Allí, donde la producción de energía requiere no solo de la experiencia operativa que YPF alcanzó en sus 100 años de historia, sino del aporte científico tecnológico que asegurar la explotación sustentable de los yacimientos no convencionales, es donde entra en escena Y-TEC, cuyo presidente, Roberto Salvarezza, caracterizó a la energía como “crucial para el crecimiento” de la Argentina y señaló que en el impulso al desarrollo del hidrógeno verde es uno de los proyectos medulares de esa compañía gerenciada por YPF y el Conicet en el marco de la transición energética en el que está embarcado el país.
Salvarezza está a cargo de Y-TEC, la compañía creada en 2013, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, e integrada por YPF (51%) y Conicet (41%). Desde su sitio web, la propia empresa estatal se presenta como “un puente entre el sector científico y el productivo”.
El exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación -ejerció ese cargo desde el inicio de la gestión presidencial de Alberto Fernández hasta septiembre del año pasado- recibió a Télam en la sede de la compañía tecnológica, construida en un predio de 13.000 metros cuadrados ubicado en el partido bonaerense de Berisso.
“Y-TEC es la interfase de dos mundos: el de la producción de energía, que es YPF, y el del conocimiento, la ciencia y la tecnología, que es el Conicet. Estamos comprometidos con el desarrollo del país”, resumió Salvarezza en un reportaje realizado en ocasión del primer centenario de vida de YPF, cuya conmemoración en mañana.
“Y-TEC fue creada en un momento muy especial, en 2013, cuando aconteció la recuperación de YPF. Argentina tenía el desafío de explotar los yacimientos no convencionales y de buscar soluciones tecnológicas para evitar la declinación de los recursos convencionales“, indicó. Y señaló que fue con posterioridad cuando “aparecieron otros desafíos, como las energías renovables”.
“Se empezó a incursionar con YPF Luz en solar y eólica, y aparecieron también demandas de soluciones energéticas, no ya para gas y petróleo, sino vinculadas a las energías renovables como el litio, que empieza a ser mirado como un recurso estratégico energético, no contaminante”, prosiguió.
Sostuvo que, en la actualidad, “en el área de energía se trabaja para YPF gas y petróleo, y también para soluciones innovadoras en el marco de las energías renovables”.
Salvarezza contó que el desarrollo de la actividad tecnológica relacionada con los recursos no convencionales permitió a la Argentina “mantenerse en un nivel de energía”, debido a que “si hubiera sido por los recursos convencionales, hoy en día se estaría en una situación realmente muy complicada”.
Dijo que “en el caso de los recursos convencionales se trabaja en el desarrollo de polímeros, que son los que favorecen la extracción” y contó que, mientras tanto, también Y-TEC avanza en la industrialización del litio, que puede ser utilizado para el desarrollo de baterías para dispositivos móviles como celulares, tablets y laptops, además del componente relacionado con la electromovilidad.
“Se trabaja en la preparación de materiales para las baterías. Todo esto se está haciendo a nivel de laboratorio, pero también de planta piloto y plantas preindustriales”, describió y adelantó que en agosto se recibirán “los primeros equipos para la planta nacional de baterías de litio”, un emprendimiento conjunto entre la Universidad de La Plata e Y-TEC.
Salvarezza resaltó que la compañía a la vez realiza “otros desarrollos en cuanto a extracción de litio, porque en la actualidad el proceso es muy costoso, muy lento y porque se evapora mucha agua”.
“Hay que evaporar agua de los salares para concentrar el litio que hay y, después, hay todo un proceso para fabricar el carbonato de litio. En una planta piloto en Jujuy estamos probando métodos electroquímicos para poder acelerar esos procesos y no gastar agua. Buscamos un proceso que nos permita separar todo el litio, separar las sales, pero no desperdiciar agua y lograr métodos que sean sustentables”, graficó el ex ministro.
En paralelo, reconoció que “se está empezando a trabajar muy fuertemente en el tema hidrógeno, que se produce a partir de energía eólica y solar”. En este sentido, manifestó que “Argentina es un escenario natural para ese tipo de energía ya que la Patagonia es uno de los lugares con los mejores vientos del planeta y el noroeste de la Argentina tiene energía solar de mucha potencia”.
“Se trata de una de las alternativas más prometedoras en cuanto a energías limpias. Se obtiene a través de energías renovables como la solar o la eólica. Después se convierte en un vector energético que puede ser utilizado para vehículos y para industrias. Es un combustible que en vez de liberar dióxido de carbono, que es un contaminante, genera agua”, añadió.
“Se convierte en un vector energético muy fuerte”, remarcó y aseveró que “ese hidrógeno, por ejemplo, puede sustituir al gas en los coches o en una central térmica”.
“El hidrógeno verde tiene un costo que lo hace prohibitivo frente a los combustibles fósiles“, dijo Slavarezza, tras lo cual estimó que también se debe “esperar que las economías más avanzadas, como Alemania o Japón, avancen en su plan de sustituir el gas o los combustibles fósiles”.
