El pasado 27 de agosto, Madrid acogió el que había sido anunciado como «el mayor evento de criptomonedas del mundo». El acto fue un desastre. Falló casi todo, desde el wifi a los presentadores que la organización había anunciado a bombo y platillo. Jorge Fernández y Cristina Pedroche se bajaron en marcha después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) alertara de que «Mundo Crypto no cuenta con ningún tipo de licencia para asesorar sobre instrumentos financieros o intermediar operaciones de inversión sobre instrumentos financieros».
Quien sí estuvo fue Carles Tamayo, un joven youtuber de 27 años que se ha convertido en el azote de los supuestos gurús de las bitcoins que sacan tajada del desconocimiento y la ingenuidad ajenas. Como no podía ser de otra forma, el reportaje de Tamayo sobre el evento de Madrid fue crítico e irónico (marca de la casa), pero, inexplicablemente, el líder de Mundo Crypto, Mani Thawani, terminó pidiéndole que lo entrevistara. Un intercambio de golpes del que no salió bien parado.
A partir de ahí, Tamayo comenzó a recibir mensajes de advertencia que terminaron con su cuenta de Instagram bloqueada y sus 100.000 seguidores a oscuras. Lo explica él mismo en conversación telefónica con LA RAZÓN: «Hice el reportaje del evento porque me invitaron ellos a cubrirlo. Luego me pidieron la entrevista con Thawani en Twitch y no quedaron muy contentos. La gente me empezó a escribir para avisarme de que tuviera cuidado con esa gente porque en cuanto tienen un problema con alguien, le tiran las cuentas. Me lo tomé un poco a broma y en menos de una semana me quedé sin mi Instagram. Me escribieron varias personas para decirme que si quitaba el vídeo contra ellos me la devolvían. No lo hice y a las once horas pude recuperarla gracias al hilo de Twitter que se viralizó. Hay gente que se ha quedado sin ella semanas y hasta meses».
Tamayo insiste en que no tiene nada en contra del mundo de las bitcoins, sino contra los que «venden humo». En el caso de Thawani, al que ha llamado «narcisista y egocéntrico», asegura que «quiere mostrarse como el guardián de las criptomonedas, la persona que más sabe del tema en el mundo entero, y la verdad es que él nunca habla de eso». «Si alguien quiere invertir, siempre que conozca los riesgos, adelante. No estoy a favor ni en contra. El tema está en que si te lo venden como la panacea, como que te vas a hacer rico, te están manipulando».
Este youtuber con medio millón de seguidores y más de 32 millones de visualizaciones cree que las criptos son solo la «excusa» para la estafa, igual que en otro momento pudieron ser las cremas o las clases de inglés. «Lo que venden es la ilusión de que te vas a forrar, de que te vas a hacer rico. Y como ahora están de moda las bitcoin, pues las usan».
Lo cierto es que antes de que los medios de comunicación nos lanzáramos sobre el acto de Mundo Crypto en la sequía informativa de agosto, apenas habíamos oído hablar de la plataforma. «Mundo Crypto no lo conocía nadie, solo ha salido a partir de la polémica del evento en Madrid. Y ahora todo el mundo sabe quiénes son, pero por algo turbio. A Mani Thawani no lo sigue nadie en redes. Son bots, trolls de una agencia contratada por ellos. Y esas son las respuestas que se ven en Internet, aunque parezca muy surrealista. Tengo pruebas».
Esta no es la primera vez que Tamayo investiga una criptoestafa. Su trabajo fue decisivo para la detención en marzo de este año en España de ocho personas relacionadas con IM Academy, un timo piramidal de los de siempre escudado en la formación en bitcoins. «A mí me contactaron ellos en 2020, durante la pandemia. Muchos amigos empezamos a recibir mensajes sobre cómo hacerse rico, generar nuevas fuentes de ingresos, monetizar Internet y cosas por el estilo. Visto con perspectiva se ve claramente que era un asunto turbio, aunque si te pilla en un momento de vulnerabilidad, encerrado en tu casa y en ERTE, puede que te animaras a probar porque no tenías nada que perder. De eso se aprovecharon muchísimo», explica.
Miles de familias se vieron afectados por las prácticas sectarias de esta supuesta academia que captaba a sus hijos con el cebo de las criptos para que, a su vez, metieran a otros. Según publicó también este periódico tras la exclusiva de Tamayo, los chicos acababan dejando el colegio y la casa de sus padres para vivir con otros miembros de la criptosecta, muchas veces en condiciones insalubres. «Lo cierto es que a IM Academy no le hacía falta simular una legión de seguidores como sí hace Mundo Crypto porque, al operar como una secta, tenían a mucha gente fanatizada y muy a tope con ellos». El reportero de la gorra para atrás y la camiseta de Barcelona 92 se encuentra ahora inmerso en destapar otra secta, esta vez con la ayahuasca como gancho.