Héctor Castiñeira (Enfermera Saturada), Esther Gómez, Guillermo Martín (Farmacia Enfurecida) y Elena Casado.
Para Martín, “sería necesario regular quién puede hablar de salud y quién no a través de Internet”. “Este problema es habitual, muchos influencer hablan en sus redes sobre medicamentos y temas sanitarios sin tener ni idea, y ponen en riesgo a la población”, explica, admitiendo que “para los creadores de contenido con un público muy amplio de seguidores debería de estar más controlado, mediante una medida que les limitara hablar de ciertos asuntos”.
Guillermo Martín: “Una medida parecida a la de China sería eficaz para combatir la desinformación” |
Además, aunque es consciente de su complejidad, el tuitero Farmacia Enfurecida, asegura que “sería factible que todo aquel que hable de un determinado tema sobre salud en redes sociales, tuviera que acreditar estudios sobre el tema del que habla”. “La persona que hable de medicamentos en internet debería contar con la carrera de Farmacia, como si hablas de nutrición, también debería contar con esa formación”, afirma. Por esta razón, el farmacéutico admite que “una medida así sería eficaz para combatir la desinformación”, ya que al certificar que una persona tiene conocimientos sobre los que habla, “priorizas más su opinión que la del resto”.
Más recursos económicos para combatir la desinformación sanitaria en internet
No obstante, Elena Casado, anestesióloga, reconoce que implantar una medida así, “limita la libertad de expresión”. “Prohibir hablar de ciertos temas quizá no sea la solución, pero lo que sí debería regularse de forma efectiva es el hecho de dar consejos o promocionar terapias”, afirma a este periódico, admitiendo que “también se debería de invertir más recursos en perseguir la desinformación y los bulos”.
Elena Casado: “Hay divulgadores científicos |
Además, Casado incide en que “hay pseudociencias y estafas que en algunos casos parten de los propios profesionales de la salud con intereses económicos e incluso respaldados por las administraciones”. Por ello, la facultativa señala que “hay divulgadores científicos que no son médicos pero sus comunicaciones son reales y enriquecedoras” y que lo importante no es tanto “la materia en la que te has formado, sino el rigor con el que informas de ello”. “No considero fundamental que cuentes con una formación específica de ciertos temas, lo necesario es que la información esté contrastada y no genere desinformación en los receptores”, confiesa Casado.
Por su parte, Esther Gómez, enfermera popular en redes sociales bajo el nombre de ‘Mi enfermera favorita’, afirma que aunque “con muchos matices”, una propuesta similar a la llevada a cabo por el gobierno chino se podría implantar aquí. Sin embargo, reconoce no estar a favor de que tan solo personas con estudios en Medicina puedan divulgar a través de internet. “Consumo información de otros profesionales que no son médicos y aprendo de ellos también”, señala la profesional que tiene más de 170 mil seguidores en Instagram.
Esther Gómez: “Las medidas para |
En cuanto a la formación académica que deberían tener los creadores de contenido a la hora de comunicar sobre asuntos sanitarios, Gómez reconoce que tendría que ser “necesario, por una cuestión práctica, que contasen con estudios relacionados con dichos asuntos”. “Al fin y al cabo, antes de ir a una consulta médica, todos buscamos información en Internet”, señala. Además, la sanitaria propondría que “cada profesional sanitario etiquetase sus estudios en su perfil de redes sociales”, para que la gente también tenga “constancia de la formación de la persona que le está dando consejos sobre una dolencia o un tema determinado”.
¿Cómo terminar con los bulos sobre salud en redes sociales?
Gómez también hace especial hincapié en que aunque este tipo de medidas de control pueden ayudar a frenar bulos, no son la solución definitiva. “Puede disminuir las desinformaciones, pero las plataformas son libres y para eso están creadas; para compartir contenido”, explica.
Por último, Héctor Castiñeira, el enfermero detrás del famoso perfil de Enfermera Saturada, admite que “teniendo en cuenta la proliferación de desinformación en materia de salud que sufrimos a diario en la red, podría ser una buena medida implantar una normativa similar”. “Cualquiera puede crear un perfil falso en una red social haciéndose pasar por nutricionista o fisioterapeuta y dar consejos peligrosos para la salud, y eso no debería poder ser así”, admite.
Héctor Castiñeira: “La medida más |
Sobre la formación que se debería requirir, Castiñeira reconoce que “habría que tener en cuenta el nivel del consejo sanitario que se está dando”. “No es lo mismo hablar de fotoprotección solar en general, que es un consejo que podría dar cualquier sanitario, que hacerlo para personas con determinados problemas dermatológicos”, reconoce, afirmando que “hay que saber separarlo”.
El enfermero también confiesa que “aunque es complicado ponerle muros a las redes, sí se podría mejorar la situación actual”. Además, afirma que una de las medidas más urgentes sería “acabar con los perfiles falsos en redes”, ya que considera que con esta norma se acabaría parte de la desinformación. “No podemos fiarnos del primer avatar con bata que aparece”, concluye.
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