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La mayoría de personas conocen la importancia de tener unos niveles estables de glucosa para la salud, pero apenas unos pocos, normalmente a partir de recibir un diagnóstico de diabetes, son conscientes de lo que sus picos pueden provocar a nuestro organismo. Estudios científicos recientes revelan que el 90% de las personas tiene niveles de glucosa inestables y la gran mayoría no lo sabe.
¿Nunca te has preguntado por qué tienes antojos? ¿O por qué tienes hambre al poco rato de comer? ¿Por qué descansas mal? ¿O te falta energía? Es probable que la respuesta sea que has sufrido un pico de glucosa. La mala noticia es que puede llegar a ser desesperante, la buena es que se puede solucionar. Jessie Inchauspé, conocida como @glucosegoddess en Instagram, es una investigadora y bioquímica estadounidense, quien tras estudiar en su propio cuerpo los efectos de la glucosa ha presentado recientemente su libro ‘La revolución de la glucosa’, (Ed. Diana) en el que da consejos para evitar estas variaciones y “perder peso, deshacerse de los antojos y recuperar la energía”.
“La glucosa es necesaria para el cuerpo, pero cuando hay demasiada se convierte en un problema. Es como cuando riegas demasiado una planta y se ahoga”, resume la autora a EL PERIÓDICO. “Cuando tenemos picos de glucosa sentimos hambre, antojos de dulce, problemas en la piel como acné, rosácea, psoriasis, hinchazón, arrugas… Incluso se ha estudiado la relación entre los picos de glucosa y el Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP)”, explica Inchauspé.
Son tantos los efectos de la glucosa en el cuerpo que todavía quedan muchos síntomas por investigar. “Todo empezó cuando era una adolescente y tuve un accidente en el que me rompí la espalda, tras ello empecé a sufrir diferentes problemas de salud y empecé a buscar formas de estar mejor, así que estudié bioquímica y un día me puse un monitor de glucosa. Me di cuenta de que los picos de glucosa podían ser uno de los desencadenantes de mis problemas mentales”, explica.
Trucos y consejos
El consejo básico que da Jessie es comer de forma ordenada. “Solo cambiando el orden de lo que comemos, sin siquiera cambiar lo que comemos, podemos evitar los picos de glucosa”, asegura. Comiendo primero las verduras, después las proteínas y grasas y dejando para el final los hidratos de carbono (la principal fuente de glucosa), podemos reducir mucho los picos de glucosa en el cuerpo. En su libro, la autora utiliza la metáfora de un fregadero para explicar cómo pasan los alimentos del estómago a los intestinos, y explica que dado que los hidratos bajan muy rápido, si ingerimos antes alimentos ricos en fibra, se crea una especie de malla protectora que hace que el resto baje más lento y se transfiera menos glucosa a la sangre. “La fibra de las verduras es una de las claves, porque en su paso al intestino crea una barrera protectora para que el resto de alimentos no afecten tanto”, resume.
Comer en orden es un buen truco, pero debemos hacerlo solo cuando nos vaya bien, no debe causarnos estrés. Por ejemplo, en el caso de un bocadillo, para dejar los hidratos para el final puedes comerte el bocadillo como lo has hecho siempre, no has de comértelo por partes, pero es recomendable añadir un entrante vegetal antes que aporte los beneficios de la fibra sin tener que desmontar el bocadillo. Estos consejos ayudan a que el cuerpo recupere el equilibrio, y aunque es un tema de salud, una de las consecuencias más comunes es la pérdida de peso. En muchos casos ocurre sin siquiera buscarlo, porque el cuerpo está más sano.
Con la fibra debemos ir con cuidado ya que no es oro todo lo que reluce. La autora advierte, por ejemplo, de la reducción de la cantidad de fibra naturalmente en los alimentos cuando estos son procesados. “Si coges una fruta y la congelas, al descongelarse, la fibra se ha roto y no conserva su estado de antes de la congelación. La fruta habrá perdido su textura y eso algo que la industria alimentaria no quiere”, argumenta.
La fibra y la fruta
Desafortunadamente hoy en día, la única forma de encontrar fibra de calidad es en los alimentos frescos, como verduras y frutas, pero la forma en que los ingerimos puede afectar también en la calidad de la fibra. “En el caso de los batidos, el hecho de triturar la fibra también afecta. Las cuchillas la pulverizan. Aunque sigue ahí presente, no será tan efectiva como cuando está sin triturar. Aun así es mejor triturar que exprimir, porque al hacerlo eliminamos completamente la fibra”, zanja.
Además, la mayoría de la gente no es consciente de que la mayoría de la fruta que comemos hoy no es como la diseñó la naturaleza. “Llevamos milenios cultivándolas para que sean muy dulces y jugosas. No son tan naturales como se cree. Así que cuando exprimimos una pieza de fruta para hacer zumo, eliminamos lo que queda de la fibra protectora y condensamos el azúcar en algo que se bebe muy rápido y genera un gran pico de glucosa”, explica.
” — ¿Es mejor el azúcar de una naranja que el de una Coca-cola? — Desafortunadamente, el azúcar presente en la Coca-cola viene de una planta, así que esencialmente no es que haya un azúcar malo y uno bueno, son la misma molécula”. Tampoco es que el azúcar sea el demonio. “Forma parte de nuestras vidas y solo debemos aprender a comerlo de la forma que provoque menos consecuencias en nuestra salud”, asegura.
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De la mano de la periodista y deportista Begoña González conocerás aspectos insospechados del ejercicio físico y la nutrición y los consejos más útiles y originales.
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