Los denominados “jolgorios universitarios”, que cada cierto tiempo convocan a miles de jóvenes en torno al campus de la Universidad de Concepción (UdeC), se han transformado no sólo en un espacio espontáneo de convivencia (se realiza el llamado a través de redes sociales), lamentablemente también en una tradición que genera desorden y basura en el espacio universitario y sus alrededores, como Plaza Perú.
El tema preocupa y contrario a lo que se pudiera pensar, no sólo a quienes están a la cabeza de la casa de estudios, igual es un tema que afecta a profesores, administrativos y estudiantes, que tienen que vivir en medio de ese ambiente, post festejos. Pero, a ellos se suman vecinos y autoridades políticas.
Todos coinciden en un urgente llamado: cuidar el campus. Se trata de uno de los espacios más reconocibles de la ciudad, que invita incluso a turistas a recorrerlo.
De hecho, desde 2016 cuenta con una declaratoria nacional, bajo la ley 17.288 de Monumentos Nacionales, en la categoría de monumento histórico (ver recuadro en la página 8).
“El campus Concepción de nuestra universidad es patrimonio de toda la ciudad y de la Región. A través de su historia, ha facilitado una convivencia armoniosa entre la comunidad universitaria y la ciudadanía penquista, la que se ve reflejada en las múltiples actividades abiertas a la comunidad y como este espacio abierto es permanentemente visitado y reconocido como un hito de la ciudad”, comentó el rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra.
En ese sentido, agregó que “esto nos debe llevar a todas y todos a cuidar en forma integral este patrimonio de la ciudad, que permita que en todo momento las familias y personas individualmente puedan visitarlo. Esto involucra desde lo más básico, que es respeto a todas las personas que visitan y trabajan en el campus, al cuidado de la infraestructura y sus áreas, así como erradicar toda forma de violencia, delincuencia y microtráfico que pudiera ocurrir en este espacio emblemático de encuentro y esparcimiento de toda la comunidad”.
Y las palabras de la autoridad universitaria no son exclusiva. Ya hace unas semanas, e independiente de las festividades espontáneas, desde la Dirección de de Servicios Estudiantiles (Dise) había efectuado un llamado a mantener la limpieza del campus, en particular, en espacios comunes como canchas y casinos.
Junto con ello, el pasado 6 de junio, Radio UdeC inició la campaña “Mantengamos limpio el campus”, instancia que pretende crear conciencia entre quienes visitan y desarrollan actividades en la casa de estudios.
Pero también están los vecinos del campus universitario y las autoridades, quienes se suman a este llamado. Lo anterior, considerando, además, la política de reciclaje que impulsan quienes viven en las cercanía de Plaza Perú y el interés de mantener el espacio con vida.
El alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, a propósito de los hechos suscitados recientemente en el Campus, comentó que “la coordinación es permanente con la UdeC, puesto que la casa de estudios está al interior de la ciudad”.
Y aunque reconoció que “es difícil poder controlar estas convocatorias que son espontáneas, que se realizan desde hace bastante tiempo”, también rechazó los efectos que dichas instancias generan a la ciudad y, particularmente, al Campus universitario.
La política de “puertas abiertas” de la UdeC
El alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, si bien dijo entender que “cualquier persona en este país tiene la posibilidad de reunirse con quien quiera, algo que hoy favorece el uso de las redes sociales”, enfatizó que “los destrozos y la basura que queda es algo que como municipio rechazamos completamente”.
Destacó que las actividades que se organizan dentro de la Universidad de Concepción responden a la política de puertas abiertas que tiene la casa de estudios que destacó, pues “cualquiera, sea o no estudiante, puede ingresar al campus”. Pero, entendiendo que esto muchas veces se transforma en un problema que sale del Campus, desde el municipio se han desplegado operativos de seguridad en las cercanías de la UdeC, en coordinación con Carabineros, vecinos y propietarios de locales del sector de Plaza Perú, debido a los posibles riesgos que se puedan derivar de los llamados jolgorios universitarios.
Más que destrozos, un problema de basura
Desde la Junta de Vecinos de Plaza Perú, el dirigente Fernando Delgado dijo que si bien no ha visto de cerca los jolgorios que se llevan a cabo en el campus, es algo que se trató en una reunión de seguridad que realizó la Universidad de Concepción. “Reunión que fue relevante, pues si bien no se habló de destrozos, preocupa la cantidad de basura que queda tras estas celebraciones, algo que me han manifestado estudiantes que viven en nuestro sector. A la mayoría, al no ser de Concepción, les llama la atención la cantidad de botellas y desechos que quedan en el campus”, precisó.
Delgado comentó que la cantidad de basura que se produce en los denominados jolgorios, es “algo que tenemos que conversar con la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, en el sentido que será una parte más que tendremos que ver en torno a la política de reciclaje que estamos impulsando en Concepción”.
La necesidad de cuidar un Monumento Histórico
El jefe de la Unidad de Patrimonio de la vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio (Vrim) de la Universidad de Concepción, Javier Ramírez, comentó que “una universidad como la nuestra es única a nivel nacional y latinoamericano, ya que es el primero de su naturaleza que se proyecta en un área dentro de la ciudad. Algo que se planteó desde su fundación en 1919, como barrio universitario integrado de manera urbana y a poco más de 100 años de eso tiene un enorme valor para la ciudadanía”.
Y, claro, no se trata sólo de palabras. El campus, relató Ramírez, “tiene una declaratoria nacional, bajo la ley 17.288 de Monumentos Nacionales, vigente del año 2016 en la categoría de monumento histórico”.
En ese sentido, manifestó que “los jolgorios que se llevan a cabo con frecuencia, ahora último con la vuelta a la presencialidad dañan el espacio, sobre todo, al estar en un escenario social y político, donde los deberes y derechos requieren pensar en cómo se hace propio un espacio como es la UdeC y su campus. Entonces el llamado de atención, independiente del daño que se le hace a la propia institución y sus esfuerzos de conservación y mantención, obliga a una conciencia más amplia sobre la importancia que tiene la universidad para con la ciudad”.
El jefe de la Unidad de Patrimonio añadió que “desde que el campus fue declarado como monumento histórico, conlleva un esfuerzo en la conservación de sus propias áreas, donde los jolgorios producen un deterioro en el uso de esos espacios, afectando a la valorización de este lugar valorado tanto en Chile, como de forma internacional”.