Lionel Messi no es tan asiduo en los medios de comunicación, pero cuando los atiende sí que da de qué hablar.
El zurdo concedió una entrevista al canal argentino TyC Sport y respondió sin dudar a cada una de las preguntas.
La primera pasó, necesariamente, por la declaración de Kylian Mbappé sobre sus candidatos a ganar el Mundial de Catar y una frase que todavía retumba: “en Sudamérica el fútbol no está tan avanzado como en Europa. Por eso cuando miras las últimas copas del mundo siempre son los europeos los que las ganan”.
Messi lo ve de otra manera: “No vi cómo lo dijo ni qué dijo, pero muchas veces lo hablábamos con los chicos de España, cuando volvíamos de una Eliminatoria y les decíamos ‘¿sabés lo difícil que sería para ustedes clasificar al Mundial si tuvieran que ir a jugar allá?'”.
El tema para él es muy diferente: “Colombia, la altura, el calor, Venezuela… todos tienen un condicionante diferente que hace que sea muchísimo más difícil y aparte que son grandes selecciones, con grandes jugadores. El fútbol cada día está más igualado, sea cual sea el rival. Yo creo que nosotros estamos a la altura para jugar contra cualquier rival europeo y ahora tenemos una prueba muy linda”, dijo, refiriéndose al duelo entre Argentina e Italia.
Al referirse al Balón de Oro, fue generoso con un madridista: “Yo creo que no hay dudas. Está clarísimo que Benzema hizo un año espectacular y además terminó consagrándose con la Champions, siendo fundamental de octavos de final hacia delante, en todos los partidos”, dijo.
Problemas en París
“Lo que pasó después de la Copa fue algo que nunca imaginé que pasaría después. La peleamos tanto y conseguir algo con la Selección después de tantos veranos tristes, finales perdidas… Fue un verano donde era feliz. Tenía pensado que todo iba a seguir de la misma manera, como había sido siempre en el Barcelona toda mi vida. Pasó todo lo que pasó y fue duro, fue duro. Fue un año dificil, sinceramente, porque no fue fácil la adaptación. Después de estar toda la vida en el mismo sitio se hace difícil, también por la edad que tengo. No es lo mismo hacerlo joven, estando preparado y queriendo. En ese momento no lo quería, no lo imaginaba y no lo pensaba”, explicó Messi sobre su salida del FC Barcelona y su inesperado aterrizaje en PSG.
El argentino contó que sus hijos se adaptaron casi de inmediato al cambio, que parar él y su esposa fue más difícil y que incluso lloraron el día que los dejaron en el colegio.
Lo de los silbidos fue aún más complejo: “Es nuevo para mi que me piten. Es una situación diferente porque nunca me pasó en el Barcelona, sino todo lo contrario. Es entendible el enojo de la afición por la plantilla que teníamos, no era la primera vez que le pasa al PSG una situación así en la que se queda fuera de la Champions de esa manera. Es entendible el enojo. Neymar y yo fuimos los más señalados, pero bueno. Prefiero dejarlo a un lado, pensando en mi y en lo que fue este año. Pienso en poder revertir la situación y no quedarme con la sensación de no cambiar el club y que no me vaya bien. Este año será diferente. Estoy preparado para lo que venga. Conozco más el equipo, a mis compañeros, a la ciudad… estoy preparado. Cuando en París me silbaron enseguida pregunté por lo niños. Qué habían dicho, qué pensaban… No me gustó que lo hicieran porque estaban delante mis hijos. Por suerte no entendían nada, se dan cuenta de lo que pasa pero no del por qué.”.