En diciembre del 2021 se dio a conocer que la pieza de arte más cara del mundo virtual había sido vendida por 91.9 millones de dólares. La obra consistía en un token no fungible (NFT) elaborado por el artista Pak y se titula The Merge.
Al pensar en “objetos” relacionamos su existencia dentro del mundo físico y palpable. Sin embargo, cuando se habla de NFTs es necesario comprenderlos por su almacenamiento en la web 3.0 que es el tipo de internet basado en una cadena descentralizada de bloques informáticos o blockchains donde no hay un núcleo que aglutine toda la información.
Dicha cadena es una base de datos obtenidos a través de algoritmos criptográficos y los elementos que la componen no pueden alterarse, por lo que son únicos.
Pablo Barrera, ingeniero en ciberseguridad de la Universidad Galileo, apunta que estos archivos guardan un registro histórico de toda la información que les atañe, por lo que no pueden copiarse y por eso son “no fungibles”.
Todo archivo NFT es digital. Puede tener formato de imagen, vídeo o sonido y dadas sus propiedades irrepetibles pueden llegar a ser vendidos por grandes precios en subastas, y para acceder a este tipo de archivos se necesita una “billetera” virtual.
Los NFTs suelen ser buscados por coleccionistas interesados en las tecnologías descentralizadas. “Antes quizá lo normal era tener algo físico, pero las tendencias humanas cambian y ahora muchos buscan tener propiedades en un mundo virtual”, opina el ingeniero en ciberseguridad.
La utilidad de los NFTs va desde el acceso a contenido único para los portadores de estos archivos así como a la distribución de data para empresas y corporaciones. Entre las especificaciones de propiedad que incluyen estas piezas destacan registros como los precios del archivo o cuántas personas lo han comprado, dice Barrera.
Muchos de los tokens no fungibles suelen verse como piezas artísticas debido a su carácter irrepetible. Pablo Barrerra explica que esto facilita la dinámica de coleccionismo ya que los objetos no deben ser entregados al comprador de manera física. “Es como trasladar un comercio físico a uno virtual”, dice el ingeniero en ciberseguridad.
Estos archivos, que se aproximan a la idea del bitcoin o las criptomonedas, suelen ser compradas por personas que además esperan venderlas nuevamente en subastas. Los propietarios reciben un certificado registrado dentro de la cadena de bloques el cual se verifica mediante la billetera digital.
Emilio Escamilla, inversionista y fundador de la colección guatemalteca de tokens no fungibles BabySkulls, apunta que ese tipo de archivos pueden ser utilizados como representación de un usuario en metaversos, juegos y comunidades virtuales. Su popularidad ha impulsado una revalorización de los archivos, razón por la cual Emilio sostiene que es un buen momento para vender y aprovechar los NFTs.
Cómo crear un NFT
De acuerdo con los especialistas entrevistados, cualquier persona puede realizar un token no fungible, siempre y cuando vaya de la mano de especialistas en temas informáticos. Las recomendaciones son:
- Desarrollar una idea: Se recomienda investigar qué tipos de NFT existen para llevar a cabo una propuesta original. Muchos proyectos de este tipo suelen ser colecciones o series que tienen un concepto claro. Por ejemplo, debe saberse si está intencionado para juegos o si son piezas de arte.
- Contar con un respaldo financiero: A lo largo del proyecto es necesario tener un financiamiento adecuado que permita llevar a cabo los denominados contratos inteligentes.
- Tener un equipo especializado: Los integrantes pueden ser realizadores artísticos hasta programadores y desarrolladores en temas referentes a blockchains, tokens y NFTs. Es necesario que las personas conozcan sobre las aplicaciones en la web 3.0, para que puedan realizar “contratos inteligentes” con firmas confiables.
- Realizar bastantes pruebas: Antes de acuñar el contrato inteligente del proyecto NFT, es necesario hacer varias pruebas para corroborar que trabaja de forma óptima. Es importante ya que después no podrá modificarse en la blockchain.
- Decidir el blockchain: Esta parte debe hacerse de forma cuidadosa ya que, según los especialistas, de esto depende el éxito y posicionamiento que puedan llegar a tener los NFTs.
- Establecer un plan de marketing: Con el propósito de darle movimiento a los archivos, debe existir un plan para atender las piezas y ver cómo se expanden. En este aspecto puede contemplarse el apoyo de redes sociales desde los cuáles se puedan promocionar los NFTs.
- Procurar una buena seguridad informática: Además del mantenimiento y la revisión que se deba dar a la aplicación, es importante verificar el contrato inteligente del proyecto ya que en ocasiones puede estar muy comprometido en términos de seguridad.
Emilio Escamilla señala como imprescindible toda la investigación que puedan realizar las personas antes de ingresar al mundo de las ventas por archivos digitales. Entre mayor información tengan sobre los NFT, habrá mejores posibilidades de posicionarlos.
“Aunque técnicamente cualquiera puede crear un NFT cargándolo a una plataforma y enlistándolo a la venta, esto no garantiza su éxito“, apunta el especialista quien además sostiene que el asesoramiento por expertos es igual de importante en el proceso.
Entre los sitios más reconocidos para que las personas puedan distribuir y comprar NFT son: OpenSea, SuperRare, Portion, Rarible, Foundation, Myth Market, AtomicMarket, BakerySwap, KnownOrigin y Enjin Marketplace. Cada plataforma cuenta con orientaciones para los usuarios.
Por otro lado, en la web 3.0 también hay proyectos donde se puede acceder a tokens no fungibles desarrollados por grupos en Guatemala como:
- Platzees: Se trata de una serie de 5 mil tokens no fungibles que dan forma a una colección digital. Cada una genera dividendos anuales y brinda acceso de propiedad a “Platzeeland”, el metaverso desarrollado para la plataforma.
- The Skulloids: Es una colección de 10 mil NFTs con forma de calaveras que se alojan en el blockchain Polygon. Las piezas son un tributo al género cyberpunk y la ciencia ficción.
- PokeCrypto: Esta propuesta se enfoca en versiones “pokemonizadas” de las criptomonedas y el planteamiento consiste en que los usuarios tengan la mayor cantidad de criaturas como en la serie animada Pokemón.
- BabySkulls: Consiste en una serie de 999 calaveras estilo kawaii con distintas personalidades. Los primeros 100 son gratis y las personas solo deben pagar costos de acuñación de los mismos.