A una semana del verano, la sptima ola no remite y deja una situacin peor que a finales del curso pasado. Las UCI estn ahora ms despejadas, pero nuestro ritmo actual de hospitalizacin multiplica al de Francia, Italia o Alemania
Espaa afronta su tercer verano Covid en una situacin de estancamiento, sin que la sptima ola termine de bajar ni se reduzcan las hospitalizaciones que provoca. El nmero de pacientes ingresados por coronavirus en nuestro pas, que acaba de sufrir un nuevo repunte, es sorprendentemente alto para estas fechas: hace un ao, con la campaa de vacunacin a pleno rendimiento, el total de personas hospitalizadas por esta causa no llegaba a las 3.300. Ahora, en cambio, supera las 6.700, ms del doble.
S han resistido bien las UCI, que se encuentran en una situacin mucho ms despejada (342 camas ocupadas por pacientes Covid) que la de un ao atrs (899 el 15 de junio de 2021). La proteccin de las vacunas, los nuevos tratamientos antivricos y el hecho de venir de un curso mucho ms tranquilo han mantenido a las unidades de intensivos lejos del colapso. Aun as, el nmero de fallecimientos semanales (157) tambin duplica al de un ao atrs (82), siempre con la incertidumbre propia de esta clase de datos (tanto entonces como ahora).
En comparacin con otros grandes pases europeos, la situacin hospitalaria de Espaa, a una semana del verano, llama la atencin. Con 120 ingresos Covid por milln de habitantes en siete das, nuestro pas supera ampliamente los 31 de Italia, 34 de Alemania o 42 de Francia, segn ‘Our World in Data. De nuevo, son datos sujetos a gran incertidumbre, pero reflejan un claro estancamiento: mientras la ola de primavera ha descendido drsticamente en los pases de nuestro entorno, aqu se mantiene cerca del pico de ingresos (142 semanales por milln, el 15 de mayo).
La sptima ola, sin acercarse nunca al colapso sanitario, est ahora prolongndose en una suerte de meseta, con datos de hospitalizacin y muertes que son tambin superiores a los del otoo pasado. El curso escolar, al contrario que un ao atrs, acaba peor de lo que empez. “La cuarta ola, en la primavera de 2021, fue muy pequea, mucho menor que la sptima de ahora”, recuerda Antonio Guirao, investigador de la Universidad de Murcia y experto en la evolucin de la pandemia.
Sptima ola, reinfecciones y nuevos casos de Covid
“Adems de que aquella fue una ola menor, an fue ms pequea si nos fijamos en los mayores de 60 aos. En aquella poca, ms personas vulnerables se protegan. De hecho, la incidencia en mayores de 60 fue casi despreciable, no como ahora, con una incidencia en los mayores 10 veces superior a la que hubo entonces“, contrasta Guirao. Hace un ao, la incidencia para los grupos de edad mayores de 60 aos no llegaba a los 20 casos por 100.000 en siete das. Ahora, en cambio, ese dato supera los 250 casos.
“En trminos de contagios, la sptima ola ha sido similar a la sexta del invierno: una infeccin masiva. No slo se han dado reinfecciones, sino que, adems, muchas personas sin contagiar hasta la fecha se han contagiado finalmente, por haber empezado a protegerse menos y por la enorme circulacin que ha tenido el virus”, analiza Guirao. La sptima ola ha sido la primera que no ha puesto al sistema al lmite, pero s ha dejado un goteo constante de casos graves. Adems, le est costando descender. No ha sido alta, pero est tomando amplitud.
“Si slo miramos que los ingresos totales no crecen demasiado, o estn estancados, da la sensacin de que todo va bien; pero es una falacia, porque el nmero de personas afectadas crece da a da. Un ejemplo tonto: partimos de un hospital vaco y, durante todo un mes, ingresa una persona al da y se da el alta a otra. El hospital siempre est vaco, pero, al final del mes, se han visto afectadas 30 personas”, ilustra Guirao.
Primavera 2021, un elevado ritmo de vacunacin
Hay otra diferencia respecto al ao pasado: al concluir la primavera de 2021, la vacunacin haba tomado un ritmo envidiable, mientras que ahora es muy posible que la inmunidad est decayendo. “Hay un problema, seguramente, ligado a que ha bajado la inmunidad, sobre todo de personas mayores. Tambin ha bajado el nmero de personas vacunadas con la tercera dosis, que ya no ha sido tan alta como la tenamos en las dos primeras dosis”, indica Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pblica.
“A eso le podemos aadir el no aclararnos, entre personas que hablamos de estos temas, sobre la cuarta dosis. No lo hemos dejado claro”, admite este experto, que ha seguido de cerca -y con acierto en sus predicciones– la evolucin de la campaa de vacunacin. Su propuesta: las personas de 80 o ms aos, as como los mayores de 65 aos que sean vulnerables -inmunodeprimidos, pacientes crnicos, trasplantados…-, se beneficiaran de esa cuarta dosis.
Es necesario mejorar la situacin vacunal que tenemos. Sobre todo, la tercera dosis para un porcentaje alto de la poblacin
La recomendacin de March contrasta con la situacin actual de Espaa –se ha aprobado para mayores de 80, pero no ha empezado a administrarse- y se sita a medio camino entre la que hacen las autoridades europeas –de momento, slo para mayores de 80- y las estadounidenses, que ya aconsejan, desde el pasado 20 de mayo, un segundo refuerzo -o cuarta dosis- para “personas de 50 o ms aos y personas de 12 o ms aos que estn inmunodeprimidas de forma grave o moderada”. Europa, por su parte, est esperando nuevas evidencias antes de avanzar en ese sentido.
Pero antes hay otro reto: nueve de cada 10 personas mayores de 12 aos tienen la pauta completa en Espaa, pero slo un 53% de la poblacin total lleva dosis de refuerzo. “Es verdad que hay gente que, en estos ltimos meses, habr generado una inmunidad hbrida con micron; pero, para el resto, es muy importante vacunarse”, subraya March. “La vacuna salva vidas, la vacuna consigue controlar la situacin de las personas ms vulnerables. Es necesario mejorar la situacin vacunal que tenemos. Sobre todo, la tercera dosis para un porcentaje alto de la poblacin”.
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