El mundo de la criptos no es el igual para todos los operadores de esas monedas. Existen varios, bien consolidados y que asumen la responsabilidad que este tipo de comercio implica en términos de seguridad. Las criptomonedas son activos digitales, administrados de forma descentralizada, que llegaron para quedarse.
Su utilidad, además de servir de activo, es la de poder facilitar transacciones financieras a lo largo del mundo, muchas de ellas de carácter micro, con bajo costo y gran agilidad.
Se trata de una manera de realizar recaudaciones de fondos, de manera sencilla, alrededor del mundo. Con la educación financiera adecuada, pueden ser un instrumento financiero útil. Eso puede tener efectos positivos para sin fin de industrias y actividades, además de potenciar el comercio y otros servicios electrónicos.
Tarde o temprano muchas de las transacciones simples que hacemos todos los días, como pagar el café o ir al súper se realizaran por este medio. Eso puede tener enormes ventajas competitivas por la absorción de la nueva tecnología. El tema es reducir al máximo los potenciales riegos. El de seguridad informática, claro, con estándares que eviten actividades como las de hackeo. El otro es evitar las actividades de lavado de dinero. Eso requiere de controles adecuados de la autoridad y del compromiso de las empresas.
En eso se ha avanzado mucho en México, la Unidad de Inteligencia Financiar trabaja en ese sentido y en la agenda de los partidos políticos se encuentra legislar para que los activos digitales no sirvan de instrumento al crimen organizado.
No es el caso en todo el mundo. Binance, la empresa cambiaria de criptomonedas, sirvió recientemente, de acuerdo a un reportaje de Forbes, de vehículo para lavar el dinero producto del robo, por un grupo de hackers de Corea del Norte, a una empresa financiera de Eslovenia, para presuntamente financiar el programa armamentista norcoreano.
Análisis del gobierno de Estados Unidos, de acuerdo con la investigación de Forbes, calculan que Binance movió alrededor de 770 millones de dólares de fondos criminales, solamente en el 2019. De acuerdo con Crystal Blockchain, compañía que ayuda a trazar operaciones en cripto para abonar en la transparencia de la industria, Binance sirvió para realizar las transacciones de Hydra, un portal ruso que realiza el mayor número de ventas de drogas ilegales en línea. Hydra recomendaba usar Binance para realizar los pagos, por lo que existe una investigación del gobierno alemán al respecto. La empresa, a pesar de su enorme tamaño -cuenta con 120 millones de usuarios en todo el mundo-, no parecía tener los estándares requeridos para poder identificar a sus usuarios, a pesar de las advertencias de sus propios inversionistas en ese sentido y de que existían evidentes señales sobre el origen ilícito de los fondos. Lo que tendrían que hacer las firmas dedicadas al comercio de monedas y activos virtuales es ayudar a la detección de fondos ilícitos, a trazar la ruta de los mismos en apoyo a las investigaciones criminales, no a facilitar el lavado de los mismos.
Las fianzas digitales, en distintas versiones, son ya parte de los sistemas financieros en todo el mundo y, con los usos y controles correctos, pueden ser una oportunidad de democratizar y diversificar las oportunidades de ahorro y financiamiento, para que lleguen a más personas y a otros negocios. La clave es garantizar la seguridad, la cibernética, pero también se requiere evitar que sean un camino para financiar las actividades ilegales. Eso es responsabilidad de las empresas, que deben demostrar su compromiso con combatirlas y trabajar con las autoridades en ello. Si uno ya decidió estar en cripto, es importante la solvencia de quien realiza las transacciones.