El emprendimiento en Chile se ha ido transformando en una tema cada vez más importante, cosa que pudimos observar en 2021 a través de los distintos programas de gobierno de los entonces candidatos presidenciales, donde varios pusieron énfasis en generar medidas que apoyen a las pequeñas y medianas empresas e incentiven nuevos emprendimientos.
De acuerdo con el último Informe mensual de constitución de empresas y sociedades publicado por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, entre mayo de 2013 y marzo de 2022 se han constituido 856.126 empresas y sociedades a través del RES. Además, en materia de empleo, las pymes generan cerca de un 53,3% de este.
Por su parte, un estudio de Global Entrepreneurship Monitor señala a Chile como el tercer país con la mayor tasa de emprendimiento global. Contamos con importantes casos de éxito, que han sido bien observados por el mercado internacional, como NotCo, Cornershop y Betterfly, y también tenemos el programa Start-Up Chile, considerada hoy una de las 10 mejores aceleradoras a nivel mundial y replicada en distintos países.
Sin embargo, hay grandes desafíos que enfrentan los emprendedores de nuestro país al momento de desarrollar sus proyectos y enganchar potenciales capitales de inversión. El poder compatibilizar la digitalización, el trabajo híbrido y captar talentos, por ejemplo, son clave para el auge de las ‘startups’.
LLYC, firma global de comunicación estratégica, analiza cómo lograr que la comunicación sea un pilar clave para el éxito del proyecto, que ayude a atraer inversión y talento.
MOMENTO CLAVE EN LA COMUNICACIÓN
En la vida de una ‘startup’ hay una serie de hitos clave que se deben comunicar. El lanzamiento al mercado es la presentación en sociedad y la prueba de su razón de ser. Las ‘startup’ tienen varios desafíos, pero el principal es crear una idea disruptiva, diferenciadora y monetizable que cubra una necesidad de la sociedad y, además, lanzarla en el momento oportuno y al coste adecuado. Vivimos en un contexto de saturación informativa que complica captar la atención de los stakeholders. Por ello, es muy relevante contar con una estrategia de comunicación sólida para el lanzamiento del negocio que marque la diferencia, con unos mensajes claros y adaptados a los distintos interlocutores para superar la dispersión y conseguir atraer su interés desde el inicio.