Análisis de Let’s Get Fit

El mundo del ejercicio físico y de los videojuegos se han dado la mano en muchas ocasiones, aunque desde el boom de Wii en Nintendo han tenido un aliado más que notable. Nintendo Switch ha recibido juegos de zumba, de boxeo, el popular Ring Fit, pero siempre hay espacio para más, sobre todo si sirven para cubrir parte del espectro de jugadores de una manera diferente. Así es Let’s Get Fit, un título que nos llega hoy a la híbrida para hacer uso de los Joy-Con.

Cuatro monitores y tres intensidades de ejercicio

Una de las características más interesantes de este título es que incluye dos correas de gran calidad para el brazo derecho y la pierna izquierda para utilizar los Joy-Con para que así todo se mida adecuadamente, pero en caso de que algún día no las tengamos a mano o vayamos con más prisa, podemos jugar únicamente con Joy-Con en la mano para así no perder la rutina. Desde aquí recomendamos usar estos accesorios porque son bastante cómodos y nos deja manejar el título cual Buzz Lightyear, pero sin ellos puede disfrutarse sin problemas.

Let’s Get Fit es el clásico título en el que un monitor realiza una serie de ejercicios y nosotros tenemos que seguir sus movimientos (en modo espejo) a su ritmo, acompañado por melodías de fondo. Su principal cualidad es la de saber adaptarse fácilmente  a la diversidad de usuarios que puede tener, es decir, que está pensado tanto para gente que no suele hacer ejercicio, como para gente que sí hace en cantidad moderada o incluso elevada.

Todo esto se mide con tres niveles de intensidad que se tienen en cuenta cuando nos creamos un perfil, gracias al cual podemos hacer un seguimiento personalizado en el calendario de nuestro progreso, para que no tengamos nosotros que preocuparnos de apuntar nada. Además, se incluyen cuatro monitores distintos (con voces en castellano) que cubren cuatro focos de ejercicios diferentes, por lo que al final todo el mundo puede encontrar aquí su rutina ideal.

No hay presión en Let’s Get Fit

Dentro de los modos de juego encontramos principalmente uno basado en realizar ejercicios o rutinas personalizadas por nosotros y otro en el que seguimos una rutina preestablecida en función de la intensidad y el instructor. Todo ello acompañado de una serie de retos y logros para que haya cierta motivación de superación (para el que la quiera).

Cada rutina puede contar o no con calentamiento si lo solicitamos, y posteriormente funciona generalmente con series de varios ejercicios que se repiten con un descanso entre ellas. Hay cerca de 100 movimientos diferentes, entre los que encontramos algunos dedicados al ejercicio aeróbico y otros dedicados al entrenamiento del tren superior o inferior por ejemplo. Entendemos que no es sustitivo completo de un gimnasio si se utilizan máquinas, pero el número de ejercicios nos hace tirarnos al suelo en más de una ocasión y usar nuestro propio cuerpo como peso, por lo que cumple de sobra como entrenamiento sin salir de casa.

En su ejecución no encontramos problemas de fluidez ni de ningún otro tipo, con tomas de respuesta bien indicadas en la parte izquierda de la pantalla, en la que también se nos indica el ejercicio que estamos realizando y las repeticiones que nos quedan. Las melodían acompañan bien a la intensidad del ejercicio, aunque al final es probable que mucha gente se ponga su propia música. Donde sí encontramos un pequeño pero es en el apartado gráfico, donde las animaciones de las caras de los instructores y algunos elementos visuales en pantalla dejan algo que desear. No influye para nada en la jugabilidad, pero es necesario señalarlo.

Dentro de todo el compendio de títulos que hay dentro de este género, la verdad es que Let’s Get Fit sabe hacerse notar. Puede no llegar al nivel de cierto ring, pero por posibilidades cumple más que la media de juegos. Eso sí, al igual que ocurre con todos estos lanzamientos, requiere constancia y saber que obviamente puede hacerse repetitivo.