Medellín (Colombia), 19 jul. En Urrao, un municipio colombiano bañado por ríos y rodeado por imponentes montañas, un restaurante encontró en la alimentación consciente el mejor vehículo para impulsar a productores orgánicos con una propuesta gastronómica saludable, acompañada por proyectos sociales y agroecológicos.
Lo que empezó hace cinco años como una ecotienda para apoyar en la comercialización de sus productos a campesinos que apostaron por cultivar alimentos libres de químicos se transformó en EcoUrmet food & market, un espacio en el que confluyen la comida sana, el cuidado del medioambiente y la agricultura limpia.
“Nos pareció muy bonito lo que hacían los productores orgánicos y decidimos ayudarlos. Conseguimos un local y empezamos en 2017 vendiendo sus legumbres”, contó a Efe Jorge Farfán, quien creó el ecorestaurante con su esposa, Leidy Montoya.
Ese primer concepto no funcionó. Y para evitar que las verduras y frutas se echaran a perder, empezaron a transformarlas en dips, hamburguesas vegetarianas y aromáticas de frutas, entre otros, para darle un giro al negocio, que fue fluyendo con mermeladas, conservas y llamativas innovaciones, como jugos de aguacate en distintas versiones.
“La cosa pegó tanto que tuvimos que ponernos a vender a domicilio. Ya no era vender legumbres, sino comida”, comentó el emprendedor.
LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO
Con la ayuda de amigos, vecinos y conocidos, la ecotienda fue tomando forma de restaurante. En el primer año, incluso, trabajaron con vajillas prestadas, mientras la propuesta iba evolucionando con apuestas novedosas en comida saludable, vegana y vegetariana y la venta de productos y verduras orgánicas cultivadas en la región.
Actualmente, 12 productores locales de Urrao, ubicado en el departamento de Antioquia (noroeste), abastecen la cocina y las vitrinas de EcoUrmet, que cuenta con 14 empleados y una huerta agroecológica para complementar la experiencia de los visitantes.
Además de servir comida saludable y orgánica, Jorge y Leidy tienen como premisa reducir, reciclar y reutilizar, apoyan emprendimientos conectados con su idea y participan en campañas ambientales.
“Tenemos muy claro que estamos impactando en el tema ambiental y social”, sostuvo el cofundador del restaurante, que ha recibido varios premios por tener “una propuesta de valor diferente y trabajar por el medio ambiente”.
ENFOQUE SOCIAL Y ECONÓMICO
Los agricultores con los que trabajan, además de comprar y comercializar sus productos, reciben acompañamiento social, capacitaciones en buenas prácticas y seguridad alimentaria y los estimulan para que inicien proyectos que favorezcan su economía.
“No solo garantizamos el comercio justo para los productores. Los apoyamos con la asistencia técnica de un ingeniero agrónomo y logramos que cada uno tenga su propia huerta para su alimentación”, detalló Farfán.
Y para ampliar las oportunidades de estos campesinos y de su agricultura limpia, iniciaron un proyecto productivo que ya dispone de un área de producción con empacadora al vacío y picadora industrial “para trabajar todo el tema de transformación de legumbres y hortalizas”.
A través del conocimiento que están adquiriendo con el Método Base de Aceleración (MBA), un programa que desarrolla la corporación Interactuar en alianza con la ONG belga ACTEC, el Gobierno de Navarra y la Fundación del Valle, los creadores del ecorestaurante proyectan convertirlo en un ejemplo de sostenibilidad con energía renovable y abrir una sede en el municipio de Santa Fe de Antioquia.