Vamos a explicarte qué son los NFT y cómo funcionan, de forma que puedas entender qué hay detrás de noticias como la de esa persona que pagó 260.000 euros por el dibujo de una roca. En Xataka ya tienes un artículo explicándote de forma más técnica y completa, pero en Xataka Basics vamos a intentar que cualquier persona pueda entender el concepto de su funcionamiento.
Por eso, vamos a intentar alejarnos de tecnicismos para hacer la explicación lo más sencilla posible. Te diremos primero qué son los bienes no fungibles, ya que es un concepto vital para entender los NFT. Luego, pasaremos a decirte qué son los NFT y también entraremos brevemente en su funcionamiento.
Primero, qué son los bienes no fungibles
Para entender el concepto de los NFT, primero tenemos que saber y entender que en nuestro sistema jurídico, existen bienes fungibles y bienes no fungibles. Los bienes fungibles son los que pueden intercambiarse, teniendo un valor en función de su número, medida o peso. Y los bienes no fungibles son los que no son sustituibles.
Un ejemplo de bienes fungibles es el dinero. Si tienes un billete de 20 euros, este es un bien fungible, ya que lo puedes intercambiar sin problemas por otro billete de 20 euros, no pierde valor y es exactamente igual. Además, este billete se consume cuando lo utilizas.
Y por otra parte, un ejemplo de bien no fungible sería una obra de arte. Si tienes un cuadro en casa, este no se consume al utilizarse y tampoco puede ser sustituido por otro cuadro. Una obra de arte no es equivalente a otra, y por lo tanto, no se pueden simplemente intercambiar como pasa con un billete de 20 euros.
Qué son los NFT
Las siglas de NFT significan Non -Fungible Token, un token no fungible. Los tokens son unidades de valor que se le asignan a un modelo de negocio, como por ejemplo el de las criptomonedas. Y es que los NFT tienen una relación estrecha con las criptomonedas, por lo menos tecnológicamente, aunque son opuestos, ya que un Bitcoin es un bien fungible, y un NFT es un bien no fungible, pero en esencia, son como las dos caras de una moneda tecnológica.
Para que lo entiendas bien, podemos pensar en las criptomonedas como una reserva de valor, algo parecido al oro. Puedes comprar y vender oro, y cuando el número de compradores aumenta el precio sube, para bajar cuando este número de compradores disminuye. Es un comportamiento igual al de las criptomonedas.
Pero el oro al final es oro, y puedes cambiar una pepita por otra sin problema. Sin embargo, hay otros bienes hechos en oro que tienen también un valor, pero son únicos, y ese hecho marca la diferencia y les da otro tipo de valor. Al igual que ese valor hecho con oro o una obra de arte, los NFT son activos únicos que no se pueden modificar ni intercambiar por otro que tenga el mismo valor, ya que no hay dos NFT que sean equivalentes igual que no hay dos cuadros que lo sean.
Por lo tanto, puedes pensar en un NFT como una gran obra de arte, como la Gioconda de Da Vinci. Solo hay una y está en una galería de arte concreta. Si la quieres, solo puedes comprar la original en el caso de que estuviera a la venta. También podrías hacerte con una copia, pero tendría otro valor, ya que no sería la original. Pues eso exactamente es lo que hace el NFT, pero de forma digital.
Para entenderlo mejor, un NFT sería como una obra de arte única, por ejemplo, El David de Miguel Ángel, solo hay uno y está en la Galería de la Academia de Florencia; si alguien quisiese tener ese David en concreto, debería comprarlo (si estuviese a la venta) o hacerse con una copia, en cuyo caso, ya no estaríamos hablando del original, que es lo que dota de valor a la escultura.
Por eso mismo, los NFT suelen estar adjuntos a algunas obras o ilustraciones digitales. Su precio, es realmente el que la gente le quiera dar, y ahora que están en un pico de popularidad, podemos encontrarnos con que hay gente que paga 260.000 euros por el dibujo de una roca adjunto a un NFT.
Cómo funcionan los NFT
Los NFT funcionan a través de la tecnología blockchain o de cadena de bloques. Es la misma tecnología de las criptomonedas, que funcionan mediante una red de ordenadores descentralizada, con bloques o nodos enlazados y asegurados usando criptografía. Cada bloque enlaza a un bloque previo, así como una fecha y datos de transacciones, y por diseño son resistentes a la modificación de datos.
A los NFT, se les asigna una especie de certificado digital de autenticidad, una serie de metadatos que no se van a poder modificar. En estos metadatos se garantiza su autenticidad, se registra el valor de partida y todas las adquisiciones o transacciones que se hayan hecho, y también a su autor.
Esto quiere decir que si compras un contenido digital tokenizado con NFT, en todo momento siempre habrá constancia del primer valor que tenía, y de por cuánto lo has comprado. Es como cuando compras un cuadro y se lleva un registro de por dónde se mueve.
Por lo general, la mayoría de “tokens” o NFT suelen estar basados en los estándares de la red Ethereum y de su cadena de bloques. Gracias a utilizar una tecnología conocida y popular, es sencillo operar con ellos para comprarlos y venderlos utilizando determinados monederos que también trabajan con Ethereum. Sin embargo, estamos hablando de obras únicas, por lo que no hay una compraventa activa como en las monedas digitales.
¿Por qué compra la gente los NFT?
Si los NFT no se pueden comprar y vender tan fácil como los Bitcoin, entonces, ¿por qué la gente los compra y se gasta tanto dinero en ellos? Pues es sencillo, porque creen que su valor va aumentar con el tiempo, y luego podrán venderlo por más dinero. Nadie se gasta 260.000 euros por el dibujo de una roca porque le gusten los dibujos de rocas, ya que los puede tener gratis, sino por el valor que tiene este dibujo concreto al ser un NFT.
La idea, por lo tanto, es que si me compro un NFT por 100.000 euros, en un futuro pueda revenderlo por más dinero. Es un activo único, lo que en teoría le debería dar un valor mayor al no existir otro igual.