Salía Joan Plaza de Zaragoza, donde ha sido uno de los ponentes del Curso Superior, rumbo a Barcelona, con la satisfacción del deber cumplido. Primero, por “esa sensación de deuda al baloncesto” que le obliga a compartir su conocimiento. Y después, por el buen rato de convivencia con los entrenadores inscritos, tanto en la conferencia como después de ella.
Campeón de la Liga ACB, de la liga lituana, de la Eurocup… Joan Plaza es uno de los entrenadores españoles con mejor palmarés, y uno de los técnicos estrella en el Curso Superior de 2022. Se ha pasado por Zaragoza para hablar de la ‘construcción de un sistema defensivo’, pero sobre todo para compartir unas horas con los 191 entrenadores inscritos con ganas de seguir formándose. Como dice él “a mí me han visto siempre en la banda de un pabellón, con traje y corbata, serio y gritando… y ahora me ven en el hotel, después de cenar, con una cerveza, y contando cosas o escuchando sus anécdotas, y todo se normaliza.”
¿Cómo ha sido la experiencia del Curso Superior?
No deja de sorprenderte la cantidad de gente con la inquietud de seguir aprendiendo, de invertir dinero y días de vacaciones en seguir formándose. Además, en la época en la que estamos. Creo que el colectivo de entrenadores tendemos a ver el vaso medio vacío y hay mucha savia nueva con ganas de baloncesto. La experiencia ha sido tremendamente positiva.
¿Después de la pandemia, cada evento que se organiza, se disfruta más?
Claro, cuando llevas tanto tiempo con conferencias online, reuniones virtuales… se agradece el contacto físico con la gente. La conferencia se alargó a más de 3 horas, pero cuando llegamos al hotel la gente tenía ganas de más, de seguir compartiendo presencia.
Eso es la magia de la fase presencial ¿no?
Sí. Ven a los entrenadores de élite y los ven como gente normal, que sienten y padecen igual que ellos. Se trata también de normalizar la profesión. A mí me han visto siempre en la banda de un pabellón, con traje y corbata, serio y gritando… y ahora me ven en el hotel, después de cenar, con una cerveza, y contando cosas o escuchando sus anécdotas, y todo se normaliza. A partir de ahí, podemos aconsejarles cosas y, sobre todo, animarles a que sigan luchando por ese sueño que es entrenar un equipo o dirigir un grupo humano.
El tema era la construcción de un sistema defensivo… ¿Qué quisiste transmitir a los alumnos?
La defensa es la parte más ingrata. Si pones a varias personas a jugar al baloncesto cogerán el balón y se pondrán a tirar. Ninguno va a ponerse a defender. Lo que quise transmitir es cómo lograr que una construcción defensiva sea amena, con ejercicios cortos divertidos tanto para el ataque como la defensa. Se trata de desmitificar que la defensa es un calvario. Y aunque lo sea, es difícil tener un equipo que juegue siempre a 100 puntos y gane. La charla era cronológica empezando por el balance defensivo y terminando por el rebote.
¿Y útil para los distintos tipos de alumnos del Curso Superior?
Creo que sí. En un clínic es diferente. Aquí te encuentras con una amalgama de entrenadores con diferentes realidades: había entrenadores de formación, de élite, especializados en scouting… Creo que había ejercicios y sugerencias que les pueden servir a todos.
Siempre se habla de la predisposición de los técnicos de élite para participar en el CES… ¿es un compromiso de los entrenadores para compartir el conocimiento?
En mi caso siempre tengo la sensación de deuda. Quizás sea un tema personal, porque tardé en llegar a ser profesional. Y una vez que pude vivir de lo que siempre soñé, he pensado que necesito devolver lo que el baloncesto me ha dado. Prefiero compartir conocimientos, ejercicios… no esconder nada. De hecho, tengo una web y un twitter para eso, para compartir cosas. Quizás es lo que me hubiera gustado encontrar a mí cuando empecé. Creo que es mi forma de vivir y lo siento como un deber.
¿Y cómo ves la formación del entrenador en España? ¿Los jóvenes están mejor preparados que antes?
No lo digo como propaganda, ni por ponerme la bandera, sino por experiencia y por ser el primer español en un club de Euroliga extranjero: los entrenadores españoles son de los más preparados del mundo. El entrenador español es capaz de darle sentido a un grupo, ya sea con buenas o malas piezas. Y no es opinión, es estadística.
Lo que también parece es que hay más salidas profesionales al entrenador superior…
Es evidente que cada vez los equipos técnicos son más numerosos: dos o tres ayudantes, especialistas en big data, en ‘scouting’, psicología, nutrición… cada vez se requiere más gente. En el curso me he encontrado algunos alumnos interesados en ser directores deportivos. Es una buena opción y siempre es mejor para gestionar un grupo tener la mejor formación posible.