La venta de la futura planta de fertilizantes nitrogenados UFN III, de la petrolera brasileña Petrobras, sigue siendo objeto de incertidumbre, ya que la batalla jurídica con las constructoras del proyecto parece estar lejos de terminar.
Como BNamericas ya había informado, juicios civiles y laborales por la terminación anticipada de los contratos EPC con Galvão Engenharia y Sinopec Petroleum resultaron ser potenciales barreras para el cierre de la desinversión.
Según la tasación de un perito al que tuvo acceso BNamericas, Galvão y Sinopec tendrían derecho a recibir más de 409 millones de reales (US$80 millones) por servicios adicionales realizados para acelerar la construcción de UFN III en vista de los retrasos presuntamente causados por la petrolera estatal.
El juicio en el cual las empresas reclaman el valor aún está en sus primeras instancias y el dictamen del perito es todavía objeto de cuestionamiento por parte de Petrobras.
Ubicada en Três Lagoas, en el estado de Mato Grosso do Sul, la construcción de UFN III comenzó en septiembre de 2011 y se interrumpió en diciembre de 2014, momento en que presentaba un avance físico cercano a 81%, luego de que Petrobras rescindiera los contratos EPC por presuntos incumplimientos.
En abril, la firma estatal terminó sin éxito las negociaciones por la venta de la planta con la rusa Acron. Según Petrobras, el plan de negocios propuesto por Acron, que reemplazaba el proyecto original, impedía ciertas aprobaciones gubernamentales que eran necesarias para la continuidad de la transacción.
En junio, la empresa lanzó un nuevo proceso de venta y recientemente desmintió que estuviera a punto de cerrar un trato con Yara Fertilizantes, como había informado la prensa local.
“Como ya se dio a conocer, está en marcha la fase vinculante con respecto a la venta integral de la unidad [UFN III]. La operación está en línea con la estrategia de optimización del portafolio y la mejora de la asignación de capital de la compañía, realizada de acuerdo con las normas internas de Petrobras y el régimen especial para la enajenación de activos por parte de sociedades de economía mixta”, dijo a BNamericas la oficina de prensa de Petrobras.
La petrolera declinó comentar sobre la acción legal, ya que está en curso.
Según una fuente familiarizada con el tema, clave con el comprador de la planta será la coordinación del proyecto con las firmas EPC.
“Si el comprador no se alinea con las empresas de EPC, no se garantizarán los equipos y el comprador no sabrá qué ingeniería se hizo”, dijo la fuente a BNamericas y resaltó que la tasación del perito detectó una gran divergencia entre Petrobras y las firmas EPC en cuanto al avance de la construcción.
“Me cuesta creer que alguien sea tan audaz como para cerrar una compra formal sin estar alineado con quién la estaba construyendo”, agregó la fuente.