Detrás de sus lentes y su sonrisa poblana, Ordaz utilizó el primer boleto de la Línea 1. Se subió a los trenes rodeado de decenas de personas, y en ese microcosmos, el entonces presidente se llevó algunos aplausos. O eso mostraron las cámaras todavía en blanco y negro.
Era otra Ciudad de México. Ni siquiera se llamaba oficialmente así. Aún se sentía la resaca de las Olimpiadas de 1968. Estudiantes y líderes sociales se escondían de militares y otras autoridades que ya tenían las manos llenas de sangre tras la matanza de Tlatelolco.
Dieciséis estaciones entraron en operación en ese septiembre de 1969. En los siguientes años se concluyeron los tramos Chapultepec-Juanacatlán, Juanacatlán-Tacubaya, Tacubaya-Observatorio y Zatagoza-Pantitlán.
La Línea Rosa cuenta ahora con 18 kilómetros y 828 metros de longitud. Tiene 20 estaciones (7 de correspondencia, 12 de paso y una terminal). Se conecta con las líneas 2, 3, 4, 5, 7, 8, 9, A y B, es decir, con nueve de las otras once rutas con las que cuenta el Sistema de Transporte Colectivo (STC).
Lo que viene
“Está bien difícil, si de por sí salir de Tláhuac es tiempo, ahora llegar a puntos más alejados como la Zona Rosa, todo un tema”, dice Ivett, quien usa la Línea Rosa sólo para conectarse con la Línea Verde, la que corre de Constitución de 1917 y Garibaldi.
“Ya me imagino el colapso en la ciudad por el cierre de la Línea 1, y todo por no prever. ¿Y que la Línea 12 no iba a estar funcionando en junio de este año?”, opinó Alberto, usuario de redes sociales.
Contrario a sus palabras, opina la usuaria Ia Gaba, quien señala que es muy necesaria la reparación de la Línea 1 del Metro.
Serán miles lo afectados. Serán miles los que desde el lunes cambien sus rutinas. Habrá estaciones provisionales que ya están siendo construidas, en el momento en que se leen estas líneas. Ahí llegarán los autobuses que simularán el espejo de esta ruta.
El cirre se debe a que por la magnitud de los trabajos éstos no pueden llevarse a cabo solo de noche o por estación porque el STC Metro sólo frena su operación de tres a cuatro horas al día.
De acuerdo con autoridades de la capital, el lapso es muy corto para tareas de ingreso de maquinaria, retiro de materiales y sustitución por nuevos componentes.
La primera fase dejará suspendidas 12 estaciones durante ocho meses. Se trabajará, en ese periodo, desde Salto del Agua hasta Pantitlán. Durante ese lapso habrá servicio de apoyo a usuarios.
En el tiempo de cierre ocurrirá la adquisición de 29 trenes nuevos. Se incrementará la capacidad de transportación en 35%; habrá pasillo continuo al interior de los trenes, lo cual generará mejor ventilación; se reducirán los tiempos de espera y traslado; se eliminarán las fallas que hay hoy, y se mejorará el servicio. O eso dicen autoridades de la capital.
“Lo más complejo es que en un espacio tan reducido como lo es el túnel, es que hagamos convenir la obra civil y la instalación de los sistemas tecnológicos, como la red de telecomunicaciones. Esa logística nos ha tomado planearla y la idea es compactar los tiempos y hacerlo de la manera más organizada para hacerlo en ocho meses”, dice David Escalante, ingeniero encargado del proyecto.
“Otros proyectos en el mundo al tomado de tres a ocho años. Estaremos haciéndolo en un tiempo reducido. Más de 800 personas ya están trabajando en la etapa de ingeniería. Para la etapa de obra, la que ya va a empezar, la del retiro de material, otras 200 en el túnel, más los equipos de control, unas 200 más. En la parte de elaboración de trenes hoy ya hay más de 150 personas en Querétaro”, detalla.
De acuerdo con el ingeniero, las autoridades trabajarán con tecnología de punta. “Tenemos los mejores elementos de tecnología internacional. Con alemanes, franceses, españoles”.
“La Línea 1 ya tiene 53 años. Su vida se ha extendido porque durante todo este tiempo se han cambiado algunos materiales, con mantenimiento. Estamos construyendo una nueva Línea 1. Todos los elementos serán nuevos. Renovación integral permite tener una Línea nueva, con todos los elementos funcionales”.
En el Metro Balderas se construirá un andén provisional que permitirá a los usuarios entrar y salir.
“Podríamos mantenerla en igualdad de circunstancias, pero habrá mejoras en el servio. La edad de la Línea implica contra con interrupciones por cortes de energía o otras fallas del sistema. Se detendrán esas situaciones y aumentará la capacidad de transportación y serán más rápidos los traslados”, dice Escalante.
Las autoridades de la capital mexicana aseguran que los usuarios se verán beneficiados a partir de la renovación.
Desde el sábado 9 de julio se comenzará con la operación. Se llevará a cabo el corte de energía. Personal iniciará el retiro de cables y se preparará la zona para la entrada de maquinaria que trabajará durante los próximos ocho meses.