A Miguel de la Serna, madrileño de 25 años, le llegó unos días antes del verano la confirmación de su primer destino como cardiólogo: el Hospital Universitario de Getafe, una ciudad al sur de Madrid con una población similar a la de San Sebastián. Pero lo mejor era que, como la capital guipuzcoana, también tenía un equipo en LaLiga Santander. Podía estrenarse como médico y también como abonado. “Aunque soy de Madrid, el Getafe es el club al que siempre he tenido más cariño”. Solo había un inconveniente, no quería ir solo. El doctor De la Serna arrastró a otro recién llegado al hospital, Jesús Moreno, un salmantino de 29 años con el que había coincidido en la facultad. “No me costó mucho convencerle”, dice. Y completó el trío con su primo, Íñigo Figueroa, de 25 años, también médico, aunque en el Hospital de la Paz de Madrid. Para ellos será una temporada diferente, vivirán la experiencia del fútbol como nunca.
A nueva temporada, nuevas ilusiones y nuevas oportunidades. Gerard Sabatés y Judit Gimeno, de 21 y 19 años, comparten, además de una relación sentimental, su pasión por el FC Barcelona. “Somos superaficionados desde pequeños”, comenta el joven barcelonés. El año pasado fijaron como plan semanal ver todos los partidos del club blaugrana por la televisión. No se perdieron ninguno. Desde esta temporada, además, darán un paso más, y disfrutarán a pocos metros del césped del renombrado Spotify Camp Nou. Lo harán como abonados, después de que Gerard consiguiera que su tío les cediera sus dos asientos. Ahora, tendrán la oportunidad de ir a todos los partidos en casa. Para ellos también será una temporada diferente
Transcurrieron 54 días desde el final de la pasada campaña y el inicio de la actual. Entretanto, se sucedió el mes de julio más caluroso en más de medio siglo, según la Agencia Estatal de Metereología (AEMET), y se instaló una sensación generalizada de impaciencia en muchos aficionados. Tanto que Fernando Martínez, atlético de 49 años criado a la vera del estadio Vicente Calderón, no pudo esperar a que su equipo estrenara el Cívitas Metropolitano. Fue a Getafe para presenciar la primera jornada el pasado 15 de agosto, en el partido frente al Atlético de Madrid, y vivir de primera mano el campeonato liguero cuanto antes. “Era la primera vez que íbamos al Coliseum Alfonso Pérez. La espera se me había hecho un poco larga”, dice. Fernando Martínez se llevó a sus dos hijos, de 18 y 14 años. Martín, el más pequeño, es socio desde que nació, cuando su padre decidió abonarlos. “Cada vez disfruto más”, dice el chaval. “No se lo inculcamos, pero va conociendo más y se le va metiendo el sentimiento atlético de aficionado algo rebelde, luchando y luchando como podemos para intentar rascar algo”, justifica el padre.
El fútbol se explica mejor con aficionados. Y cada vez son más. En la temporada pasada, la primera después de que las gradas se vaciaran por la pandemia de covid-19, los clubes de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank ganaron más de 92 millones de seguidores en redes sociales.
Esta será la temporada en la que el aficionado se volverá más protagonista. Muchos clubes han confirmado que este año han batido récords de abonados. Por ejemplo, el Villarreal CF superó por primera vez en su historia la marca de los 20.000 abonos. Para celebrarlo, el club recompensó a Clara y Adriana Vidal, dos aficionadas del club groguet, con una camiseta conmemorativa entregada por Alfonso Pedraza y Álex Baena, jugadores del primer equipo del Submarino Amarillo. El Real Valladolid, en su regreso a la élite, consiguió romper la barrera de los 22.250 abonados, la cifra más alta de su historia gracias a la campaña #NacidosparaestarenPrimera.
Equipos como Atlético de Madrid, Sevilla FC y Girona FC han superado la cota del 95% de aficionados que deseaban renovar su asiento en la grada. El mismo porcentaje en el caso del RC Celta que, además, ha cuadruplicado las peticiones de nuevas altas respecto a la temporada anterior. En algunos casos, como el de la UD Almería, el porcentaje de renovaciones ha sido casi total después del golpe de efecto que trajo el ascenso de categoría. Otros, como el Cádiz CF, han tenido que habilitar nuevas plazas en su estadio, el Nuevo Mirandilla, después de alcanzar la cifra más alta de abonados de la última década.
Los tres amigos médicos de Getafe creen que este año se lo van a pasar bien en la grada ya que “han venido muchos fichajes”, recuerda Miguel de la Serna. El cardiólogo está impaciente por presenciar lo que para él fue una de las claves del equipo azulón el año pasado: las porterías a cero jugando como local. “Quieras que no, la afición influye en el campo. Y Getafe se nota que no es un estadio callado”. El pediatra Íñigo Figueroa le respalda: “Ver a un equipo aguantando anima mucho más a la gente y se nota”, considera. Y, por si acaso, el médico de familia Jesús Moreno, ambiciona: “Si podemos pelear este año por Europa, mejor”.
La pasión no es patrimonio de LaLiga Santander. Cerca de la mitad de los equipos de la LaLiga SmartBank tienen cifras de abonados similares a equipos de la máxima categoría. Clubes como el Real Zaragoza han superado los 20.000 abonos, y el Real Sporting se encamina hacia esta cifra tras conseguir más de 19.000. Otros como el Real Oviedo se acercan a esta marca a buen ritmo gracias a su campaña Guardianes del orgullo, a la que el club ha acompañado con otra lanzada en redes sociales, #Historiasoviedistas, para apelar al sentimiento a través de historias particulares de aficionados asturianos como la de Ángel, de 79 años, perenne en la grada asturiana desde 1958.
El Granada CF tendrá en su regreso a la categoría de plata más abonados que el año pasado. Nueve de cada diez abonados del Deportivo Alavés, en la misma situación deportiva que el club nazarí, renovaron a principios de verano su asiento. La UD Las Palmas confirmó a comienzos de mes más de 15.000 abonos, el número más alto de las tres últimas temporadas, con la idea de llegar a los 18.000 que tuvieron hace cinco años en LaLiga Santander. La campaña del Albacete Balompié no ha pasado desapercibida entre los componentes de la plantilla: “He flipado un poco porque creo que va realmente bien”, dijo el técnico, Rubén Albés, en una rueda de prensa.
Mientras se sucedían las campañas de captación, aficionados como Gerard Sabatés supieron disfrutar, en ausencia de partidos, de otro de los condimentos del fútbol: los fichajes. “Para mí no se ha hecho muy larga la espera en verano, también ha sido un tema entretenido de ver”, dice el joven. Ni él ni su pareja pudieron acudir al primer partido de Liga frente al Rayo Vallecano porque no se encontraban en la capital catalana, aunque sí pudieron presenciar el trofeo Joan Gamper, antesala cada mes de agosto del inicio de temporada culé. Esta edición sirvió, además, de homenaje a todo un ilustre como Dani Alves, que en sus piernas acumuló más de 400 partidos oficiales en LaLiga. “Va a ser un año muy bueno para ir al campo, pudimos notar un ambiente muy bueno”, vaticina Gerard. La ilusión, como el fútbol, es algo que se regenera cada nueva temporada.