Llevan un poco más de un año, sus fundadores están repartidos en tres continentes y ya tienen una valoración superior a los US$ 100 millones. Eso dice Nicolás Arqueros, emprendedor serenense y actual CEO de dcSpark, una de las empresas de blockchain más grandes del mundo, desde París, Francia. “Estoy aquí por estos días porque tengo una feria de tecnología, pero vivo en Estados Unidos”, cuenta.
Desde mayo de 2021 distintos fondos y empresarios han apostado por la compañía, que esta semana acaba de cerrar una cuarta ronda de financiamiento, que lideró Algorand Foundation, organismo que invierte en diversas firmas de blockchain y tecnología de código abierto. “Decidimos realizar rondas pequeñas para no liquidar mucho la empresa”, señala Arqueros.
Parte de los otros inversionistas institucionales que han apostado por dcSpark son Coinbase (uno de los exchange de criptoactivos más grandes del mundo), Solana Ventures, Arrington Capital, Wave Financial, entre otros. Respecto a los empresarios, está el cofundador de Cardano Charles Hoskinson, el exdirector ejecutivo de AngelList Naval Ravikant, y Balaji Srinivasan, exsocio general de Andreessen Horowitz y cofundador de Counsyl. También conquistó a dos emprendedores nacionales: Ignacio Canals, de Lemontech y Migrante, y Danton Viñales de Puntoticket.
En total, afirma Arqueros, han levantado más de US$ 10 millones.
Entender el modelo de negocios de dcSpark no es fácil, especialmente para las personas que no son expertas en criptoactivos. La empresa en su página web indica que construyen “productos cripto de alta calidad que unifican la experiencia del usuario dentro de los ecosistemas blockchain”.
Nicolás Arqueros, por su parte, añade un ejemplo: “Imagínate una empresa que crea el iPhone, pero no tiene el software para que los desarrolladores armen aplicaciones. Nosotros creamos el servicio para que ellos puedan montar distintas plataformas. La idea es ir a blockchains no tan conocidas para ayudarlos a construir su ecosistema. Ahí les llevamos todas las tecnologías que puedan necesitar para que crezcan más rápido”.
En otras palabras, crean productos para el mundo descentralizado (como la Web 3.0) de la mano de expertos de la industria. Básicamente, tienen en su ADN el fin de conectar a las distintas blockchain existentes y así potenciar el ecosistema cripto a nivel global. Uno de sus productos es Flint Wallet, una billetera digital que permite administrar criptoactivos y que busca operar en diferentes blockchains.
La Serena, Valparaíso y Nueva York
Nicolás Arqueros (35) se crió en La Serena y estudió ahí hasta que comenzó ingeniería civil eléctrica en la Universidad Federico Santa María, en Valparaíso. “Recuerdo que a finales de primer año le conté a unos amigos que tenía una súper buena idea para una startup”, dice. “Pero me dijeron que no iba a funcionar y me dieron una serie de conceptos económicos. Me frustré mucho”.
Fue ahí cuando además de la eléctrica, se matriculó en ingeniería civil industrial y estudió carreras paralelas. Ahí, apunta, logró aprender la base de los negocios.
Al salir de la universidad comenzó a trabajar en una empresa tecnológica, pero duró dos meses. Decidió crear Moblox, una compañía de desarrollo de aplicaciones móviles para iPhone y Android. Logró armar cerca de 30 aplicaciones, empleó a 15 personas y cerró diversos tratos con clientes en Estados Unidos y Chile. “Una de nuestras apps llegó a tener más de 300 mil descargas”, apunta.
Tiempo después, en 2014, fundó -junto con Nicolás Durán, Edward Alvarado y Hans Buckel- Cotalker, una empresa de comunicación corporativa que en 2021 levantó US$ 3,2 millones de múltiples fondos y empresarios, entre ellos Álvaro Jalaff y Patricia Angelini.
Al año siguiente dio el salto a Estados Unidos, porque su pareja -que era norteamericana- le propuso mudarse a Nueva York. “Nos quedamos en un departamento muy pequeño en Brooklyn, muy lejos del centro de la ciudad”, recuerda. “Necesitaba mejores ingresos y quería aprender, entonces me salí de Cotalker”, relata.
Postuló a varias empresas y quedó en dos: Facebook y Prefer, una startup fundada por Julio Vasconcelos, emprendedor brasileño que creó Peixe Urbano en 2010. Eligió la segunda. Ahí duró un poco más de un año. “En ese tiempo ya estaba muy interesado en la industria cripto, me quise dedicar 100% a eso”, cuenta.
Entonces trabajó en Emurgo, un fondo de inversión japonés liderado por Ken Kodama -un multimillonario nipón que ha invertido en decenas de compañías tecnológicas emergentes-, con un fuerte vínculo con esta industria. Ahí Arqueros creó Yoroi, una billetera cripto con 500 mil usuarios y donde se alcanzaron a acumular más de US$ 5 billones.
En paralelo, también formó parte del directorio de la Fundación Cardano en Suiza y participó de Dlab, uno de los fondos de venture capital enfocados en etapas tempranas más grandes del mundo. “Hasta ese minuto había visto más de mil startups y leído cientos de whitepapers (“manifiestos” detrás de muchos proyectos del mundo cripto)”, asegura.
Con el tiempo, sin embargo, comenzó a tener diferencias laborales con Ken Kodama, quien no hablaba inglés y que no apoyó diversos proyectos internos de Emurgo. Con eso en mente, junto con Sebastien Guillemot y Robert Kornacki -también antiguos empleados de la compañía- crearon dcSpark.
Era el 28 de abril de 2021.
La apuesta, según Arqueros, ha dado resultados.
“Las cripto abren las puertas”
Al igual que otros emprendedores, en la pandemia Arqueros se trasladó a Austin, Texas: en esa ciudad estadounidense había menos restricciones sanitarias. “Estaba todo cerrado en Nueva York. Y en San Francisco, está el tema de la delincuencia”, apunta.
Desde la capital de Texas lidera dcSpark. No tienen oficinas y todos los empleados -más de 45 – trabajan desde sus casas. “Un cofundador está en Japón, el otro en Polonia, mientras que una diseñadora vive en Ucrania y hay veces que debe trabajar media jornada porque se debe ir a un bomb shelter”, indica.
El CEO de dcSpark señala que uno de los principales activos de la industria de las criptomonedas es la libertad que le entrega a sus usuarios. “Creo que hay un control de las élites muy grande y las cripto pueden hacer un mundo un poco más equitativo, porque usualmente cuando hay problemas económicos la gente siempre disminuye su poder adquisitivo. Es difícil, pero las élites incluso a veces ganan plata”, indica.
Y agrega: “No estoy diciendo que nos vayamos al comunismo, pero no creo que el capitalismo esté funcionando. Entonces las cripto abren las puertas para que sea algo mucho más transparente y que existan oportunidades para todos. También se evita la lógica del quién conoce a quién. Eso me motiva mucho, porque soy de La Serena, nunca tuve contactos en Santiago y mucho menos en Estados Unidos, y todo lo que he logrado ha sido por mucho trabajo”.
¿Qué viene ahora? Arqueros dice que ya notaron la caída de las inversiones en el mundo venture y que por eso están diseñando un plan de crecimiento a tres años. Para 2022 proyectan lograr ingresos por entre US$ 7 y US$ 10 millones y seguir creando productos.