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Con sus 49 años, la reina Letizia de España se convirtió en una referente del fitness tras vestir ocasionalmente en eventos públicos vestidos o trajes que dejan ver sus tonificados brazos. Lo cierto es que entrenar esta parte del cuerpo a los 40 años se vuelve un desafío y a la vez una obsesión estética.
Los brazos se convirtieron en el nuevo reto fitness tanto para mujeres como para hombres y si no se han trabajado, es mejor empezar cuanto antes, ya que el deterioro es mayor a medida que pasa el tiempo sin entrenar.
“Todo músculo es entrenable, no vas a conseguir a los 50 tener la misma capacidad que uno de 20. Cualquier músculo que no muevas se atrofia y con el tiempo se lesiona, pero uno disminuye la probabilidad de tener lesiones si está acostumbrado a hacer ejercicio físico”, revela la médica deportóloga Alejandra Hintze (M.N. 114194).
La especialista señala que hay lugares del cuerpo donde se acumula más tejido graso que en otros, en las mujeres esto sucede en caderas y tríceps, mientras que en hombres en el abdomen. “La cuestión es que en el hombre, la grasa intraabdominal puede llegar a ser peligrosa si están muy excedidos, en cambio, en las mujeres el tema de los brazos es algo puramente estético”, aclara.
Para la profesional hay dos elementos esenciales a tener en cuenta si uno se plantea reducir la grasa en los brazos y tonificarlos: la disminución y la movilidad.
“Esa frase que escuchamos que dice que cuanto más tonificados estén los músculos más disminuye la grasa es un mito. No es que la disminuya o la consuma, sino que si hacés mucho ejercicio de brazos vas a tonificar pero no disminuir”. Asimismo, cuenta la deportóloga que para bajar la grasa lo que hay que hacer es tener un balance energético negativo, es decir, que entren menos calorías de las que se gastan.
Por otro lado, si lo que se quiere verdaderamente es tonificar y no reducir la grasa de los brazos, lo recomendado es hacer ejercicio localizado para trabajar esa zona corporal. “Lo que molesta no es que exista la grasa, sino que se mueva”, dice Hintze.
“El miedo a los brazos de Hulk es otro mito que hay con el entrenamiento, el brazo gigante llega a esa instancia porque complementan con otras cosas como proteínas especiales, esteroides anabólicos o simplemente son personas que se dedican al físico culturismo. En los casos más leves, cuando el brazo se hincha después de entrenar es porque la sangre bombea más después del movimiento del brazo”, sostiene Francisco Piperatta, el entrenador de los famosos también conocido como Oso Trainner.
En cuanto a ejercicios puntuales para hacer en el gimnasio o en la casa, Piperatta sugiere hacer los siguientes:
1) Push Ups
Estos se pueden hacer con el propio peso y sin necesidad de elementos externos. Tiene dos posiciones: con brazos abiertos hacia afuera tipo “rana” para trabajar esternón y pecho; o hacerlo estilo cerrado, donde la línea de los hombros sigue los brazos y trabaja tríceps y pecho.
En los casos de personas que estén acostumbradas a entrenar o hacer deporte diariamente, le pueden agregar un plus al push up haciéndolo con mancuernas; puede ser con el movimiento clásico con los codos pegados al cuerpo y las manos sosteniendo las mancuernas o sino alternando la subida y bajada de un brazo y después con el otro.
2) Paralelas
Estas se pueden hacer contra la pared o entre bancos. Este ejercicio trabaja tríceps y bíceps y se pueden practicar en un gimnasio o en casa. En el último caso, se hace elevación poniendo los pies arriba de una silla y los brazos atrás de uno en otra silla entonces la persona queda sentada en el aire y flexiona hacia abajo en forma de “L”.
3) Curl de bíceps
Como su propio nombre lo indica, se trabaja únicamente el bícep, pero de un modo concentrado. Es un ejercicio muy práctico y eficaz, se consiguen grandes resultados si se hace de la manera correcta. El mismo se hace con bandas elásticas largas o tensores. “Lo pisás con los dos pies y brazos pegados al cuerpo y los estirás de abajo hacia arriba llegando hasta el hombro”, dice el entrenador.
“Está bueno entrenar sin asistencia de máquinas porque ayuda a trabajar mejor la fibra y a que se dilate más la sangre. Cuando no usás pesas, exprimís el máximo tu propio cuerpo”, sostiene Piperatta. Y añade que deportes como nadar, hacer tenis o bicicleta son excelentes para alternar con entrenamiento de brazos porque oxigenan la sangre y mejoran la resistencia. “La inacción no paga, lo que sirve es la acción”, concluye.
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