Las caras de la transicin verde (XXXIX)
Foncillas, profesor y conferenciante, considera que “nos hemos vuelto energicoadictos” y recuerda “las emisiones cero no existen”
El profesor Pablo Foncillas sabe de energa, pero trata de ocultarlo. As, se presenta como “un profano” en la materia. Y lo hace porque su ya penltimo libro, Fact Energy, es precisamente una aproximacin cercana al sector energtico, destinada a que puedan comprenderlo personas sin demasiado conocimiento. Y precisamente por eso puede ser clave para muchos en un contexto de precios desbocados y una guerra que pone en boca de todos el concepto de soberana energtica.
- Present Fact Energy justo antes de que se desbocase la crisis elctrica: qu ha cambiado en este ao en la percepcin que tenemos del sistema?
- Que ahora mismo est en la agenda de todo el mundo un tema que dbamos por sentado, que formaba parte de nuestro da a da, pero al que no le atribuamos la importancia que hemos descubierto de manera cruel que tiene. Obviamente la tena antes tambin; el asunto es que todas las inversiones multimillonarias, los desarrollos, las innovaciones, todo aquello que haba por detrs, pareca sectorial y especfico y ahora vemos que es transversal y genrico.
- Un cambio considerable.
- Creo que es un cambio desde una doble dimensin. Una es desde un punto de vista de la dimensin geopoltica o geoeconmica, que ahora van unidas, y la otras es que, adems, le hemos puesto una capa de complejidad como consecuencia de los compromisos que estamos adoptando. Es una especie de tormenta perfecta para que esto haya subido en las prioridades de todos nosotros. T, como individuo, lo tienes, pero tambin tu empresa o el colegio de tus hijos. Es absolutamente transversal, colosal. Esas dos cosas juntas son las que han convertido esto en algo que ha subido de golpe: estaba haciendo ruido, pero ahora ha explotado, utilizando un psimo smil.
- Algo que en teora es tan sencillo como darle al interruptor y que se encienda la luz tiene detrs un sistema energtico muy complejo.
- El sistema energtico, contrariamente a lo que creamos (yo mismo lo crea, porque no soy un experto, soy un profano), es un embrollo. Empiezas a pensar en la energa y hay un montn de capas: puedes coger la vertiente social, la econmica, la medioambiental, la tecnolgica… Y luego, encima, las empiezas a cruzar con otros elementos que tenemos que tener en cuenta, como la geografa. Cuando lo cruzas todo, las posibilidades son infinitas. As que, contrariamente a lo que opinamos de que es fcil, no lo es. Lo que hay que entender es que lo que hay por detrs de encender una bombilla son miles de invenciones para que todo eso pueda pasar. El sistema de la energa es un lo y complejsimo; pensbamos que era fcil y no lo es.
- En su libro tambin habla del tejido energtico y parece que el papel de Espaa ha cambiado considerablemente, especialmente como puerto del gas natural licuado.
- El libro trata de abordar el tema desde una ptica ms factual. Trato de evitar consideraciones de perfil opinatorio si detrs no tengo datos… Y no tengo ni idea de qu papel va a jugar Espaa porque no tenemos ni idea de hacia dnde nos tenemos que orientar ahora mismo. S, vemos que tenemos un papel muy relevante por la conexin con frica, vemos que tenemos plantas de regasificacin, cosa maravillosa porque otros pases no tienen; tenemos una cierta capacidad de almacenaje, que tambin est muy bien, pero esto puede evolucionar en cualquier direccin.
- Cules son los retos en este sentido?
- Por definicin, los activos que estn asociados al mundo energtico no son movibles, son fijos, y tienen unas amortizaciones salvajes y que conllevan inversiones y visiones a muy largo plazo, tanto en la explotacin dentro de Espaa como en lo que viene desde fuera. Es decir, para poder traer gas de otro sitio tienes que hacer inversiones a largusimo plazo con unos compromisos de suministro muy potentes, porque hay un capex de proporciones bblicas. Entonces, si no eres capaz de asegurar que lo vas a amortizar, no va a invertir nadie. E improvisar el capex que hay para poder extraer aquello que nos hace falta es muy complejo. En estos momentos, nos guste o no, la realidad es la que es. En este sentido, las decisiones que se tomaron hace tiempo nos impactan ahora.
Eso est recogido en el libro en algo que me parece sencillo de explicar, que son ideas sencillas, pero poderosas alrededor de la energa. Me parece fundamental ponerlas sobre la mesa para que, de esta manera, todo aquel que hable de energa comprenda que hay unas mximas que no podemos olvidar.
- Cules son?
- Son cuatro ideas muy sencillas. La primera es que tiene que haber energa disponible siempre. Nos hemos vuelto energicoadictos y eso es fcil de decir, pero complejo de hacer. Exige todo lo que explicaba antes: inversiones, visin… En definitiva, tener claro que todo lo que hacemos hoy en da est alrededor de la energa y tiene un componente energtico.
- La segunda es que la evolucin tecnolgica es inescrutable.
- Esto me parece crtico para entender el sector de la energa. Volviendo al papel de Espaa: depende. Y si maana desarrollamos una nueva tecnologa que es fantstica? Entonces todo aquello que estamos decidiendo ahora cambiar. S te digo que, en general, Espaa no est extraordinariamente bien posicionada por el tipo de inversiones en I+D que solemos hacer porque no somos un pas rico; entre los ricos somos los pobres y entre los pobres somos los ricos. La idea de que la evolucin tecnolgica es inescrutable hace referencia a que muchas veces fiamos al desarrollo de la tecnologa el hecho de que vayamos a apostar por una u otra. El problema es que ese desarrollo tecnolgico a veces tarda un ao, otras tarda 10 y a veces no somos capaces de conseguirlo.
