“La mayoría de los chilenos saben que tuve un pasado muy lindo en la Católica, desde los nueve años. Tenía la necesidad de volver, para estar con mi familia. Quería saber lo que era el fútbol chileno”. Estas palabras le corresponden a Mauricio Isla, luego de su estreno con la camiseta de la UC, ante Unión San Felipe, por el duelo de vuelta de la tercera fase de la Copa Chile. A los 34 años, el bicampeón de América con la Roja tuvo su debut en el balompié nacional. Y destacó de inmediato, con dos asistencias para la victoria de los cruzados sobre el Uní-Uní, en San Carlos de Apoquindo.
Con la 4 en la espalda, el dorsal con el cual se convirtió en un emblema de la Generación Dorada de la Selección, Isla desembarca en el país no solo por un tema familiar (estar más cerca de sus afectos), sino que también para empezar a saldar una deuda. Cabe recordar que el Huaso debutó como futbolista profesional con la camiseta de Chile: el 7 de septiembre de 2007, en un amistoso ante Suiza (en los prolegómenos de la era Bielsa).
El exfutbolista del Flamengo encabeza la lista de los refuerzos de cara a la segunda parte del año en el fútbol nacional. Pero, particularmente, hay una tendencia que marca esta ventana de pases: las vueltas. Para Isla es la primera vez en las canchas chilenas tras desarrollar su carrera en el exterior, no obstante integra una variedad de jugadores que retornan a estos territorios después de experiencias afuera, con más o menos éxito.
La segunda rueda del Torneo Nacional parte este jueves, con el partido entre Ñublense y Audax Italiano en Chillán, y la UC ha remecido el mercado. Al arribo de Mauricio Isla se une el acuerdo con César Pinares, uno de los objetivos de Ariel Holan, hasta 2024. El volante zurdo fue clave para los cruzados entre 2019 y 2020, ganando tres títulos: Supercopa de Chile ‘19 y los Torneos Nacionales de ‘19 y ‘20. Vuelve a Chile después de un par de años afuera, primero en el Gremio de Brasil y luego, en el Altay de Turquía. En la temporada 2021-2022 disputó 29 partidos con el elenco turco, que descendió a la segunda categoría. Sumó 2.015 minutos, y aportó con tres goles y cuatro asistencias.
En Santa Laura también tienen caras nuevas. Unión Española, uno de los punteros del campeonato, se reforzó con el uruguayo Octavio Rivero, que vestirá su cuarta camiseta en el fútbol local. El ariete de 30 años estuvo en O’Higgins, Colo Colo y Unión La Calera. Entre medio, pasó por la MLS y la Liga MX. Rivero llega a los hispanos como agente libre, luego de su salida de los cementeros el año pasado. El jugador, quien llega a utilizar el cupo del peruano Paolo Hurtado, no juega desde el 8 de septiembre de 2021, por La Calera, ante Wanderers.
Coquimbo Unido tiene como gran objetivo la permanencia en Primera. En ese afán, los piratas consiguieron el fichaje de Ignacio Jeraldino. Con 26 años, el ariete retorna al país luego de una estadía agridulce en México. En Norteamérica no pudo refrendar, con goles, lo que había realizado en Audax Italiano, lo que propició su transferencia. Contando su paso tanto en Atlas como en Santos Laguna, el otrora seleccionado juvenil anotó solo cuatro goles en 62 encuentros por la Liga MX. En su minuto Colo Colo sondeó a Jeraldino, sin embargo el delantero va a Coquimbo. Usará la 19, que dejó vacante Tobías Zárate.
Otro retorno al fútbol chileno es el delantero argentino Maximiliano Salas. El futbolista de 24 años dejó una grata impresión en su paso por O’Higgins de Rancagua, entre 2018 y 2019. Aquello le permitió dar el salto hacia la liga mexicana, siendo contratado por el Necaxa. En los Hidrorrayos, sumó 85 partidos de liga, anotando en 12 ocasiones. Palestino lo fue a buscar y lo trajo a La Cisterna, hasta el final de la temporada, con opción de compra.
El último en unirse a este grupo es Nicolás Peñailillo, quien retorna a Deportes Antofagasta luego de su paso por Unión de Santa Fe, donde jugó 22 partidos y convirtió un gol (a Boca Juniors, en 2021).
Las vueltas no solo están de cara a la reanudación de la Primera División. También sucede en el Campeonato Ascenso, ese que comanda Magallanes con campaña de campeón.
Deportes Iquique se encomienda a Ramón Fernández para mejorar su performance, que los tiene en el décimo lugar de la clasificación. El transandino naturalizado chileno, de 37 años, volvió al país luego de su estadía en el Club Atlético Atlanta, de la Primera Nacional (la segunda categoría argentina), luego de no continuar en O’Higgins. Los Dragones Celestes son su quinta camiseta en Chile. “Mi motivación para venir fue meter a Iquique en el lugar que se merece, que es Primera División. Iquique es una plaza que necesita y merece estar en Primera”, declaró el exvolante de Colo Colo y la U.
Uno que le promete goles a San Luis de Quillota es Milton Caraglio. El ariete argentino, quien causara una grata imagen durante su estadía en Rangers, en 2012, desembarca en el torneo de la B luego de un largo viaje por ocho elencos en Italia, Argentina y México. Los Canarios están en la parte baja de la tabla: a cuatro unidades del colista (Recoleta).
El retorno más curioso fue el de Marcos Velásquez. El experimentado zaguero, identificado hasta la médula con Everton, se fue a jugar a Centroamérica. Sin embargo, su periplo en el Vida de Honduras se terminó repentinamente (su seguridad se vio amenazada tras ser encañonado) y volvió al país, para fichar en Santiago Wanderers. Cruzó la vereda ante el requerimiento de los caturros, que aspiran al despegue definitivo con Miguel Ponce.