En esta nueva entrega de este especial nos trasladamos hasta la ciudad de Encarnación, donde una emprendedora lleva adelante AGLL BÁSICOS, una tienda en la que ofrece prendas y calzados de producción nacional, dándole valor a lo hecho en Paraguay; a la vez que se desempeña en su profesión en el campo agrario. Se trata de Andrea Ganchozo Llano, de 27 años, ella es licenciada en administración agraria.
“Me encanta mi emprendimiento, más que nada porque me ayuda a entender muchas cosas como el sostener un negocio en el tiempo, lo cual no es sencillo porque no consiste solo en comprar y vender algo. Aprendés mucho, a promediar, manejos financieros y parte tributaria es todo un tema y me gusta transmitir eso a todos los que desean o consideren emprender”, expresó Andrea.
La idea de Andrea es darle destaque a lo hecho en Paraguay y potenciar la moda básica, por lo que en AGLL BÁSICOS se podrá encontrar más específicamente prendas básicas al igual que los calzados nacionales de calidad, además de que busca satisfacer la necesidad atuendos para todo andar y, por sobre todo, a un buen precio, mencionó la emprendedora.
La tienda cuenta con todo tipo de prendas básicas, desde remeras mangas cortas; largas, ¾, pantalones, cárdigans, vestidos, shorts y también polleras de todo andar en algodón y viscosa, todas proveídas por una línea nacional con la que vienen trabajando desde hace 4 años y, desde el 2020, incorporaron las botas de producción 100% cuerno nacional.
Además de la versatilidad de prendas básicas, los precios son muy interesantes, pues se puede encontrar remeras de algodón desde G. 60.000 y G. 85.000, pantalones tipo palazo en G. 140.000, y las botas de cuero nacional desde G. 270.000.
Respecto a las fortalezas del emprendimiento, Andrea remarcó que tienen a su favor que las indumentarias que venden son necesarias para el día a día, es decir, todos tenemos la necesidad de contar con una remera clásica blanca o negra en verano e invierno, la que llevamos al trabajo, colegio, facultad o sencillamente usamos para estar entre casa, además de resaltar la calidad y buenos precios.
El emprendimiento surgió cuando Andrea era funcionaria pública y estaba culminando su carrera de grado, por lo que quería ganar más dinero para satisfacer otras necesidades, y así ya empezó a vender productos en paralelo a su trabajo, aunque sin descuidarlo, y recuerda que en ese entonces ya le iba bien generando ingresos que en el mes sumaba o igualaba incluso su salario.
Al ver esto, tomó la decisión de dejar su trabajo estatal, dedicarse a hacer su tesis, llevar la administración del campo de su familia y, a la par, potenciar AGLL BÁSICOS. Para noviembre y diciembre del 2019 ya se encontraba montando un pequeño negocio a puertas cerradas en el salón comercial de su casa. Finalmente, para enero de 2020 ya tenía montada la tienda y empezó a funcionar perfectamente hasta marzo, cuando inició la pandemia, periodo durante el cual trabajó prácticamente sola a puertas cerradas.
Es así que el negocio de Andrea se forjó prácticamente en plena pandemia, y asegura que tuvieron altas y bajas, con algunos meses de escaso movimiento, otros parados, y también tener que superar al virus mismo, pero lo que sí le ayudó bastante esa complicada etapa fue el potenciar bastante las ventas por redes sociales, lo que consideró como exitoso porque les posibilitó llegar a puntos muy recónditos que no esperaban y lo siguen haciendo, resaltó.
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A la consulta de si considera difícil emprender en Paraguay, más allá del país, dijo que tomar la decisión en sí de emprender no es fácil, pero tampoco es imposible, al tiempo de reflexionar: “Entre los 20 y 30 años sufrimos diferentes tipos de altibajos emocionales que repercuten en la autoestima de uno, siempre buscamos la aceptación en general y vivimos atemorizados con no tener el éxito que esperamos”.
Sumó que para esto: “Nadie nos pone al tanto que lograr el éxito esperado lleva tiempo y mucho esfuerzo, ¡sobre todo tiempo! Construimos lo que somos o vamos a ser y eso lleva tiempo, no todo se da como esperamos y algo que no consideramos en forma general son las limitantes que surgen en el camino y que dificulta, limita o interfiere con lograr algo como lo proyectamos”, dijo.
Pero lo más difícil en Paraguay es la formalización del emprendimiento, porque existe mucha burocracia y es un proceso que lo viene realizando lentamente, afirmó. La emprendedora proyecta seguir complementando ambas funciones; por un lado, desenvolverse como profesional en su área con conocimiento y manejo del rubro, con la idea de sumar y mejorar el sistema agropecuario del país. Y, en paralelo, ir incorporando en la tienda nuevos productos de marcas nacionales del interior y no solo de Asunción o Central.
En este último punto prevé también mejorar la infraestructura del negocio, hacerlo más lindo visiblemente y lograr cumplir con todos los requisitos de formalidad de pequeños y medianos emprendedores del país, y por sobre todo, seguir dando trabajo a jóvenes que necesiten y quieran trabajar y aprender.
Por último, Andrea quiso compartir algunas recomendaciones con los lectores o aquellos que deseen emprender. “Cuando inicien un emprendimiento, físico o por redes, y no sepan cómo calcular un margen de ganancia, investiguen, consulten y háganse asesorar al respecto”, indicó.
Esto, ya que muchos jóvenes en su afán de vender hacen una inversión grande, le suman un mínimo de ganancia sin los cálculos correspondientes para ver si es viable o no, para terminar con un precio de venta final muy bajo que no solo les perjudica a ellos, sino que también a otros emprendedores que ponen precios considerando los gastos mínimos de mantenimiento de lo que realmente implica un negocio, explicó.
“No tengan miedo de ofrecer al precio que corresponde y por sobre todo a lo que es de calidad”, puntualizó la emprendedora. Para los que deseen conocer más acerca de las indumentarias que ofrece la tienda, pueden visitar su cuenta en Instagram @agll.basicos.