La Oficina Anticorrupción (OA) participó, el viernes 26 de agosto, del encuentro donde se reflexionó sobre la integridad y transparencia en la economía popular junto a representantes de cooperativas de trabajo y asociaciones civiles. La jornada se realizó en la sede de la Universidad Nacional de Lanús (UNLA) y fue organizada de manera conjunta con Subsecretaría de Gestión de Tierras y Servicios Barriales, la Dirección de Transparencia e Innovación social, y la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
La apertura del encuentro Lautaro Aragón, director de Transparencia e Innovación social del Ministerio de Desarrollo Social, explicó que el encuentro es un “espacio de reflexión propuesto por la OA que da cuenta del trabajo de la colaboración y articulación donde la capacitación adquiere más importancia”.
A continuación, Luis Villanueva, subsecretario de Planificación de Políticas de Transparencia de la Oficina Anticorrupción realizó una introducción en la que abordó las principales herramientas de prevención que parten desde el punto de “cómo pensamos el problema de la corrupción”. En este sentido, explicó que “hay muchas maneras de enfrentar la corrupción, una es desde la prevención, evitar que el hecho suceda, desde ahí es que nos paramos para impulsar políticas públicas”.
Durante la explicación, el funcionario de la OA detalló algunos de los lineamientos respecto a la normativa anticorrupción como la Ley 27.401 de Responsabilidad penal de personas jurídicas, “tenemos que pensar alternativas más allá de lo que se establece en la ley, para ser proactivos y actuar antes de que suceda el acto de corrupción”. En este marco, dijo: “el objetivo es generar una cultura de la integridad y transparencia con los valores y principios que tenemos para cuidar lo que es de todos y todas”.
Por su parte, Franchesca Mata, asesora de la Oficina Anticorrupción habló acerca de identificar los riesgos de corrupción y contó que “cada cooperativa puede estar sujeta a varios riesgos, uno de ellos puede ser su vinculación con el sector público y con el sector privado. Por eso debemos identificar las amenazas y vulnerabilidades formulando preguntas que ayuden en el proceso”.
A su turno, la directora nacional de Ética Pública, Natalia Torres habló sobre los componentes de un programa de integridad. Sobre ello, Torres dijo: “el programa de integridad es como un escudo para prevenir y protegerse de riesgos y amenazas”. En este punto, destacó la importancia de generar consensos “si un código de ética es producto de la deliberación interna, es fuerte y robusto porque establece reglas, principios y valores sobre lo que consideramos valioso para nuestra organización”.
Luego, Andrés Bertona, asesor de la OA, realizó su aporte sobre la importancia de la formación dentro de la elaboración de políticas de integridad que “tiene que ver con conocer y comprender que siempre hay algo nuevo por ver y aprender”. En este sentido, contó sobre la relevancia de “ampliar el concepto de integridad a temas de género y ambiente, no quedarnos con la idea de que la corrupción tiene que ver sólo con cuestiones económicas”.
Para finalizar, Paula Ramírez, jefa de gabinete de la Subsecretaría de Gestión de Tierras y Servicios Barriales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación dijo que “esta capacitación es para que cada organización adquiera herramientas para mostrar lo que hacen hacia afuera. Mostrar que hacemos las cosas bien y que lo institucionalizamos”.
Durante el encuentro, estuvieron presentes representantes de más de quince cooperativas y asociaciones civiles de todo el país quienes participaron de manera activa en el desarrollo de consignas propuestas bajo la modalidad de taller.
En este marco, los referentes pudieron poner en común las particularidades de cada organización, y dialogaron sobre los compromisos a futuro, los riesgos, y las posibilidades en materia de integridad y transparencia. Al final de la capacitación, se abrió un espacio de puesta en común de los trabajos realizados de manera grupal.