La Habana, 4 jun.- En la finca Colón, de 10,5 hectáreas, el agricultor Abel González, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Martí, del municipio Remedios, produce hortalizas, frutales y granos. Es uno de los beneficiarios del proyecto Autoabastecimiento Local para una Alimentación Sostenible y Sana (Alass).
“Esos recursos serán de gran beneficio, indudablemente, se incrementará la producción más de cuatro o cinco veces”, dijo en uno de los talleres del proyecto que favorece a unos 110.000 habitantes y 73 cooperativas agropecuarias de seis municipios del centro de Cuba, en las provincias de Villa Clara y Sancti Spíritus.
Iniciado en 2019 y con fecha de cierre en 2025, tiene tres fases de implementación: actualización de los programas/planes territoriales para el autoabastecimiento municipal, fortalecimiento de las capacidades productivas locales y medición y divulgación de los impactos logrados.
De acuerdo con Yuliet Valdés, investigadora titular del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical y coordinadora del equipo técnico nacional, Alass es uno de los tres proyectos del programa país Apoyo a la Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria (SAS), financiado por la Unión Europea.
La iniciativa persigue desarrollar sistemas sostenibles y resilientes que aseguren el suministro de alimentos locales, inocuos, sanos y diversificados y contribuyan al autoabastecimiento alimentario municipal (AAM).
Dimensiones diversas
En Remedios, Placetas y Santa Clara, en Villa Clara, y Yaguajay y Taguasco, en Sancti Spíritus, con la contribución de actores e instituciones locales, se diagnosticaron las brechas nutricionales y se construyeron de forma participativa las intervenciones específicas para incrementar renglones que respondan a su reducción.
A partir de las brechas nutricionales identificadas se seleccionaron las cadenas de ganado menor -por el déficit de proteínas, vitaminas y minerales-; la de frutas y hortalizas para cinco de los seis territorios –dado el desbalance de vitaminas y minerales-, y la de viandas, en el caso de Sancti Spíritus, por el déficit de carbohidratos.
El proyecto, que dispone de 4.000.000 de euros para cada una de las dos provincias, persigue incidir en la producción en las cadenas seleccionadas y acercarse progresivamente al plan operativo gubernamental de 30 libras de productos agrícolas y cinco kilogramos de fuente de proteína de origen animal.
De acuerdo con la coordinadora, además del enfoque nutricional, el proyecto tiene otras dimensiones: la infraestructura productiva para dar respuesta a la producción de alimentos también desde el acopio, la transformación, el beneficio, la comercialización, la inocuidad, la prestación de servicio y la producción de insumos.
Igualmente, se incluye la mirada a los recursos naturales: suelo, agua y energía, y el cambio climático, “porque estas dos provincias en los últimos años han incrementado su vulnerabilidad al cambio climático”.
Según destacó, “no es solo producir, sino que tenga calidad y no descuidar el tema de las pérdida y del aprovechamiento de los desechos, la equidad y la inclusión social, sobre todo para la incorporación de la mujer al sector agropecuario, como fuerza que está disponible en los territorios, así como de las y los jóvenes”.
Beneficios a la vista
Según Celso Alberto Quintero, presidente de la CCS René Rodríguez, del municipio de Yaguajay, “gracias al proyecto, tenemos el ciclo cerrado, es decir, los productores todo lo contratan con la cooperativa”.
“Una problemática era que como producimos en secano (con agua de lluvia) todo el mundo siembra y cosecha a la vez, el proyecto nos abrió los ojos e incorporamos las viandas y hoy podemos convertir los excedentes en alimento animal. Lo primero que nos aportó fue capacitación, nos enseñaron a dirigir el trabajo para no perder nada en el campo”, dijo.
Alass “ha aportado recursos e insumos necesarios para aumentar la producción: alambre para las cercas, techos, entre otros y se ha logrado una integración muy fuerte en el territorio y mediante la empresa se le han construido tarimas a los productores con el objetivo de que los animales tengan un mejor bienestar”, dijo Alexander Vázquez, director de la Unidad empresarial de Base de Ganado Menor de Villa Clara.
Según Vázquez, el trabajo en las tres especies: ovinos, caprinos y cunícula ya arroja resultados entre los productores identificados para trabajar con el proyecto y ha permitido a la empresa –que le compra los ejemplares a los criadores-, cumplir sus planes y generar utilidades.
Los análisis arrojan la necesidad de una mirada interseccional al autoabastecimiento alimentario municipal, con prioridad del enfoque nutricional, la articulación de los actores locales bajo el liderazgo del gobierno de los municipios y que los compromisos productivos se armonicen con los intereses territoriales y nacionales. (2022)