En ocasiones escucho ciertas cosas como si todo lo fuera a solucionar la tecnologa… No lo discuto, el problema es cundo lo va a solucionar. De hecho, tenemos una energa que es alucinante, fantstica y barata, que si la inventsemos hoy diramos que hemos dado con la piedra filosofal, que se llama energa nuclear. El problema es que hemos cogido una declaracin poltica al respecto y pensamos que no es buena. No juzgo si es buena o mala, pero un pas como Francia tiene un 75% o un 80% de su base energtica instalada en esa capacidad. Ahora se habla de hacer centrales nucleares ms pequeas que generan menos residuos. Bueno, pues veremos.
- La tercera idea?
- Que en la energa nada se improvisa. Y, en general, en Espaa tenemos un histrico de haber improvisado decisiones que nos han perjudicado. Pero hasta un pas como Alemania, que ha tenido una poltica energtica determinada, a da de hoy se ha visto que igual no era la correcta. Esto es fcil de decir, pero difcil de hacer.
- Y la cuarta tiene que ver con las emisiones…
- La ltima idea es que las emisiones cero no existen: que seas neutro en emisiones no significa que no emitas.
- Teniendo esto en cuenta, cul es un escenario realista para hablar de un mundo sin emisiones?
- En Espaa hay unos 1.200 parques elicos y hemos prometido que tenemos que poner una capacidad instalada de otros 1.200 parques ms en los prximos diez aos. Aproximadamente, pero en rdenes de magnitud, lo que importa es el mensaje. Si haces nmeros, 1.200 parques en 10 aos son 120 parques al ao; si el ao tiene 52 semanas, tenemos que hacer un parque elico cada tres das. Bsicamente, dos o tres parques a la semana, cada semana, cada mes, cada ao durante una dcada. Ahora pregntate si eso va a pasar. Y otra pregunta: lo quieres al lado de tu casa? As que no es imposible, pero nos va a costar mucho.
- Comprenden ciudadanos y empresas cmo funciona el sistema y cul es su papel para que esto ocurra?
- Es una pregunta muy interesante, en el sentido de que esto no es algo ajeno a todos nosotros. Cuando el Gobierno empez a ver que suba la luz, hubo mofa y befa sobre si haba que poner la lavadora por la noche. Pero lo que s evidenci es que esto nos impacta a todos. Mientras no cambie la tecnologa disponible, vamos a un cambio de modelo productivo. Y, detrs del cambio de modelo, vamos a tener que vivir de manera distinta. Todos. Esto no le afecta a una empresa, pero a ti o a m, no. Hay miles de decisiones que tendremos que empezar a ver cmo tomamos. Ahora, con el contexto de una guerra muy localizada, pero de un impacto absolutamente local, encima estamos viendo que esto es a marchas forzadas. Puesto en ancdota, tendremos que ver si el fin de semana renunciamos a ir a tomar la paella en la costa que tanta ilusin nos hace, pero va de eso: de que tal vez no vamos a poder, que habr que ir en tren, o en determinado horario.
- Nos va a impactar.
- Eso es, pero tenemos que decidir cmo y a qu velocidad lo puede hacer cada una de las sociedades. Dile a un pas que se est desarrollando que no puede hacerlo cuando t llevas los ltimos 120 aos consumiendo como una bestia! Pues te dirn que fantstico si no podemos crecer a ese ritmo, pero que si eso ya se preocuparn ms adelante. El problema es que lo que hagan otros pases nos afecta, pero es natural que haya que entablar un debate, porque no es trivial decidir esto. Hacen falta enormes cantidades de pedagoga, para saber de lo que hablamos, y de debate poltico y social para abordar un montn de cuestiones que ahora mismo van pasando.
- La energa, en cierto modo, ha estado muy ligada a las revoluciones tecnolgicas, como ocurri con el motor de vapor. Estamos en un momento de transicin?
- Por supuesto que hay una revolucin. Est claro es que hemos tomado una serie de decisiones absolutamente fantsticas y necesarias en torno a poder generar energa por medio de fuentes que supuestamente son inagotables. Pero tenemos que entender que a mayor dependencia de esas fuentes intermitentes, mientras no se invente una nueva tecnologa, ms sistemas de respaldo vamos a necesitar.
- Pero est en marcha una revolucin?
- Hay un detalle alrededor de si hay una revolucin o no, que es que hemos prometido que vamos a ser altos, guapos y fuertes en el 2050. Es maravilloso y, adems, es lo que tenemos que hacer. El problema es que de aqu a entonces hay unos hitos a los que nos hemos comprometido para el primer ao ser altos, en el ao 15 ser guapos y en el ao 30 ser fuertes. Pero para eso hay que empezar a ir al gimnasio, a comer mejor, a cuidarnos… Y cuesta mucho.
Y el problema es que hay otros pases de los que somos dependientes a los que no les hace ninguna ilusin que hayamos adoptado estos compromisos. Porque nuestra transicin energtica la tenemos que hacer a costa de que a otros que han hecho inversiones en capex no se les pague o de que vean que no les van a salir los nmeros como esperaban. A lo mejor no lo hemos trabajado todo lo bien que deberamos para contar con todos a la vez. Y eso es un tema sensible.
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