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El ejercicio físico tiene la capacidad de alterar la química cerebral. Los cambios que se producen en el cerebro hacen que uno se sienta más feliz y con una actitud más positiva ante la vida.
Un tema muy estudiado en la psicología deportiva es cómo se relaciona el ejercicio físico y la felicidad. Esta relación está bien demostrada, ya que las personas que realizan más ejercicio son más felices, tienen mejor calidad de vida y menos emociones negativas.
Sí que se sabe que dicha relación existe, pero lo que todavía no se sabe muy bien es la razon. Parece ser que no hay una única causa que lo explique, sino que es la suma de razones biológicas, psicológicas y sociales.
Dentro de las razones biológicas se argumenta que las emociones positivas que se originan después de entrenar son consecuencia de las hormonas que libera el cerebro. Estas incluyen neurotransmisores como las endorfinas, la dopamina y la serotonina; además de otras moléculas más complejas como la anandamida o la leptina.
Con el objetivo de tratar de averiguar un poco mas sobre la relación entre el ejercicio y la felicidad, a continuación profundizamos en las moléculas que se liberan durante y después del ejercicio.
Las endorfinas, las hormonas de la felicidad
Entre las hormonas más conocidas que se relacionan con el ejercicio físico están las endorfinas. Estas tienen el poder no solo de generar emociones positivas, sino que también alivian el dolor y son unos potentes antiinflamatorios.
Las endorfinas se encuadran dentro de los opioides endógenos. Cuando se realiza ejercicio, ya sea aeróbico o anaeróbico, se liberan rápidamente en el torrente sanguíneo y sus efectos se notan a los pocos minutos de empezar con la rutina.
Su efecto es positivo para cualquier persona, pero sobre todo se ha investigado en el tratamiento de patológicas psicológicas, como la ansiedad y la depresión, así como aquellas afecciones muy relacionadas con el dolor.
Por otro lado, también es posible aumentar la concentración de endorfinas mediante los alimentos. Productos como el chocolate puro, los huevos, las legumbres o los cítricos son los idóneos para sentir de otra manera los efectos de las endorfinas.
La anandamida, un gran desconocido
La anandamida es una molécula que todavía no es del todo conocida, ya que se descubrió a finales del siglo pasado. El significado de la palabra ya nos sugiere los efectos que tiene sobre el cuerpo humano, ya que proviene de “ananda” que en sánscrito significa felicidad interna.
Esta molécula pertenece al grupo de los endocannabinoides. Aunque el cuerpo es capaz de sintetizarla por sí mismo, los compuestos psicoactivos presentes en la planta del cannabis imitan los efectos de este compuesto. Además, se encuentra presente en alimentos como el cacao y la trufa negra.
También es interesante la relación que existe entre la anandamida y el ejercicio físico. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Belgrano, los niveles moderados de actividad física tienen el poder de aumentar los niveles de anandamida. Por el contrario, este efecto no se observó cuando el ejercicio se realizaba a intensidades bajas o elevadas.
La leptina, una hormona con diversas funciones
La leptina es una hormona muy implicada en los procesos metabólicos corporales. Se encarga de regular el almacenamiento de las grasas y también tiene funciones en la regulación del apetitito. Es por esto que personas con objetivos de pérdida de peso se centran en alterar el funcionamiento de esta hormona.
Al estar implicada en procesos de metabolismos que tienen que ver con las grasas es de esperar que existiese alguna relación con el ejercicio físico. En concreto, la relación entre leptina y ejercicio físico está mediada por la forma física de la persona.
Según un estudio realizado por la Universidad Estatal de Campinas, el ejercicio físico produce un aumento de la sensibilidad de la insulina y la leptina en individuos obesos. Esto se traduce en que el ejercicio suprime el apetito de forma temporal, y por tanto favorece el proceso de pérdida de peso.
La química del cerebro es clave para ser feliz
Desafortunadamente no se conoce una receta para la felicidad. El secreto de la felicidad no es más que dedicar tiempo a aquello que uno disfruta, cultivar una pasión y compartirla con los seres queridos.
Esta pasión para encontrar la felicidad puede ser el ejercicio. La actividad física tiene el poder de mejorar el estado de ánimo, con el único efecto secundario de que la forma física mejorará de manera positiva.
El cerebro y sus hormonas son en parte responsables de las emociones positivas que se producen después de ejercitarse. Ahora que conoces los secretos de la mente, sabrás cómo sacar provecho a los entrenamientos para ser más feliz.
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