La Alcaldía de La Paz realiza la estabilización del terreno en que ocurrió un deslizamiento.
Pasaron tres años del megadeslizamiento en la zona Inmaculada Concepción y los trabajos de estabilización en el sector avanzan a paso lento. Esto impide la rehabilitación del puente Libertad, que después del desastre es utilizado como parqueo.
Esta obra paceña, que tiene una longitud de 233,50 metros lineales y conectaba las zonas de San Jorge con Llojeta Bajo, dejó de cumplir su función de descongestionar el tráfico vehicular luego de la tragedia y la Alcaldía no tiene fecha para su rehabilitación.
La Razón visitó la estructura y observó que tanto el carril de subida como el de bajada son utilizados por militares de una repartición cercana y ciudadanos para estacionar sus automóviles y motocicletas.
Sobre el tema, el secretario municipal de Movilidad Urbana, Enrique Villanueva, informó que hasta el 30 de junio se tiene previsto emitir notificaciones para prohibir el estacionamiento.
“Tenemos previsto hasta fin de mes regularizar este asunto y notificar a las personas que hacen un mal uso de esta infraestructura. Estamos haciendo todos los trámites administrativos para que el puente Libertad deje de ser un parqueo”, explicó el funcionario edil a La Razón.
Villanueva complementó que la estructura tiene suficiente solidez para soportar el peso “muerto” de los motorizados, pero ello no amerita a que sea usado como parqueo, tomando en cuenta que el puente no fue construido con ese propósito.
Consultado sobre la fecha de habilitación de la avenida Libertador para la circulación vehicular, el secretario afirmó que todavía resta la conclusión de obras del embovedado del río Cotahuma, y que además se debe reponer la plataforma que fue afectada con el deslizamiento en la zona Nueva Concepción.
A su vez, el subalcalde del Macrodistrito Cotahuma, Fausto Terrazas, remarcó que las obras del embovedado, en el sector Inmaculada Concepción, tienen un avance del 75% y se prevé que el restante 25% sea ejecutado con financiamiento de recursos provenientes del Banco Mundial.
Explicó que están a la espera de la conclusión de las obras de estabilidad de los suelos para reconstruir la avenida y después habilitar la circulación de vehículos por el puente Libertad.
“No puedo decir cuando se rehabilitará el puente, todavía falta un 25% de los trabajos”, afirmó.
PROYECTO
El puente Libertad es parte de los puentes Trillizos, cuya realización costó $us 19,5 millones, que fueron financiados con un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y permitía pasar de una ladera a otra (algo más de 643,80 metros lineales) en siete minutos a pie, y en uno o más de dos minutos en vehículo.
La estructura, que desemboca en la avenida del mismo nombre, fue emplazada sobre un antiguo botadero municipal cerrado en la década de los 90. El terreno de la zona fue cediendo por las lluvias y por el peso de construcciones ilegales.
En abril de 2019, al menos 64 viviendas de la zona San Jorge Kantutani se vinieron abajo y 88 familias resultaron damnificadas, quienes vivieron por más de dos años en albergues instalados por las autoridades de la anterior gestión municipal.