El aumento de la conciencia sobre el trato animal y una mayor preocupación por el medio ambiente han hecho que cada vez sean más los que en su alimentación dejen de lado el consumo de alimentos procedentes de animales. De este modo, la carne, el pescado, los lácteos y el huevo, entre otros, pasarían a no formar parte de la lista de la compra de muchas personas.
Indican desde la OCU (Organización de consumidores y usuarios) que cualquier dieta saludable «debe proporcionar la energía suficiente para desempeñar las actividades cotidianas y contener todos los nutrientes que el organismo necesita», sin excesos ni defectos. Una dieta vegetariana bien planificada puede responder perfectamente a estas características.
Aunque solo se recurra a fuentes vegetales, no es complicado conseguir unas cantidades adecuadas de todos los aminoácidos esenciales.