La presidente de la Unión Internacional del Notariado Latino (UINL) participó de Blockchain Summit Latam 2022. Destacó los aportes tecnológicos en la profesión pero hizo hincapié en que sean acompañados de tres pilares: inversión, capacitación y, en el caso de que sean necesarias, modificaciones legislativas graduales
Cristina Noemí Armella es la primera mujer presidente de la Unión Internacional del Notariado (UINL), que nuclea a 91 notariados de los cinco continentes, organización que cumple 74 años. En una entrevista con Comercio y Justicia, la escribana argentina se encargó de subrayar que en su presidencia el leitmotiv es “innovar sin perder la esencia” y que está convencida de que “hay que incorporar más tecnología sin perder presencia notarial ni seguridad jurídica, dación de fe, el ejercicio de las funciones de los mejores, capacitación permanente”.
Por primera vez, en la reciente edición 2022, la máxima autoridad notarial participó del Blockchain Summit Latam, evento que reunió a destacados referentes del ecosistema blockchain. Tras esa experiencia, en el diálogo la notaria dijo que cree que “técnicos y profesionales del derecho tenemos que trabajar absolutamente juntos”.
¿Qué opina de la introducción del blockchain en el ejercicio profesional del notariado?
China, que está incorporada a nuestra organización internacional y que se ha vinculado a partir de los primeros años de este siglo al ejercicio de la función pública notarial, lo hace a través de la tecnología del blockchain. Pero, así como esa mentalidad del notariado chino, que cuenta con la tecnología y las herramientas necesarias, lo pudo poner en práctica, las asimetrías que tenemos en los demás continentes es realmente abismal.
Por tanto, lo que nosotros decimos es que es una tecnología que tiene muchos avances y muchas ventajas para el ejercicio de la función pública notarial pero que, acompañada justamente de un notario, le da aquella certeza que necesitan determinadas circunstancias. Sobre todo, para vincularla con todo tipo de contratación que se realiza en sede notarial, como también en todo el ejercicio funcional que tenemos en atestaciones de decir verdad y en la certificación de firmas, específicamente digitales, que es lo que está implementando ahora, paso a paso, el país. Argentina no es uno de los notariados más avanzados en esto, estamos dando los primeros pasos. Primero hay que generar una enorme capacitación y una acceso a toda esta información no solamente a los notariados de base, quienes son los que lo tienen que aplicar, sino también a toda la dirigencia de los diferentes notariados y del ámbito nacional. En el país tenemos una estructura piramidal de gobierno de los 24 notariados en la República Argentina, por lo cual cada uno tiene su propia ley local, su idiosincrasia, deben respetarse las autonomías locales; ningún colegio (de Escribanos) más que Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires y algo Córdoba, ninguno tiene un desarrollo tecnológico de futuro.
Como soy una convencida de que el notariado tiene que estar vinculado con estos temas, por eso trabajo en ellos, pero sólo estaríamos comenzando a transitar un camino que es largo, y esto se hace también con avances y retrocesos, pero la aportación de la tecnología al notariado es fundamental pero necesita de pilares fundamentales.
¿Cuáles son esos pilares?
Uno es la inversión y no todos los colegios notariales del país tienen la misma posibilidad de hacer inversión, se puede vincular inversión a través del Banco Interamericano de Desarrollo, algunas líneas de crédito en este sentido que sería interesante abordar.
La inversión debe estar acompañada de todos los Estados y los gobiernos que nos puedan proveer conectividad, que es fundamental.
También se necesita mucha capacitación. Yo vengo del palo académico, tengo 42 años de docencia universitaria a nivel de posgrado, con dos titularidades por concurso en la Facultad de Derecho (UBA) y soy rectora de la Universidad Notarial Argentina, yo capacito, y sin una enorme capacitación con respecto a estos temas y sin un acercamiento a todos los notarios y notarias del país a este tema, tampoco es posible avanzar.
Y, por supuesto, en el caso de que sean necesarias modificaciones legislativas, éstas tienen
que ir gradualmente. Todo esto involucra blockchain y otras tecnologías. Pero, en particular, las ventajas que está dando el blockchain, tokenización y hablar en un vocabulario novedoso y quizás extraño para el notariado, también es necesario.
La tecnología avanza inexorablemente en todos los campos…
Considero que hay que acompañar este crecimiento que la sociedad empieza a evidenciar y darle también a la comunidad y a quienes se acercan a la vida negocial y tienen posibilidades de gestionar su propio patrimonio. Incluso a quienes tienen posibilidades aún de ingresar a mercados alternativos, que son los que le proveen las monedas digitales cuando son expulsados de la actividad bancaria o que la actividad bancaria regular no los contiene. Todas estas cuestiones aparecen novedosas, con la asesoría y participación de un notario por la cercanía que tiene con la persona humana y con la herramienta tecnológica.
Estamos trabajando el concepto de vulnerabilidad digital, que es lo que todos padecemos frente a una herramienta que no conocemos y mucho más el común de la gente.