BANDA SONORA VALENCIANA
Armenteros y Herrero crearon la letra con la que Francisco ganó la OTI en el 81. «Yo era bohemio, soñador…», cuenta el cantante
También puedes escuchar este artículo locutado por su autora, Noelia Camacho:
Una canción que es una fotografía. El
retrato de un joven de 22 años que, ni corto ni perezoso –y gracias a su extraordinaria voz– puso condiciones a la primera discográfica que le quiso contratar para grabar su primer trabajo. Porque aunque era algo inexperto en el mundo de la música, tenía claro que para triunfar hay que rodearse de los mejores. Y por ello, de su garganta salió uno de los temas más populares de la música melódica en español nacido a principios de los año 80. Así es como se fraguó el que puede considerarse el mayor éxito del cantante valenciano
Francisco –nacido bajo el nombre de Francisco González Sarriá el 5 de febrero de 1959 en la localidad de Alcoi–.
El
intérprete alcanzó la fama en el año 1981 tras alzarse como vencedor en el prestigioso festival de la OTI de la Canción, que se celebró en México. Lo hizo gracias a ‘Latino’. «Es uno de los diez temas más cantados en los karaokes», narra a LAS PROVINCIAS el cantante valenciano, que abre el baúl de los recuerdos para rememorar cómo llegó a sus manos esos versos tan reconocibles para el público –«Bohemio/ Con la mirada de un loco risueño/ Algo poeta y forjador de sueños/Un vagabundo solitario al sol»–.
Ese joven Francisco de 22 años, que había comenzado a despuntar en la música por su impresionante timbre de voz, recibió la llamada de la discográfica Polygram para grabar un disco. Pero él lo tenía muy claro: quería rodearse de los mejores letristas del momento en España. Así que sugirió que las canciones debían estar escritas por Manuel Alejandro o Pablo Herrero y José Luis Armenteros. «Al final, ellos dos fueron los encargados de componer todas las canciones de aquel trabajo», cuenta Francisco. «El primer contacto que tuve con Armenteros y Herrero fue en la discoteca, aunque también era cafetería, Ring de la calle Colón de Valencia. Allí nos encontramos. Yo era muy joven y empezaron a preguntarme cómo era, si me gustaba el fútbol, qué tipo de pósters tenía en mi habitación… A la pregunta de cómo era yo, respondí exactamente lo que luego sería la canción.
Tenía 22 años y un montón de sueños. Les dije que era un hombre mediterráneo, bohemio, soñador… Ahí nació el tema de ‘Latino’», rememora el cantante.
Para él, Armenteros y Herrero plasmaron muy bien su personalidad en aquella canción. Y no fue la única. «También compusieron ‘La chica del póster’. Yo les conté que en mi habitación tenía fotos de Marilyn Monroe», dice entre risas. Sin embargo, el tema que llegó a despuntar hasta tal punto que fue elegido para la OTI fue ese que se iniciaba con «No es por casualidad/Que yo tenga el color/Del trigo en el verano…».
«La canción la grabamos en Madrid. Luego llegó la petición de que fuera a la OTI para representar a España en el año 1981. Enseguida dije que sí. Tengo muy poco que perder y mucho que ganar, pensé en aquel momento. Fue una sorpresa porque era la primera vez que escogían a alguien desconocido para ir al festival», recuerda el intérprete. Tanto que dijo que sí y, junto a los compositores, se marchó a México. «Recuerdo el día del certamen. Antes de la puntuación yo estaba seguro de que íbamos a ganar. Pero todos los que estaban a mi alrededor me estaban preparando para perder. Al final, fuimos los vencedores y por muchos puntos de ventaja», cuenta Francisco. ‘Latino’ fue la canción elegida, seguida por la de Argentina y, en un empate por el tercer premio, los temas mexicano y estadounidense, respectivamente.
«La gente canta ‘tengo el sabor de una copa de vino’ y es ‘tengo el calor de una copa de vino’», asegura el artista
«Me abrió todas las puertas. También en América Latina, donde había treinta millones de hispanohablantes. He conocido casi todo el mundo gracias a ‘Latino’», dice el músico, muy reconocido también por su interpretación del himno de la Comunitat Valenciana.
«Sentí que era un cañón de canción y luego, con el paso del tiempo, he visto que era así. Todo el mundo se la sabe. Aunque hay un trozo que la gente canta mal. Siempre dicen: ‘Latino, tengo el sabor de una copa de vino…’. Y no es así. Es ‘Latino’, tengo el calor de una copa de vino…’», cuenta riendo y restándole importancia. Para él, «es un tema que ha envejecido bien». «Hay canciones que tiene magia y no la pierden nunca. Otras, en cambio, por las circunstancias, no sobreviven tan bien al paso del tiempo. Pero ‘Latino’ es mi sello, mi bandera. Es una de las diez canciones más elegidas en los karaokes. Eso es motivo de orgullo y me alegra el alma», confiesa.
Para Francisco, fue tan buena su experiencia en la OTI que repitió en 1992. El festival se celebró en el teatro Principal de Valencia y el cantante alcoyano ganó de nuevo. Eso sí, con el tema ‘A dónde voy sin ti’, de José María Purón. Aunque, eso sí, no ha llegado a superar a ese ‘Latino’ que tiene el ‘calor’ –no el sabor– de una copa de vino. Ya se sabe, ‘Mitad señor, mitad correcaminos’.