Taiwán, una isla de 23 millones de habitantes a 128 kilómetros de la costa de China, ha sido un punto histórico de tensión entre Washington y Pekín. Ahora, con la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, esas tensiones están en nuevo pico.
Pelosi es la funcionaria estadounidense de mayor rango en visitar la isla desde 1997, cuando Newt Gingrich estuvo ahí. Pekín protestó enérgicamente desde que surgió la posibilidad del viaje.
China asegura que Taiwán, una democracia isleña autónoma, es parte de su territorio y se ha propuesto recuperarla, por la fuerza si fuera necesario. En su llamada con el presidente Biden el jueves, el líder de China, Xi Jinping, hizo una severa advertencia para que Estados Unidos no intervenga en la disputa.
Estos son los temas que hay que saber sobre Taiwán.
El líder de China tiene intenciones en Taiwán
Xi ha dejado en claro, más que sus antecesores, que la unificación de Taiwán con China es una de las metas básicas de su mandato.
Se espera que se confirme un inédito tercer mandato de Xi como líder en el Congreso del Partido Comunista este otoño. Previo a tan importante convención política, Xi estará muy aplicado en proyectar una imagen de fortaleza dentro y fuera del país, sobre todo en el tema de Taiwán.
Taiwán es el punto más álgido en las relaciones entre EE. UU. y China
Las incursiones chinas en el espacio aéreo y marítimo cerca de Taiwán se han vuelto más agresivas en los últimos años, lo que aumenta el riesgo de un conflicto.
En junio, Pekín aumentó la apuesta cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores declaró que China tenía jurisdicción sobre el Estrecho de Taiwán y que no podía considerarse una vía fluvial internacional. Y en el último año, los aviones militares chinos han sondeado cada vez más el espacio aéreo cerca de Taiwán, lo que provocó que los aviones de combate taiwaneses se alistaran.
Taiwán es un campo minado político para Washington
La visita de Pelosi ha puesto al presidente Biden en una posición incómoda. Ella y su personal insisten que ella, en tanto líder de una rama separada pero de igual importancia del gobierno estadounidense, tiene el derecho de ir a donde desee.
Por su parte, Biden no quiere que se le vea como alguien que determina a dónde puede viajar la presidenta de la Cámara de Representantes. Él ha insinuado que duda del buen juicio de este viaje.
Pelosi tiene antecedentes de irritar a China
La presidenta de la Cámara de Representantes ha sido crítica de China. En Pekín se le considera hostil.
Pelosi, dos veces congresista por California, visitó Pekín en 1991, dos años después de que las tropas chinas abrieron fuego contra los manifestantes estudiantiles en la Plaza Tiananmén y mataron a cientos si no es que miles. Acompañada por varios colegas congresistas en la plaza, y un pequeño grupo de periodistas, Pelosi develó una banderola que conmemoraba a los estudiantes fallecidos.
Pelosi es una vigorosa simpatizante del Dalai Lama y los derechos de los tibetanos. En 2015, con permiso del gobierno chino, Pelosi visitó la capital del Tíbet, Lhasa, en un viaje muy restringido que suele estar fuera del alcance de funcionarios extranjeros y periodistas.
Jane Perlez era la jefa de la oficina de Pekín. Ha sido jefa de oficina en Kenia, Polonia, Austria, Indonesia y Pakistán, y fue integrante del equipo que ganó el Premio Pulitzer en 2009 por reportajes en Pakistán y Afganistán. @JanePerlez