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Marina Llorca, modelo e influencer, es una de las abanderadas en España del ‘body positive’, un movimiento que invita, sobre todo a las mujeres, a quererse tal y como son y a aceptar su cuerpo más allá de los cánones de belleza establecidos y a veces inalcanzables. Esta labor la lleva a cabo sobre todo a través las redes sociales, en las que tiene más de 300 mil seguidores, pero ahora también a través del libro ‘El arte de quererse’ y de su marca de ropa, Atria, que acaba de estrenar con una línea de bikinis.
Marina Llorca
Es una de las caras más visibles en España del movimiento ‘Body positive’. Tiene su propia marca, Atria, y acaba de publicar un libro, ‘El arte de quererse’.
Enhorabuena por ‘El arte de quererse’. ¿Por qué decidiste escribirlo?
Es una forma más de hacer llegar mi mensaje, pero por un canal distinto, porque en el libro trata el tema del que yo trato habitualmente en mi cuenta de Instagram: la autoestima, el mundo de la moda, el cuerpo de la mujer… pero trasladado al papel.
¿Quererse es un arte hoy en día?Es un proceso, y lleva tiempo, pero trabajando mucho, al final se consigue. Se trata de un proceso del que voy hablando en el libro, que empieza hablando de la infancia, de la adolescencia, una época que influye mucho en la percepción que tenemos de nosotros mismos, en nuestra seguridad, y poco a poco voy abriendo melones en los que el lector se tiene que implicar. Por eso digo que es un libro interactivo, porque el lector tiene que resolver retos, preguntas… que le van a obligar a hacer un poco de introspección y ‘mojarse’.
¿Por qué las mujeres nos queremos, en general, tan poco?Yo creo que es un tema que también afecta a los hombres, solo que ellos lo manifiestan menos todavía, pero es cierto en las mujeres lo sufren mucho más, y en esto la presión del mundo de la moda en los últimos 100 años hacia el cuerpo de la mujer. La presión cambia con los años, pero sigue estando ahí. Ahora mismo, por ejemplo, el mundo de la cirugía estética mal practicada tiene mucho que ver, y también las redes sociales que, aunque yo defiendo siempre que tienen una parte muy positiva, es un bombardeo constante de cuerpos perfectos en los que se ve ni una estría, ni un michelín…
Dices que la autoestima y el amor propio son capacidades adquiribles, y que si nunca nos han enseñado a valorarnos no sabemos cómo hacerlo. ¿Es así es que algo nos las ha quitado por el camino?Es un poco de las dos cosas… porque es cierto que los niños no nacen con estas inseguridades, pero según van creciendo, lo que escuchan, lo que ven… les influye mucho sobre la percepción que tienen sobre ellos mismos. En mi caso, por ejemplo, que es lo que cuento en el libro, desde muy pequeña me sentía muy diferente a las niñas de mi edad, tanto física como mentalmente. Si además, como fue mi caso, das con una persona que se dedica a hacerte la vida imposible, a decirme todo lo que estaba mal en mí… eso deriva en una obsesión por el físico, problemas de alimentación… y mi autoestima era cada vez más baja.
¿Y cómo la recuperaste?Llega un momento en el que consigo dar la vuelta a esa situación y recuperar mi autoestima. Hasta que hoy día puedo decir que hay pocas cosas que me la minen, porque ya no está supeditada a lo que opinen de mí los demás. Pero es un proceso, no se consigue de un día. Yo tardé años, y con ayuda profesional, y aun así hay situaciones que me resultan incómodas porque me recuerdan a los años en los que lo pasé tan mal. Una de ellas, por ejemplo, es pesarme. Yo no lo hago nunca salvo revisiones médicas o cosas así, porque en la época en la que tuve problemas de alimentación me pesaba continuamente
Las redes sociales son un bombardeo constante de cuerpos perfectos en los que se ve ni una estría, ni un michelín…
Eres de una de abanderadas del ‘body positive’ en España, ¿cómo es esta tendencia en nuestro país? ¿Está tardando en calar más que en otros países?Sí, es cierto, vamos más lentos que en otros países, pero va calando. En Estados Unidos, por ejemplo, que es donde nació, lo vemos continuamente en campañas publicitarias, en marcas como la de Rihanna…
Mucha gente confunde el ‘body positive’ con el peso, pero va mucho más allá…Sí, va mucho más allá, pero en realidad es sencillo, es simplemente que todos los cuerpos son válidos y tienen derecho a vestirse con lo que quieran, a salir a la calle, y, sobre todo, a no tener que vivir pensando en lo que está mal en tu cuerpo y querer ocultarlo. Porque ¿quién ha decidido que tener, por ejemplo, estrías o celulitis en una imperfección? Las personas somos seres humanos, no robots creados para salir en una revista.
