El decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador (UES), Oscar Wuilman Herrera Ramos, enfrenta un proceso judicial por expresiones de violencia y lesiones físicas contra la vicedecana de la misma facultad, Sandra de Serrano.
El pasado 26 de agosto de 2022, el Juzgado Especializado Segundo de Instrucción para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de San Salvador otorgó medidas de protección a favor de Serrano por un plazo de cuatro meses. El juzgado prohibió a Herrera amenazar o agredir de forma directa o indirecta a la vicedecana, además le ordenó mantener un ambiente de respeto; aunque, según Serrano, el decano ha incumplido las medidas cautelares.
La vicedecana aseguró que interpuso la denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) el 12 de agosto de este mismo año, un día después de haber sido agredida físicamente por Herrera, cuando se encontraban reunidos en la sala de Junta Directiva con el sector estudiantil de la facultad.
Según Serrano, las agresiones vienen desde antes. Contó que el 13 de junio de este año denunció, por primera vez, a Herrera ante la Defensoría de los Derechos Universitarios por expresiones de violencia; sin embargo, no tomaron ninguna medida.
Esta instancia interna, según el artículo 62 de la Ley Orgánica de la UES, “tendrá por objeto conocer de las violaciones que cualquier autoridad universitaria cometa a los derechos de los miembros de la comunidad universitaria, por actos u omisiones, garantizando la defensa o restauración de tales derechos, para quien resultare afectado”.
El 12 de agosto, el día en que fue agredida físicamente, la vicedecana dijo que volvió a acudir a la Defensoría de los Derechos Universitarios. También fue a la Unidad de Género y a la Asamblea General Universitaria (AGU), pero hasta la fecha no ha recibido respuesta de ninguna de las autoridades.
“No han hecho nada, eso convierte a la universidad en cómplice de agresores”, señaló la vicedecana.
GatoEncerrado ha documentado que mujeres estudiantes, docentes o empleadas administrativas que sobreviven al acoso y a las agresiones sexuales en la Universidad de El Salvador no confían en las instituciones internas para conseguir justicia. La gran mayoría de mujeres ni siquiera denuncia y cuando sí lo hacen se enfrentan a que su caso no sea una prioridad y en el peor de los escenarios ni siquiera abren un expediente de investigación en contra de los agresores.
ISDEMU pidió la destitución
En una carta fechada del 24 de agosto y recibida por la AGU el 1 de septiembre, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) pidió a la Asamblea General Universitaria que iniciara un proceso sancionador contra Herrera a fin de ser apartado del cargo por carecer de requisitos de ética y de moralidad, también para evitar que entorpezca la investigación y proteger a la víctima.
El ISDEMU indicó que los artículos 25, literal b, y 30 de la Ley Orgánica de la Universidad exigen que para ser decano se debe gozar de reconocida honorabilidad, “misma que no cumple la referida persona por haber denuncia en su contra, tanto en redes sociales como antes autoridades competentes”, señaló.
El artículo 19 de Ley Orgánica de la UES sostiene que entre las atribuciones de la Asamblea General Universitaria están elegir a los decanos y vicedecanos de cada Facultad de la UES, así como sancionar a los funcionarios de su elección o acordar su destitución por causas legalmente establecidas y con apego al debido proceso.