Suele decirse que la realidad supera a la ficción, pero podemos realizar diversas lecturas de esta popular frase, según nos convenga. La ficción se adelanta, en muchos aspectos, a la realidad, ahí está la ciencia ficción, pero es cierto que la realidad acaba superando a la ficción dada la naturaleza del ser humano, contradictorio, expansivo, impredecible e inquieto. Los límites entre la realidad y la ficción pueden desaparecer, fusionándose sutilmente. Somos capaces de manipular la realidad y “ficcionarla” a nuestro antojo, como creador o espectador interactivo. Partiendo de esta premisa, añadiendo otro dato que también caracteriza a nuestra especie, el comportamiento absurdo del que muchas veces hacemos alarde, podemos situar ‘Los ensayos’, una de las últimas sensaciones del entretenimiento en ‘streaming’. Estrenada el pasado fin de semana en HBO Max, esta original serie ha sido la comidilla en los corrillos de entendidos en la materia, prescriptores y artistas con voz en las redes sociales.
Objetivamente, es una producción audaz e inaudita, que se mueve entre la comedia, la experimentación, el ‘reality’ y el drama, con un peculiar envoltorio que desconcierta al máximo, enfatizando el atractivo planteamiento: no dejar nada en nuestra vida al azar.
Nathan Fielder es el amo y señor de este llamativo formato. Es el creador, guionista, productor y presentador absoluto, léase un ‘showrunner’ de verdad. Su currículum le ha permitido levantar un proyecto cuyo ‘pitch’, la presentación de la propuesta para su venta, tuvo que ser fascinante. El programa, a pesar de lo que pudiera parecer con una simple lectura de su sinopsis, es bastante caro de producir. Imaginemos que no queremos dejar nada a su suerte en nuestra existencia, de tal manera que ensayemos todas las posibilidades que puedan surgir ante un tema importante.
Gracias a este tipo de iniciativas, que solo una plataforma de vídeo bajo demanda parece querer y poder impulsar, todavía es posible una televisión altamente estimulante.