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«A la ville de… Barcelona». Las palabras pronunciadas por Juan Antonio Samaranch en 1986 con las que se anunciaba la decisión de otorgar a España la organización de los Juegos de 1992 obligaron a las autoridades a diseñar un plan estratégico para que la cita no fuera un fiasco deportivo. Se ideó el plan ADO (Ayuda al Deportista Olímpico) con el que los atletas españoles encontraron un colchón económico para centrarse exclusivamente en su preparación olímpica. Gracias a él se tocó el cielo, con aquellas 22 medallas de Barcelona que nunca han sido igualadas, y para volver a tocarlo y superar aquel éxito nació hace unas semanas el Team España Elite, con el que el Gobierno pretende impulsar la segunda revolución del deporte olímpico nacional.
