Las presiones inflacionarias que mantienen al alza los precios a nivel mundial junto con información que muestra desaceleración económica o incluso crecimientos negativos en los países más importantes del mundo, incluyendo el informe más reciente de Estados Unidos, incrementaron los temores de los inversionistas por posibles recesiones a nivel global.
El lenguaje de los bancos centrales, en los que priorizan el control de precios sobre el crecimiento, reforzó estos temores al continuar endureciendo las condiciones financieras a nivel global. Sin embargo, ante la creciente evidencia de desaceleración en Europa, China y EE. UU., los mercados dudan de la capacidad de los bancos centrales para continuar haciendo alzas significativas en sus tasas de interés.
Una preocupación global
Los mercados financieros estaban muy atentos a la publicación de las inflaciones en la mayoría de los países, pero especialmente, en EE. UU. pues todavía había dudas de si la Reserva Federal subiría su tasa de interés en 75 o en 100 puntos básicos. Efectivamente, la inflación de EE. UU. alcanzó un nuevo máximo de 9.06% anual, lo que generó un fuerte movimiento al alza en las expectativas de tasa de política monetaria, pues los inversionistas consideraban que a la Fed no le quedaría más alternativa que aumentar en 100 puntos básicos su tasa de interés.
La inflación también se mantuvo alta en Europa pues los precios de los bienes energéticos continuaron al alza ante la reducción de los suministros de gas por parte de Rusia, el alto precio del carbón y el incremento de las tarifas de electricidad. De igual forma, la invasión de Rusia a Ucrania ha causado aumentos en los precios de los alimentos, lo que continúa presionando el ingreso de los hogares y reduce los márgenes de las empresas.
Las lecturas de los indicadores de confianza en Europa y Alemania mostraron caídas significativas pues los consumidores e inversionistas piensan que las economías europeas se dirigen hacia una recesión pues cada vez pareciera más probable que van a tener que racionar los bienes energéticos durante el invierno.
La Comisión Europea logró un acuerdo entre sus miembros para reducir el consumo de energía en 15% entre el primero de agosto y el 31 de marzo, sin embargo, hay algunos países que están excluidos y para los demás, la decisión por ahora es sólo una recomendación.
De acuerdo con el FMI, la economía global está experimentando la materialización de diferentes riesgos que están afectando la recuperación económica y que llevaron a que su estimación de crecimiento mundial para 2022 sea ahora de 3.2%, 0.4% por debajo del pronóstico de abril.
Por el contrario, la estimación de la inflación para 2022 fue revisada al alza debido a los desbalances de oferta y demanda que presionan los precios al alza, especialmente la energía y los alimentos. El FMI anticipa que los precios crezcan 6.6% en los países industrializados y 9.5% en los emergentes durante 2022.
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El FMI advirtió, además, que la perspectiva es bastante incierta pues depende de factores como el suministro de gas ruso a Europa, la estabilidad en las expectativas de inflación y que no se presenten ajustes desordenados en los mercados financieros internacionales como consecuencia del endurecimiento de las condiciones financieras por parte de los bancos centrales.
Además, según el Fondo, los riesgos de recesiones tanto en EE. UU. como en Europa se han incrementado hasta un 15% para el G-7 y cerca de 25% para Alemania mientras que lecturas de modelos como el GDPNow de la FED de Atlanta ya muestran que la economía estadounidense se encuentra en recesión técnica.
Los datos de crecimiento del segundo trimestre para EE. UU. y Europa ratificaron los temores de los inversionistas. La economía estadounidense se contrajo 0.9% anualizado en el segundo trimestre, por una menor inversión en inversión residencial y no residencial y por caídas en los inventarios y en el gasto público.
En Europa, la información trajo una sorpresa positiva para los países en los que el turismo es un sector importante pues la reactivación de esta actividad contribuyó al crecimiento en el 2T22 de Francia (4.2% anual), Italia (4.6% anual) y España (6.3% anual). Alemania, por su parte, creció 1.5% anual en el trimestre, evidenciando una desaceleración frente a la lectura del primer trimestre del año (3.9% anual).
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Los mercados internacionales reaccionaron con valorizaciones ante los anuncios de la FED al considerar que ya ha cubierto la mayor parte del ajuste de su política monetaria, pues el presidente del organismo indicó que la tasa de interés había alcanzado el nivel neutral. Los analistas descuentan que la FED no va a necesitar tantos aumentos como tenían previsto, a pesar de la insistencia del Emisor en continuar luchando hasta obtener la estabilidad en los precios, pues la rápida desaceleración de la economía genera, en sí misma, un proceso deflacionario.
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Materias Primas
La mayoría de las materias primas cerraron el mes con caídas en sus precios, a pesar de las condiciones más favorables del fin del mes, pues a la devaluación del dólar a nivel global se antepone el temor de una recesión que implica una menor demanda por estos productos. Sólo el gas natural y el carbón presentaron incrementos en sus precios durante el mes, lo que llevó al subíndice de energía de Bloomberg a valorizarse 12.22%.
Los subíndices de bienes agrícolas y de suaves cayeron 2.22% y 4.78% mientras que el de metales industriales se valorizó 1.45% por la reactivación de la economía china.
Por su parte, el precio de la referencia del petróleo Brent descendió 6.4%, siguiendo el temor de una menor demanda durante el presente año, lo cual fue ratificado por los pronósticos de la Agencia Internacional de Energía que, en su informe de julio, redujo el crecimiento de la demanda mundial para 2022 a 1.7 mbpd, alcanzando 99.2 mbpd.
