El diputado nacional Facundo Manes insiste en una solución política por fuera de la grieta y, con críticas al kirchnerismo y también al sector más radicalizado de su espacio, señaló que una de las principales razones de la crisis argentina son “las dos minorías extremas” que marcan la agenda.
“La grieta es un tema económico, de prosperidad, no solo político”, planteó el médico y neurocientífico en declaraciones a Animales Sueltos (América), quien graficó que “en Argentina tenemos una minoría intensa que es el kirchnerismo, que cada vez es menor pero que es destructiva, y genera la reacción de otra minoría intensa extrema; una minoría existe por otra”. “El desafío, si queremos ser más ricos y prósperos, es salir por arriba de esta dinámica”, agregó.
Al respecto, trazó un paralelismo con Ucrania: “Argentina tuvo el mismo riesgo país, pero sin guerra, por esta grieta de las minorías extremas”.
Manes advierte que “la gente está harta, frustrada, deprimida” y “no puede creer que el país se deteriore y que las minorías estén solamente intentando sobrevivir políticamente”, continuó apuntando no solo al kirchnerismo, sino también al sector más duro que habita en Juntos por el Cambio: “Sin ese fanatismo, no tendrían sentido”.
“La dirigencia argentina no tiene ninguna conexión emocional con la sociedad. Están discutiendo otra cosa”, amplió su crítica y planteó de cara al futuro “evangelizar por un cambio cultural”. “La sociedad ya lo decidió: ir hacia la modernidad”, pero “la dirigencia no lo entendió”. “Si no hay un cambio de mentalidad colectiva, no hay ley ni medida económica que solucione el problema argentino”, analizó.
De cara al año próximo, Manes intuye que habrá un cambio en el voto de la sociedad. “En las últimas dos elecciones presidenciales se votó en contra: en 2015 Cambiemos fue una alianza para frenar al kirchnerismo que iba por todo, pero no hubo proyecto de país; y el Frente de Todos fue una alianza para ganarle al PRO, y así les va, es un desastre. El año que viene se va a votar a favor, creo que la sociedad cambió y se va a votar lo nuevo frente a lo viejo”, expresó.
En este último tiempo, el diputado radical viene marcando una postura alternativa dentro de Juntos por el Cambio y señalando diferencias con los referentes de la coalición opositora. De hecho, fue el único legislador de los 116 legisladores del interbloque que no firmó el pedido de juicio político contra Alberto Fernández por sus dichos sobre el fiscal Diego Luciani.
Al respecto, señaló que avanzar con una medida para “remover” al Presidente se trata de algo “extremo” para “el funcionamiento insistucional del sistema democrático, que no se puede banalizar”.
“No se pueden realizar pedidos de juicio político de forma prematura, por la gravedad institucional que esto implica”. “Es una decisión que debe analizarse y debatirse profundamente”, había fundamentado.
Luego, en diálogo exclusivo con Infobae, remarcó que no se siente representado “por el país que quiere Cristina Kirchner”, ni por el país que “representa o quiere Macri”: “Yo quiero salir por arriba de ese laberinto, convocando a todos los sectores y dejando a los extremos de lado”.
“El ex presidente Macri y la vicepresidenta Cristina Kirchner dividen a la sociedad y yo creo que la solución de la Argentina es al revés: liderazgos que unan, no que dividan, porque no se puede transformar una Argentina dividida”, fundamentó y dejó en claro que tiene “la determinación y la convicción de liderar un espacio que transforme a la Argentina, que salte por arriba del laberinto y que no pertenezca a los extremos. La sociedad me pondrá en el lugar que considere, pero yo estoy acá hasta el final”.
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