Nació en Sevilla por imperativo materno, pero ha vivido en Madrid, Bolivia, Brasil… Antonio Espinosa de los Monteros (1990) es arquitecto de formación y emprendedor de vocación y de oficio. Creó Auara, una marca de agua con el plástico reciclado y que repartía los dividendos a proyectos sociales, y el próximo mes presentará Liux, un coche eléctrico fabricado en buena parte por materiales vegetales. Un joven sostenible, sin duda.
–¿Qué hace un arquitecto emprendiendo en asuntos que nada tienen que ver con levantar edificios?
–Levantar cualquier cosa se parece a la arquitectura. El producto final es distinto pero el proceso es el mismo.
–¿Qué es Liux?
–Una marca de automoción ultrasostenible. Buscamos luchar contra el cambio climático a través de una modalidad más sostenible. Liux es una invención derivada del latín que para nosotros significa camino de luz.
–¿Qué quiere decir que es el primer coche vegetal?
–Partes del coche –carrocería, parte del chasis…– están basadas en materiales vegetales. Tanto la fibra de carbono como la resina que componen el composite son de origen vegetal.
–Pero no anda gracias a la luz o al agua…
–No, no hace fotosíntesis.
–¿Qué tiene de especial?
–Da un salto adelante a nivel de sostenibilidad y para llegar a eso hay un proceso de fabricación también que tiene que ver con impresión 3D y con aligerar mucho la industria pesada del automóvil y hacer algo más ligero, más eficiente y más sostenible. Otra diferencia es que tiene baterías modulares, son unidades extraíbles y autónomas; puedes comprarlo con dos y ampliar a cuatro. Y el diseño va a molar un montón.
–Bioindustria, tecnologías de impresión 3D, materiales sostenibles y reciclables… Parece mentira que esto vaya a fabricarse en la cuna del Seiscientos.
–Es un país brutal para la automoción, con mucho conocimiento y muchas empresas, y es una pena que no haya ninguna marca española de gran producción. Esperemos que eso cambie pronto.
–¿Y el precio? Para conducir sin contaminar no sólo hay que estar concienciado sino tener la cartera llena.
–El objetivo es que sean los de mejor calidad-precio-autonomía en el segmento eléctrico. La idea es lanzar dos coches. Uno que esté por debajo de 20.000 euros, aunque esto con muchos asteriscos hasta que no entremos en producción a final de 2023, que sea dos plazas, pequeñito, urbano y ligero, y luego el compacto, tipo Golf, A3, Serie 1, y que que no supere los 35.000 euros.
–¿Un coche vegetal se parece mucho al filete sintético que quiere hacernos comer a la fuerza Bill Gates?
–Sí, pero por suerte no lo tienes que comer.
–Lo va a tener tirado para vender con tanto vegano.
–Cuanto más vegano haya, más lo comprarán, sí. Pero esto es como la hamburguesa de Bill Gates: si la haces muy bien, a los que les gusta la carne se la tienen que querer comer también.
–Lo siguiente puede ser fabricar un automóvil al estilo Chitty Chitty Bang Bang, que vuele y flote.
–Eso tendrá que llegar, claro. Cuando vayamos a otros planetas, habrá que ir a ver a tu tía o a tu hermano en un coche volador.
–”Lo verde empieza en los Pirineos”. ¿Verdad, mentira o película de culto?
–En nuestro sector, las cuotas de mercado eléctrico, lo verde empieza bastante por encima de los Pirineos, así que tendremos que ponernos las pilas entre todos.
–Su socio se llama Sancho, ¿no estarán vendiendo molinos y no gigantes?
–Molinos vegetales… Bueno, hay que hacer mucho molino para generar energía para mover los coches.
–Creó una marca de agua embotellada que fue la primera empresa social de España, Auara, y ahora fabrica coches, ¿tienen algo en común o es diversificar?
–Sí tienen en común. Auara es una empresa social e hicimos un gran esfuerzo en temas de codiseño y materiales sostenibles; de hecho, lanzamos la primera botella en la historia de Europa fabricada con plástico cien por cien reciclado. Una vez que te pica el virus de la sostenibilidad, no te lo quitas. Ésta es una nueva aventura.
–Con tanta carencia, ¿sustituirá el agua como oro líquido al petróleo?
–Ha subido mucho el petróleo, pero el agua sigue siendo más cara, no en España, pero vas a otros países y es un verdadero drama. Hemos ido a pueblos donde no llega el agua y sí los móviles. Tienes 4G casi en cualquier rincón de África y hay muchas aldeas sin agua. Para muchos es un bien mucho más preciado y costoso que el petróleo.
–”Coge eso que te apasiona y conviértelo en tu forma de vida”, aconseja a los estudiantes. ¿Es tan sencillo como suena?
–No, es jodido. Cuanto más quieres dedicarte a lo que te apasiona y más complejo e idealista es, más complicado es el camino, pero sin dificultad no valoras las cosas. Si consigues que salga adelante, eso es gasolina para tu espíritu, en nuestro caso batería… Que algo no sea fácil no significa que no haya que hacerlo, hay que ponerse metas altas.
–Decía Larra que escribir en España es llorar. Emprender en España es…
–Es como una montaña rusa en la que ríes y lloras a partes más o menos iguales. Es decir, totalmente inestable.
–¿Cuánto hay de cierto y de tópico en esa imagen de emprendedor tecnológico que tenemos por Mark Zuckerberg o Elon Musk?
–Habrá que preguntarles a ellos. Nosotros nos parecemos más bien poco. Somos gente bastante normalita y campechana. Pero esta gente que parecen medio extraterrestres y crees que las cosas les han caído del cielo y consiguen bestiales, si miras atrás te das cuenta de que se han pasado años y años currando como animales y además han tenido mucha suerte, que es clave.
–Antonio Espinosa de los Monteros, ¿qué le toca al diputado de Vox?
–Somos primos terceros.
–Ah, no se ven en Navidad.
–No, no nos comemos el pavo juntos.
–Esa obsesión por lo verde, ¿no será publicidad subliminal del partido?
–No, no, está muy bien cogido su color;de todas formas, lo nuestro no es sólo por lo verde, al final el mundo vegetal tiene muchos colores. Hay demasiadas empresas que se han subido al carro del verde y va a haber que inventarse otro color para lo sostenible.