Para el politólogo Martín Reyes, la crisis que viven las tres dirigencias “va mucho más allá de quién está en la presidencia de un partido. Es decir, si el día de mañana se va Marko Cortés, se va ‘Alito’ Moreno o se va Zambrano y llega alguien más con los mismos procedimientos y con decisiones cupulares, creo que no va a cambiar nada”.
Mientras, Baños Martínez, exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE), estima que frente a los cuestionamientos que vive cada partido, lo primordial es afinar las estrategias internas y externas para enfrentar los compromisos electorales venideros.
“Una separación de las dirigencias solo podría revivir las disputas internas de los partidos, y hoy –más allá de tener pleitos internos para definir quiénes son los dirigentes y quiénes van a conducir las negociaciones al 23 y 24–, PAN, PRI y PRD tienen que afinar sus estrategias y dialogar con la militancia”, aconseja.
Crisis más allá de las dirigencias
“Una reacción natural de los militantes de los partidos es solicitar la renuncia de su dirigencia frente a los magros resultados obtenidos en las pasadas elecciones de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, en la que como alianza, Va por México solo retuvo las dos primeras”, explica María Marván.
“En un sistema democrático, el problema no son las diferencias, el problema es que se quieran resolver sin apego a la normatividad. Los estatutos no son ley, pero es importante que los respeten”, añade.
–¿Conviene o no un cambio de dirigencias?– se le pregunta.
-La verdad, es que es una pregunta muy difícil de contestar. Si el cambio de dirigencia va a suponer una ruptura en el partido, no les va ayudar a avanzar hacia el 23 y mucho menos, al 24.
Y si el cambio de dirigencia se da mediante un acuerdo entre las dirigencias de cada uno de los partidos y sus bases de militantes y, lo hacen de una manera ordenada y sobre todo llegando a consensos, puede ser que la renovación les ayude a tener una mejor tracción para los futuros comicios.
–¿Morena se vería beneficiado por alguna ruptura?
-Así es. Creo que son dos temas diferentes. Uno, es cómo procesen al interior de cada partido sus diferencias y dos, si eso los va a cohesionar o no.
Aquel seis de seis que cantaban los dirigentes de #Morena se quedó como una tontería más. Hoy ganamos y ¡hay tiro para el #2024 con la coalición Va Por México!. pic.twitter.com/NlkM6Tclyi
— Jesús Zambrano (@Jesus_ZambranoG)
June 6, 2022
Para la excomisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), no se puede afirmar “que si forzosamente (los tres partidos) van juntos, ganan. Eso, desgraciadamente, no lo podemos saber. Todavía hay muchas interrogantes de aquí al 24.
“Decir que ‘unidos van a ganar’, y lo pongo entre comillas, la verdad es un deseo que puede o no completarse. Hablar y decir que ‘si cambian a las dirigencias, se va a romper la alianza’, tampoco necesariamente es cierto”, externa.
La politóloga y socióloga mexicana estima que vivimos un escenario muy complejo en el que tenemos por un lado a Morena y sus aliados (PT y PVEM) viviendo sus procesos internos y el proceso conjunto, aunque tampoco funcionan como un solo partido. Y por el otro lado, PAN, PRI y PRD tratando de integrarse como un solo equipo pensando que así llegan más fuertes.
“Sí hay claramente signos de una crisis interna tanto en el PAN como en el PRI, como en el PRD, y en la manera en la que la resuelvan va a ser la posibilidad de éxito que tengan en una alianza.
“Si sacan a Alejandro Moreno –por hablar del PRI–, a la mala, y eso genera una ruptura en el partido, estamos en un muy mal escenario. Por otro lado, si se queda a la mala y eso genera una ruptura del partido, estamos en una muy mala posibilidad de que salgan fortalecidos. La única forma en que salgan fortalecidos es que procesen sus diferencias a partir de los acuerdos que puedan llegar a tener”, aconseja.