Sólo un 2% eran organizaciones maduras y reguladas, y mostraban un historial de beneficios de varios años. La mayoría tenía acceso a fondeo comercial y de mercado, otras tomaban depósitos de los clientes y disponían de una buena percepción de rating con estructuras adecuadas y comprobadas de Gobierno Corporativo.
La aproximación de la Fundación para comenzar su andadura fue aprovechar el conocimiento específico y la proximidad de campo de ONG locales especializadas y, partiendo de la experiencia de una historia de éxito de banca retail que comienza en 1857 por parte de BBVA, innovar hacia un modelo propio que resolviera las barreras para una inclusión plena de este segmento.
Se crearon instituciones reguladas en la mayoría de países donde opera (Colombia, Chile, Panamá, Perú y República Dominicana), con una participación accionarial mayoritaria para asegurar que se cumplía con la misión, haciendo así uso de las mejores prácticas para preservar altos estándares de gobernanza, reputación, sostenibilidad e innovación.
Para llevar a cabo su propósito, la Fundación utiliza un modelo de Finanzas Productivas, que implica proporcionar una gama completa de productos y servicios financieros, así como de acompañamiento a microempresarios para estimular el desarrollo de sus actividades productivas, mitigar los riesgos, y mejorar las condiciones de vida de sus familias de una manera sostenible mediante productos y servicios adecuados a sus circunstancias económicas y sociales.
Se parte del conocimiento individual del cliente, su entorno y realidad, tomando en cuenta su perfil y sus características de vulnerabilidad, para desde ahí apoyarlos en la generación de excedentes económicos sostenibles en el tiempo. Se trata de una banca relacional que apoya a los emprendedores, que incide en su bienestar y desarrollo.
La clave es reconocer su potencial tanto a través de atributos tangibles más tradicionales, como de atributos intangibles, tales como la imaginación, el compromiso, la voluntad de pago, la perseverancia, el empoderamiento, el sentido de la responsabilidad, etc, que se reconocen y se ponen en valor.
La transformación tecnológica
Para lograrlo, la innovación ha sido una palanca clave que ha permitido avanzar en una mayor escala y alcance con menores costes por operación, permitiendo alcanzar sorprendentes niveles de eficiencia.
Hemos sido protagonistas y testigos de un mercado que ha evolucionado de estar centrado en el crédito y distribución monocanal, a una oferta más amplia y compleja, utilizando una variedad de canales y soluciones digitales, sin descuidar la gestión persona a persona.
Hemos aproximado la tecnología al entorno del cliente de la mano de los asesores y de las redes de entrada y salida de efectivo que desempeñan un papel crítico en la transición hacia productos financieros con un mayor componente digital.
La tecnología está transformando los segmentos en los que operamos, sus hábitos, su forma de trabajar e incluso la forma en que se comunican.