Desde la Grecia Clásica y la Antigua Roma, hasta la Inquisición, cuando los homosexuales eran castigados por cometer el «pecado nefando» y quemados en la hoguera, pasando por el nazismo que envió a más de 100 mil gays a los campos de concentración, y hasta hoy. «Nunca es tarde para sacar del armario a un gran marica de la Historia», pensó Álvaro J. Sanjuán, conocido en Twitter como @Otto_Mas. Y de ahí que hablara de Isaac Newton en su blog, luego de William Shakespeare en redes sociales, y más tarde, de Miguel Ángel Buonarroti, en un podcast que ya escuchan en Latinoamérica.
Ahora, los tres ocupan páginas de Grandes Maricas de la Historia, el libro con el que el filólogo revive a personajes a la luz de sus brillantes trayectorias, y de su sexualidad sistemáticamente negada. «Más allá de la historiografía tradicional, nos encontramos con grandes escritores, intelectuales o científicos homosexuales cuyos deseos han sido borrados. Es momento de sacarlos del armario. Todos tenían algo en común, la sociedad se avergonzaba de su condición pero alababa su profesión. Se les ha borrado la homosexualidad y cuando no era posible hacerlo, se ha ignorado cualquier cosa relativa a su vida sentimental», explica el autor en palabras para El Independiente.
Y es que son varios los personajes con tendencias homosexuales o bisexuales que dejaron su impronta en el mundo de la política, la ciencia, las artes o la filosofía; desde Alejandro Magno o Leonardo da Vinci, hasta Ricardo I de Inglaterra, conocido como Ricardo Corazón de León; George Washington o Miguel de Cervantes, el libro desvela, de manera desenfadada y a través de una profunda investigación académica, los grandes personajes homosexuales que han cambiado, pese a los prejuicios y las dificultades de su época, la historia de la humanidad.
«Nunca hemos llegado a la historia del pobre agricultor homosexual, pero sí a la élite. A través de lecturas académicas y otras obras, he querido hacer este libro para que sirva como referente a muchas personas que, seguramente, al igual que yo con quince años, se consideren un bicho raro. A veces escucho, ¿Qué necesidad hay de hablar de homosexualidad? ¿Qué más dará? Pues da, y mucho, porque lo que eres te afecta en todo, no sólo en el aspecto personal, sino también en cómo te enfrentas a la sociedad de tu época, sobre todo cuando a esa sociedad no le gusta que no seas heterosexual y está dispuesta a meterte en la cárcel por ello, a quemarte en la hoguera, a condenarte a trabajos forzados y a un largo etcétera de brillantes maneras de destruir a una persona sólo por ser diferente».
Grandes Maricas de la Historia (Lumen 2022), es así una ampliación del podcast del autor y «un acercamiento lúdico y divertido» que trabaja en lo que hay detrás de cada uno de los personajes. «Contar su vida, su legado y, además, decir que era homosexual. Lo que ha tratado de ocultarse siempre. Parece que necesitaras miles de pruebas para decir que alguien es homosexual. Todo el mundo es heterosexual hasta que se demuestre lo contrario. Dar por hecho la heterosexualidad es un problema», denuncia el filólogo.
En el libro también figuran personajes como Eduardo II de Inglaterra, Michel de Montaigne, Karl Heinrichs Ulrichs y Magnus Hirschfeld, o el caso del español Antonio de Erauso (más célebre como Catalina de Erauso) y Hans Christian Andersen, escritor y poeta famoso por sus cuentos para niños, cuyo capítulo resulta uno de los más sorprendentes para Sanjuán. Y es que Andersen fue etiquetado como asexual pese a las pruebas que denotan que el danés se sintió atraído, aunque sin ser correspondido, por varios hombres. «Languidezco por ti como por una joven calabresa…mis sentimientos son como los de una mujer. La feminidad de mi naturaleza y nuestra amistad deben permanecer en secreto», le escribió a Edvard Collin, hijo del director del Teatro Real de Copenhague.
«Andersen es un ejemplo perfecto de un personaje al que se le ha despojado de todo tipo de sexualidad adrede. Como a Newton, se le ha convertido en una especie de estatua, un muñeco. Me sorprendió descubrir cómo se ha preferido decir que era asexual a homosexual, o cómo en la historia, si tal rey se acostó con otro, se explica diciendo que estaba en las cruzadas y era un acto de camaradería o un desliz. También me han llamado la atención datos que reflejan, por ejemplo, que en España se quemaron más sodomitas que judíos o herejes, y se hicieron leyes específicas en contra de la sodomía y punición del sodomita».
En nuestro país, durante la dictadura franquista, la ley de peligrosidad social encarcelaba a cualquier persona que fuera sorprendida intentando establecer contacto homosexual. La ley, que durante décadas reprimió dura y sistemáticamente al colectivo LGTBI y supuso años de encarcelamiento y el posterior destierro de los individuos, fue reformada el 26 de diciembre de 1978.
Parecido fue el caso de personajes como Shakespeare o Miguel Ángel, para los que sus poemas y cartas de amor fueron heterosexualizadas cuando el real objeto de su amor era un hombre. «El lenguaje de la sexualidad en algunos de los sonetos, que definitivamente están dirigidos a un tema masculino, no nos deja ninguna duda de que Shakespeare era bisexual», dijo el Dr. Edmonsds. Sin embargo, a partir de los estudios queer, teoría crítica basada en el estudio de temas relacionados con la orientación sexual y la identidad de género, llevados a cabo en universidades anglosajonas en los años sesenta y setenta la situación comenzó a ser distinta. «Los investigadores empezaron a sacar del armario a un montón de personajes», señala el autor.
Extrapolado a nuestros días, Álvaro J. Sanjuán considera que «se han normalizado muchas cosas, para bien». «Nunca hemos sabido tanto de nosotros mismos a nivel global. Ahora conocemos casos que antes eran residuales, y hemos normalizado mucho las cosas, aunque queda mucho por hacer. Hace 20 años el homosexual más célebre era Jesús Vázquez pero nadie pensaba que el frutero de confianza también podía serlo sin ser guapo ni exitoso. Vamos dejando atrás los estereotipos que marcan que un heterosexual debe ser de tal forma u otra y un homosexual de la diferente».