REALIDAD. El sistema productivo y gubernamental le ha dado la espalda a los jóvenes.
El precario mercado laboral va de la mano con las pocas oportunidades de formación en Ecuador.
En Guayaquil, uno de cada cuatro jóvenes (más del 23%), entre 15 y 24 años, está catalogado como Nini. Es decir, que ni estudian ni trabajan. En Quito, uno de cada siete jóvenes están en la misma clasificación.
En otras palabras, el puerto principal tiene casi el doble de menores de 24 años sin ningún tipo de acceso a formación ni ha desarrollarse en el mercado laboral.
Santiago García, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha y docente universitario, explicó que esto evidencia que si a escala nacional hay serios problemas de ingreso al sistema universitario, en Guayaquil esto se profundiza.
Además, en el puerto principal existe menos oferta de institutos técnicos, con carreras más cortas y baratas, en comparación con Quito. A este escenario, se suma una mayor incidencia de la pobreza y una inequidad más marcada.
“Guayaquil es una ciudad que avanza, pero con una gran masa de gente que no se beneficia de ese avance económico y social. Además, por ser una ciudad grande se vuelve un polo de atracción de la criminalidad y el narcotráfico. Las actividades ilícitas necesitan mercado, que circulen los productos ilegales”, puntualizó García.
Falta más inversión
Las universidades no pueden ofertar y abrir sus puertas al infinito. Tienen límites dados por los presupuestos, sus capacidades y el número de profesores.
Según Andrea López, economista y emprendedora guayaquileña, si bien se necesitan más recursos para la educación superior, también se debe comprometer a las universidades para que gasten mejor y con más eficiencia.
“Más dinero, sin una mayor calidad de gasto, no garantiza mejor acceso. Además, queda pendiente solucionar las deficiencias en la educación media. Esas deficiencias constituyen una de las principales barreras para que un buen porcentaje de jóvenes no pasen los exámenes de admisión”, aseveró.
García, por su parte, dijo que el país no ha avanzado en el tema de los colegios técnicos. Salvo Cuenca, que ha logrado implementar con éxito un sistema de educación dual, en el resto queda en deuda. La capital azuaya tiene un porcentaje de Ninis del 12%
A través de la educación dual, en la que se estudia en el colegio y al mismo tiempo se vincula a una empresa, los jóvenes podrían tener mayores oportunidades de desarrollo laboral.
Sistema de emprendimiento
Aunque el país ha tenido avances en la bancarización, todavía un 40% de la población no tiene ni siquiera una cuenta bancaria. Dentro de ese porcentaje están incluidos jóvenes de hasta 24 años sin trabajo ni educación
Para ese segmento de la población, el emprendimiento podría ser una vía para romper su mala situación económica y social. Sin embargo, se necesita un fondo de garantía crediticia para los emprendedores y más inclusión financiera.
Actualmente, menos del 20% de la población tiene acceso a una tarjeta de crédito, cuando esto podría convertirse en un instrumento de financiamiento directo para operar un pequeño negocio.
Andrés Zurita, director ejecutivo de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación del Ecuador (AEI), recalcó que aunque se han producido avances en el ecosistema emprendedor, todavía quedan grandes huecos como el acceso a capital de riesgo y educación.
Además, se ha quedado a medias la aplicación de la Ley de Emprendimiento. Por eso, la mayoría de micro y pequeños negocios son precarios, tienen poco valor agregado y pocas posibilidades de sostenerse en el tiempo. (JS)
La reforma laboral sigue siendo una promesa
El Gobierno y la Asamblea Nacional han dejado de lado la tarea de consensuar una reforma laboral que sirva a los jóvenes.
Se necesita una flexibilización inteligente del sistema de contratación, la cual debe incluir cosas básicas como la eliminación de los recargos sobre los empleos ocasionales, menos rigidez para el establecimiento de las jornadas de trabajo, entre otros.
Apenas 237.345 jóvenes, entre 15 y 24 años, tienen un empleo adecuado con al menos el salario básico. Eso representa el 16% de la Población Económicamente Activa (PEA). El porcentaje a nivel total llega al 32%, es decir, los jóvenes tienen dos veces menos empleo adecuado.
57.400 Ninis se calcula que hay en Quito. En Guayaquil, se registran 123.225.
Entre 120.000 a 150.000 jóvenes a escala nacional no logran acceder a la educación superior cada año.
“Aquí ser joven parece un delito. Todo está armado en contra de los jóvenes. Son las víctimas del sistema productivo, organizativo y gubernamental que ha primado en los últimos 20 años”, Santiago García, presidente del Colegio de Economista de Pichincha y docente universitario.