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Hoy en día, las redes sociales se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Las utilizamos para mantenernos en contacto con nuestros amigos y familiares, estar al día de la actualidad y compartir nuestros pensamientos y sentimientos sobre los temas que nos importan. Pero así como las redes sociales pueden usarse para el bien, también pueden usarse para el mal. Un ejemplo: el “body shaming”, la humillación corporal.
El “body shaming”, definido como “el acto de hacer que alguien se sienta avergonzado de su cuerpo o de su apariencia”, de forma hiriente o burlona, es demasiado común en las redes sociales. Desgraciadamente, debido a la naturaleza anónima de muchos perfiles, se ha convertido en algo habitual. Ya sea por la celulitis, el peso, la altura, el pelo, color de piel, estrías o acné, puede tener un grave impacto en la salud mental y la autoestima de quien lo sufre.
Hacia las mujeres este fenómeno existe desde hace siglos. Siempre se ha criticado a las mujeres por su aspecto. En el pasado, las mujeres eran avergonzadas por ser demasiado delgadas o con demasiadas curvas. Se las avergonzaba por tener pechos pequeños o caderas grandes. O por tener cualquier tipo de defecto o imperfección. Hoy en día, la humillación corporal especialmente hacia las mujeres sigue estando muy presente aunque con las redes sociales llevada a otro nivel.
El impacto de la humillación corporal
Las víctimas del bodyshaming a menudo se sienten avergonzadas y humilladas. También pueden experimentar ansiedad, autoimagen distorsionada, depresión y baja autoestima. En casos extremos, el bodyshaming puede provocar trastornos alimentarios y pensamientos suicidas.
Así, una de las cosas más hirientes que podemos hacer a otras personas es avergonzarlas por su cuerpo y su apariencia, las degrada y señala.
Aunque categorizar a las personas por sus rasgos físicos siempre ha formado parte de la naturaleza humana, la entrada de las redes sociales demuestran aún más que esos juicios pueden causar problemas en el futuro. Es inusualmente fácil dejarse llevar por los comentarios en las redes y olvidar por completo que estamos hablando de seres humanos.
A esto se añade que en plataformas como Instagram, los usuarios pueden desplazarse por un sinfín de imágenes de cuerpos “perfectos”, lo que puede provocar sentimientos de inadecuación e inseguridad. Y cuando la gente se siente insegura, es más probable que adopte comportamientos perjudiciales como trastornos alimentarios, dietas imposibles, el exceso de ejercicio o el trastorno dismórfico corporal.
Cómo evitar la vergüenza corporal en las redes sociales
Si eres una persona activa en las redes sociales, hay algunas cosas que puedes hacer para evitar que te avergüencen:
1-Sigue cuentas que te hagan sentir bien y deja de seguir cualquier cuenta que promueva una imagen corporal negativa.
Es importante organizar tu timeline de manera que te sientas feliz y segura de ti misma. Si el desplazamiento a través de Instagram te hace sentir mal, es hora de presionar el botón de dejar de seguir. En su lugar, sigue cuentas que celebren todos los tipos de cuerpos.
Esto debería ser una obviedad, pero vale la pena repetirlo: deja de seguir cualquier cuenta que te haga sentir mal. Esto incluye las cuentas que promueven dietas milagro, objetivos de fitness poco realistas o estándares de belleza inalcanzables.
2-No te compares con los demás
Recuerda que todo el mundo está en una etapa diferente de su vida: algunas personas pueden haber estado haciendo ejercicio durante años, mientras que otras acaban de empezar. E incluso si alguien tiene el cuerpo “perfecto”, eso no significa que no tenga sus propias inseguridades. Así que en lugar de compararte con los demás, céntrate en tu propio camino y en lo que te funciona.
3- No emitas juicios a una persona por su apariencia.
Trata a todo el mundo con respeto. No utilices apodos o lenguaje ofensivo cuando hables del cuerpo de las personas, en su lugar céntrate en lo que hacen bien y lo que más les gusta hacer en la vida
4–No tengas miedo de denunciar el body shaming cuando lo veas
Si ves que alguien se comporta de forma vergonzosa no tengas miedo de denunciarlo. Cómo decíamos, a menudo la gente no se da cuenta del daño que pueden causar sus palabras. Al denunciar su comportamiento, puedes ayudar a crear conciencia y hacer de las redes sociales un espacio más positivo.
Cómo responder al bodyshaming
Si eres víctima de bodyshaming en las redes sociales, es importante recordar que no es tu culpa. Nadie merece ser tratado de forma irrespetuosa. Hay algunas cosas que puedes hacer:
– Ignóralo: No le des al agresor la atención que ansía respondiendo a sus comentarios. En su lugar, bloquéalo y sigue adelante.
– Defiéndete: Si te sientes con cómodo, puedes responder directamente al agresor. Explícale con calma cómo te hacen sentir sus comentarios y pídele que deje de hacerlo.
– Pide ayuda: Si te cuesta afrontar la situación pide ayuda profesional que pueda ofrecerte apoyo y orientación.
Las redes sociales pueden ser una forma estupenda de estar conectado con amigos y familiares o conocidos de todo el mundo, pero también pueden ser un caldo de cultivo para problemas de imagen corporal y autoestima negativos. Si te preocupan los efectos que las redes sociales pueden tener en tu imagen corporal, hay medidas que puedes tomar para evitar los peligros y ayudar a que las redes sociales sean un espacio positivo para todos, incluido tu mismo.
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