“Alemania quiere empezar a trabajar con hidrógeno verde para industrias siderúrgicas, parte de transporte e industria química. Quieren bajar el nivel de gas, de carbono o de petróleo. Ellos van a usar hidrógeno verde. Japón es menos ambicioso, quiere usar hidrógeno verde o hidrógeno azul”, contó.
Analizó que “es muy prometedor en la perspectiva futura”, y subrayó que “estos proyectos de transición energética vamos a sustituir combustibles fósiles por hidrógeno”.
Por otro lado, Salvarezza dijo que “Argentina tiene mucho gas” y planteó que “el hidrógeno azul también es tentador” porque “se obtiene a partir de combustibles fósiles, pero sin liberar el dióxido de carbono a la atmósfera, lo que es más amigable con el ambiente además de ser más económico”.
“El hidrógeno es futuro. Debemos prepararnos para poder jugar ese partido, tener la infraestructura y la tecnología necesaria para ello”, enfatizó Salvarezza.
En ese contexto, recalcó que, para eso, Y-TEC armó el Consorcio H2OAr que integran unas 50 empresas de diversos rubros ya que “hoy en día pueden utilizar el hidrógeno como un combustible para mover un buque o una locomotora, o para reemplazar el uso de gas en un horno siderúrgico o en una central térmica”.
“Hay un espectro de industrias muy importantes nacionales y extranjeras que están mirando el hidrógeno como un potencial inmenso para su futuro teniendo en cuenta que los combustibles fósiles van a ir perdiendo su rol, su proporción de generar energía en las próximas décadas”, describió el funcionario.
Puso de relieve “el proyecto Fortescue, en Río Negro; Enarsa, en Bahía Blanca; y otro en Tierra del Fuego con inversores extranjeros”, por los cuales -evaluó- “hay mucho interés” en ese tipo de producción.
“Parte de nuestro trabajo es ver las posibilidades de la industria y la tecnología nacional en desarrollar equipamiento que sabemos que va a ser utilizado en ese partido que se va a jugar, cosa de que una parte de esos equipos se hayan hecho en el país”, dijo.
En ese contexto, Salvarezza planteó que el macrismo “castigó duramente tanto a YPF como al Conicet” al desfinanciar a ambos, mientras que el actual gobierno salió a “apoyar a la industria nacional, el desarrollo nacional y la ciencia”.
Por último dijo que “los 100 años de YPF son para todos una celebración muy importante y los 10 años de Y-TEC significan la necesidad que hoy en día tiene todo el mundo productivo de incorporar conocimientos en ciencia y tecnología”.
Salvarezza defendió la exploración offshore de petróleo en el Mar Argentino
El presidente de Y-TEC, Roberto Salvarezza, se manifestó de acuerdo con la exploración petrolera offshore en el Mar Argentino, al asegurar que está “a favor de todas las tecnologías, pero con el cuidado ambiental, que es algo que se logró incorporar en el mundo productivo”.
“Desde Y-TEC favorecemos todo lo que es el desarrollo tecnológico, pero extremando el cuidado ambiental”, dijo el funcionario en una entrevista con Télam.
Señaló que “Argentina tiene un tema disputa en el Atlántico Sur y en el Mar Argentino, con una potencia (por Gran Bretaña) que ocupa las islas Malvinas, por lo que el hecho de poder explorar y saber qué recursos energéticos cuenta es un tema de soberanía”.
“La exploración y saber con qué contamos es importante. Hoy en día tenemos datos que hacen que uno piense que hay recursos muy importantes, pero tenemos que confirmarlo“, continuó quien supo estar al frente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación hasta septiembre del año pasado.
El presidente de Y-TEC estimó que, “en tanto comunidad científica, estamos a favor del conocimiento y queremos saber los recursos con que cuenta Argentina”. Y añadió que el hecho de que en la costa de África haya aparecido un pozo muy importante “parecería que respalda las digamos las hipótesis de que hay altísimos recursos en la zona de la región que ahora está en estudio”.
Sostuvo, además, que “esto genera una posibilidad de tener mayor empleo” y pidió contemplar que “YPF, nuestra empresa de bandera, es dueña del recurso”.
“No son empresas multinacionales que vienen de afuera. YPF tiene una historia de haber llevado adelante la explotación de petróleo con todos los cuidados y la tecnología. Progresó mucho, por lo cual los riesgos disminuyen”, continuó.
Expresó luego que “Argentina tiene un enorme problema de pobreza y la energía es crucial para el crecimiento” y apuntó que “dejar una reserva de hidrocarburos en un momento que todavía estos hidrocarburos nos permiten caminar la transición energética sería muy poco inteligente de parte nuestra”.
El funcionario consideró que “Argentina tiene 300.000 kilómetros cuadrados de sísmica; perforó 190 pozos en el mar, de los cuales 30 están en explotación y suministra el 20% del gas que consumen los argentinos“.
“El offshore no es algo desconocido para Argentina, hay explotación offshore y no ha habido incidentes mayores, ni se ha afectado la fauna marina en su reproducción o crianza”, finalizó.