La selección femenina de waterpolo es la principal baza de medalla de España en el Mundial de Natación, que empieza este sábado en Budapest. Miki Oca ha apostado por dar entrada a varias campeonas del mundo júnior tras la retirada del equipo de algunas de las ganadoras de la plata en Tokio: Marta Bach, Elena Sánchez, Roser Tarragó y Clara Espar. Sí que sigue la hermana de esta última, Anni, que confía en que el cóctel de experiencia y juventud les brinde el segundo oro mundial.
Tras la plata de los Juegos, ¿cómo afrontan este Mundial absoluto?
Llevamos un año casi sin competir en partidos importantes y lo afrontamos como siempre, con ganas de empezar un nuevo ciclo olímpico con buenos resultados y demostrar que no nos quedamos con la plata olímpica, sino que tenemos ganas de más.
¿Qué se puede esperar en Budapest de esta rejuvenecida selección?
Hemos cambiado bastante de equipo pero creo que las otras selecciones han hecho bastante lo mismo y también vienen con jugadoras nuevas. Intentaremos que las nuevas, que entran con muchas ganas, y la experiencia de las que ya llevamos años, bien agrupadas, nos permita hacer un buen papel.
Como una de las veteranas de la selección, ¿qué consejos les da?
Si bueno soy de las más experimentadas y el consejo es en el día a día intentar ser un ejemplo para ellas todas la grandes que llevamos tantos años e intentar ayudarlas al máximo táctica y técnicamente. Ayudarlas a hacer las cosas como hemos hecho nosotras 10 años.
Algunas como Elena Martín (que ya estuvo en Tokio con 16 años) están haciendo incluso la selectividad. ¿Cómo se están adaptando las júniors de oro?
Creo que muy bien. El año pasado igual era un poco más complicado para Elena, que era la única jovencita que entraba. Pero este año, como son varias de la misma edad, creo que es más fácil para ellas. Porque, aunque nosotras las acogemos muy bien, tener gente de tu edad siempre ayuda a adaptarte mejor. Pero muy bien porque la verdad es que no se nota la diferencia de edad, son una más de nosotras.
Es la primera competición sin su hermana Clara. ¿Se hace raro que no estén ella o veteranas como Marta Bach, Elena Sánchez y Roser Tarragó?
La verdad es que mal, la echo mucho de menos. La echaré de menos en la competición seguro pero en el día a día también. Porque pasamos tantas horas aquí y ahora la veo tan poco. Cada día hablamos un rato pero se me hace raro que no esté aquí. Es cierto que nos llevamos todas muy bien pero el hecho de tener a mi hermana era un plus. sé que desde la distancia está conmigo y que si puede se intentará escapar a ver algunos partidos.
Como hija del ‘coach’ Xesco Espar, ¿qué importancia le da al tema mental? ¿Qué trucos usa?
No uso muchos trucos, sí que antes de los partidos me gusta visualizar cómo irá el partido. Pero sobre todo disfrutar de lo que estoy haciendo, porque el waterpolo es de las cosas que menos presión me pongo. Porque me lo paso tan bien. Y cuando estás preparada y haces el trabajo bien, como llevamos tanto tiempo haciendo, después llega la competición y las cosas te salen solas.
¿Cómo visualiza el Mundial de Budapest?
Yo visualizo el oro. Primero hacer un buen papel y quedar primeras de grupo para tener un buen cruce de cuartos, que seguramente será Estados Unidos y Países Bajos. Pero como siempre decimos, partido a partido.
¿Sueña también con el oro en los Juegos de París?
Esperemos que sí, la intención es que sí. Después de Tokio era un poco decidir si continuaba en selección y ciclo olímpico. Y tengo todas las ganas de seguir un poco más y llegar a París para lograr el oro olímpico que nos falta.
¿Cree que hay un mayor interés por el deporte femenino o, como en el ámbito masculino, el fútbol se lo come todo?
Sin duda si lo comparas con mis primeros años de selección se está visibilizando más, sobre todo hubo un cambio a partir de Londres-2012, donde logramos la plata olímpica. Antes los partidos de Europeos y Mundiales no se hacía por la tele y ahora sí. Y notamos que hay mucha gente que nos sigue. Pese a eso todavía falta mucho y faltan muchos recursos para que se pueda ni siquiera igualar pero sí acercarse al fútbol femenino.
¿Qué importancia tiene poder ver por la tele a referentes femeninos?
Es una de las cosas que más he notado, que haya tantos niños y niñas pequeños que se fijen en nosotras y estén en las piscinas. En Tokio recibimos muchos vídeos por Instagram de niños pequeños siguiéndonos, haciendo dibujos. En Mataró hay niñas que hacen trabajos en el colegio sobre quién es su referente y que digan que Anni Espar a mí me hace mucha ilusión. Que haya tantos niños y niñas que gracias los éxitos de los últimos años puedan seguirnos y quieran practicar este deporte me encanta.
Es significativo y muestra de cambio de mentalidad que haya niños digan que quieren ser Anni Espar.
Totalmente, estoy segura que en el mundo del fútbol pasa lo mismo con Alexia Putellas y en el waterpolo también pasa.
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¿Qué le gustaría hacer cuando te retires? ¿Se puede vivir del waterpolo femenino?
He estado trabajando dos años para Turbo, la marca de bañadores, y ahora en relaciones internacionales en la Barcelona International Waterpolo Academy. Lo hago a tiempo parcial time porque no me da el día, sobre todo cuando estoy así en la selección. Del waterpolo femenino puedes vivir mientras estás jugando pero necesitas un futuro, un plan y yo que soy muy activa no puedo estar solo con esto: estudio, hago waterpolo y trabajo. Ahora como me planteo irme a jugar en enero a Australia, como hice ya en 2016, seguiré estudiando ADE desde allí.