Luis Omar Guerrero, socio director de Hogan Lovells México
Uno de mis libros favoritos es “The World is Flat”, de Thomas Friedman. Este libro marcó mi vida profesional en muchos aspectos. Friedman habla en su texto de la historia del siglo XXI. En la época que lo escribió (2006/2007), ciertamente era una historia muy corta en años, pero muy importante en cuanto a su impacto. Una de sus tesis es que el internet hizo al mundo plano porque a partir de allí se compitió con toda intensidad y, más importante, con todo el mundo. El internet ha sido un “game-changer” y los que nacimos y estudiamos una carrera antes del internet sabemos que ha sido un parteaguas en la historia y para los abogados, un re-comienzo y un reaprendizaje. Hay un antes y un después del internet.
Dentro de su libro, Friedman narra una anécdota que me fascina: la gacela y el león. La historia corre fundamentalmente así: “Cuando amanece, la gacela debe correr muy rápido para no ser devorada por los leones. Cuando amanece los leones deben correr más rápido para atrapar a sus presas y no morir de hambre. No importa si eres gacela o si eres león… cuando amanece debes comenzar a correr.”
Esa anécdota me parece apropiada a destacar en el marco del cierre del seminario de derecho de las tecnologías digitales que la Barra Mexicana, Colegio de Abogados organizó para seguir promoviendo y capacitando a la abogacía sobre temas novedosos entre tecnologías digitales y derecho.
A manera de ejemplo, tuvimos las sesiones de manera digital, en las que se destacó el uso de la información, del nuevo ambiente legal derivado del uso de la tecnología, del uso de datos, de la justicia digital, los online dispute resolution, de los procedimientos arbitrales y la tecnología, de las reglas éticas en el uso de la tecnología, de los mercados digitales y su impacto en temas de competencia económica. También hablamos de firmas electrónicas, Fintech, 5G, privacidad, tecnología e internet, blockchain, ciberseguridad e Inteligencia Artificial. A veces pienso que analizar dichos temas sería como volver a estudiar la carrera de derecho con un enfoque distinto.
De este análisis del uso de las tecnologías, me quedan algunas enseñanzas básicas. Una es que estamos en un momento histórico en el que si volviera a nacer me gustaría estudiar y ejercer la abogacía en esta época. El objetivo de este seminario fue alertar a la abogacía mexicana sobre la importancia de estar a la vanguardia del impacto de la tecnología en el derecho y contribuir a la capacitación de nuestros profesionales en derecho.
Estoy convencido que la abogacía del siglo XXI requiere una capacitación constante en estos temas. Requerimos estudiar, debatir, implementar, compartir, escribir y generar conocimiento. Y nos podemos equivocar y podemos rectificar, lo único que no podemos hacer es ignorar estos temas. Lo que me queda claro y creo que todos debemos hacer es que cuando amanece debemos comenzar a correr.