Puede considerarse positivo para ambos países el primer diálogo de los presidentes Biden y López Obrador en la Casa Blanca. Positivo, por los dos temas abordados que tienen un carácter de prioritario interés en el desarrollo presente y futuro para ambos países: Migración y Economía, dos crisis en las que la colaboración es insoslayable. En la primera reunión sostenida por los presidentes Biden, de Estados Unidos, y López Obrador, de México, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, frente a frente y sin otros funcionarios, se abordó el tema de la migración. Nunca antes la frontera entre ambos países tuvo una crisis migratoria como la actual, por el número de migrantes que buscan llegar a EU después de atravesar México, por el carácter de la migración que incluye a familias enteras, a niños frecuentemente no acompañados y en las que destaca la migración de países centroamericanos, por la crisis humanitaria que representa, por las muertes y deportaciones que vulneran los derechos humanos.
El Presidente de México planteó el problema migratorio, que tiene diversos ángulos. Reiteró una serie de propuestas relativas a diversas acciones anteriores y a que EU y México puedan desarrollar algo parecido al Programa Bracero que permitió legalmente el trabajo de migrantes durante la II Guerra Mundial y de 1942 a 1962. El presidente Biden lo consideró imposible por ahora y destacó el hecho de que ya se han otorgado alrededor de 300 mil visas de trabajo temporal para trabajadores. La realidad es que, por un lado, EU requiere mano de obra, principalmente en la agricultura, la construcción y otras actividades, y por otra parte, decenas de miles de centroamericanos, mexicanos, latinoamericanos, africanos y de otras nacionalidades buscan desesperadamente empleo fuera de sus países que les permitan sobrevivir frente a la falta de trabajo, la violencia y la inseguridad para sus familias. La situación es crítica.
La reunión de López Obrador con Biden fue un buen encuentro, dada la insoslayable colaboración que quedó evidenciada en el comunicado conjunto: Se buscará fortalecer la colaboración para enfrentar desafíos nacionales, regionales que pueden incluso ser considerados globales, en el centro de los cuales puede considerarse la inflación que golpea igual a México que a Estados Unidos, así como los intercambios comerciales entre dos países que son socios junto con Canadá del TMEC.
El panorama trilateral y mundial obligaba a encontrar fórmulas para atender los problemas de suministro, empleos, crisis económicas y laborales, y en ese marco puede afirmarse que las dos reuniones en Washington de Estados Unidos y México, arrojaron resultados positivos, en los que destaca el compromiso de invertir en infraestructura y modernización de puertos de tierra en la frontera común de México y Estados Unidos. La modernización planteada tendría un efecto positivo en los intercambios comerciales entre ambos países, incluyendo a Canadá.
Puede afirmarse que la reunión empresarial de Alto Nivel alcanzó acuerdos importantes cuyo desarrollo deberá avanzar en la próxima reunión empresarial de los tres países socios del TMEC.