¿Ha llegado para quedarse o es solo una moda más?Yo creo que ha llegado para quedarse e incluso en España, que vamos más atrasados, hay muchísimos activistas body positive en redes sociales que hacer una labor increíble, crean un contenido espectacular y, sobre todo, ayudan a mucho a muchas chicas. Cuando empecé con esto, yo no buscaba expresamente ayudar a la gente, pero sí aportar algo para visibilizar a lo que durante años en el mundo de la moda se ha ocultado.
Ahora es muy de moda decir eso de que tenemos que intentar ser nuestra mejor versión… ¿Qué te sugiere esta frase?Si la ‘mejor versión’ no se limita a lo estético… Porque para mí la mejor versión es la que tengo ahora mismo: el cuerpo que tengo ahora mismo y la relación que tengo con él, la comida y mi salud mental. Para mí esta versión de mí es mucho mejor que la de hace 10 años, cuando era mucho más delgada y me acercaba mucho más al ‘cuerpo normativo’, pero que estaba pasando por un momento horrible: casi no comía, si me pasaba con la comida me castigaba, era muy infeliz… Prefiero a la Marina de ahora, que tiene una talla 44, es feliz con su cuerpo y está sana en todos los sentidos.
Una de tus frases más repetidas es que nuestro cuerpo no es una moda…Tal cual… En el libro dedico un capítulo a hablar de la evolución del cuerpo femenino en el mundo de la moda, porque el canon de belleza cambia constantemente, y hago un análisis de lo absurdo que es que los cuerpos de las mujeres se tengan que ir adaptándose a esos cánones: en los 70 ser una mujer ‘hippy’ delgada y desgarbada, en los 80 tener un cuerpo de supermodelo esculpido tipo Jane Fonda, en los 90 superdelgadas, ahora está el tema de la cirugía estética, el fitness… ¿Cómo le puedes decir a una persona que su cuerpo tiene que cambiar de una manera tan extrema a lo largo de tres décadas?
A ti que te gusta recopilar portadas de revistas de moda, ¿estamos mejor que hace 20 años, o simplemente somos más conscientes, el mensaje es menos evidente?Hemos mejorado un poco, pues vamos viendo en el mundo de la moda cuerpos un poco diferentes, no todos son iguales, los mensajes en las portadas de las revistas no son tan tremendos… Eso está muy bien, pero el trasfondo sigue estando ahí.
Vamos viendo en el mundo de la moda cuerpos diferentes, los mensajes en las portadas de las revistas no son tan tremendos… pero el trasfondo sigue estando ahí.
Háblanos de Atria, tu marca de moda…Está siendo un mes de locos, con el libro, el lanzamiento de Atria… He tenido la suerte de encontrar dos socias que están metidas en el mundo de la moda y que comparten valores conmigo y he creado una marca con ellos. De momento, hemos empezado con moda de baño, con bikinis de cinco modelos diferentes, en siete colores, combinables entre ellos y que están disponibles en 32/34 hasta la 50/52… pero vamos a seguir ampliando.
Algunos estudios aseguran que una de cada tres adolescentes ve minada su autoestima cuando entra en Instagram. ¿Qué hacemos para evitar datos como estos?Algo que hay ahora y que no existía cuando yo tenía 15 años es la elección. Hace 15 años, en la revista no podías elegir, porque era lo que había y no había mucha variedad entre unas y otras. Ahora, en cambio, en las redes sociales hay mucha diversidad y tú puedes elegir a quién seguir y a quién no, así que, si una cuenta en Instagram te hace sentir mal, no la sigas… y sustitúyelo por cuentas que te aporten, que sean positivas… Si la Marina de hace 15 años hubiera podido seguir o tener modelos, referentes que amaran su cuerpo, que tuvieran un cuerpo como el mío, todo hubiera sido muy diferente. Y que piensen que nunca vamos a ser suficiente para la sociedad, siembre va a haber alguien que nos critique, que nos saque defectos, que nos diga cosas para hacernos daño… Alejémonos de esas personas, porque no vamos a ser suficiente para ellos, pero sí para nosotros mismos.
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