempo y había interpuesto una denuncia por acoso psicológico y mobbing por la vía laboral contra la Federación, era cesado de su cargo el 1 de julio. Según El País, hay otra denuncia interpuesta en los Juzgados de Plaza de Castilla. Asimismo, citando a fuentes cercanas a Juan Rubiales, señala que este habría recibido correos intimidatorios y empleados federativos habrían ido a casa del periodista para amedrantarle.
La guerra Rubiales
La guerra está completamente abierta en la familia Rubiales. Las acusaciones van de un bando a otro, a veces en sede judicial y otras con dardos en apariciones públicas.
Todo salió a la luz el pasado mes de abril. El Confidencial publicaba unos audios en los que Luis Rubiales pactaba con Gerard Piqué llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí. El revuelo formado por aquello continuó con la filtración de mucha más información: llegarían audios con Sergio Ramos, acusaciones de haber grabado de manera clandestina a Pedro Sánchez y algunos ministros del Gobierno y un viaje a Nueva York de Rubiales pagado con dinero federativo a pesar de ser personal.
Miguel Galán, presidente de CENAFE, denunció ante la Fiscalía Anticorrupción todos estos hechos. El ministerio público se puso manos a la obra con las pesquisas y llamó a declarar a Juan Rubiales, que había sido la mano derecha de su sobrino y tenía información suficiente sobre lo acontecido —a tenor de su declaración— en el relativamente corto mandato de Luis Rubiales al frente de la Federación.
[Miguel Galán, el azote de la RFEF que tumbó a Villar y ahora va a por Rubiales]
Sin embargo, como en toda guerra, aquí hay dos bandos y no existen familiares ni amigos. La Federación lo ha negado todo siempre tajantemente. Luis Rubiales salió tras las primeras informaciones a explicarse en una rueda de prensa popularmente conocida por unas extrañas justificaciones —como ejemplo, que algún día esperaba encontrar cocaína en su maletero—.
Durante este tiempo, Luis Rubiales no sólo se ha defendido, sino que también ha atacado a su tío: le acusa de estar aliado con Javier Tebas, presidente de La Liga con el que ha mantenido distintos enfrentamientos, y de haber sido quien ha filtrado toda la información a El Confidencial.
En teoría, la Federación habría judicializado también la guerra. Según relató Javier Gómez Matallanas, portavoz de la RFEF, a Efe, “Juan Rubiales y otro empleado de la RFEF han sido imputados y tendrán que declarar el próximo día 20 de junio”. Los motivos: obtención de información de manera ilegal y revelación de secretos.
Nada se sabe de ese caso, alentado por unas publicaciones de OkDiario. Las mismas aseguraban que Juan Rubiales había compartido la información que tenía sobre su sobrino con Gerardo González Otero —¿se acuerdan de este nombre?—, a quien señalan como brazo ejecutor del presunto plan de Javier Tebas para desprestigiar al presidente de la RFEF.
Con todo sobre la mesa, finalmente serán los jueces quienes aclaren quiénes son víctimas y verdugos. Juan Rubiales, por el momento, continúa de baja por depresión. Luis Rubiales sigue al frente de una Federación que cada vez pierde más crédito y a la que no paran de salirle frentes. El último: 15 jugadoras han renunciado a participar con la Selección femenina.
Sigue los temas que te interesan