Internas, la renovación en JxC y la gobernación de la Provincia en 2023
Periodista: Tras la invitación de Libertad Avanza para sumar a Mauricio Macri, lo comparó con “Messi jugando en Mandiyú” ¿Cómo tomó esa propuesta del espacio de Javier Milei de intentar sumar a Macri?
Cristian Ritondo: Mi respuesta fue una ironía sin ánimo de ofender a un club tan respetado y querido de Corrientes. Creo que ese “ofrecimiento” de Milei no puede tomarse en serio y debemos leerlo como parte de su campaña personal.
P.: En medio de los cruces entre “halcones” y “palomas”, de sectores más duros y dialoguistas dentro de Juntos por el Cambio (JxC), ¿Es tiempo de una renovación en JxC? ¿Cómo ve ahí en ese rol a las figuras de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, dos de los referentes?
C.R.: Juntos por el Cambio es lo más novedoso de la política argentina de los últimos años. Una coalición que se mantiene unida luego de una derrota electoral y gana la primera prueba que se le presenta por amplia diferencia, es una realidad política novedosa e incontrastable. En todo caso, lo que vemos son tensiones lógicas por su crecimiento, aparición de candidatos y debate de propuestas para mejorar nuestra oferta electoral en 2023. En este contexto, tanto María Eugenia como Horacio representan la potencialidad de PRO, son dos de sus figuras emblemáticas con formación, compromiso con el país y enorme experiencia de gestión.
P.: ¿Cómo cree que JxC debe definir al próximo candidato a presidente?
C.R.: Ese tema lo vamos a consensuar entre todos los integrantes de la coalición. Es algo que no me preocupa demasiado. Lo importante es tener candidatos competitivos. Y JxC los tiene. La forma de elección, dentro de las PASO, la vamos a encontrar sin ninguna duda manteniendo la unidad en la pluralidad y escuchando a la gente.
P.: ¿Es momento de que Mauricio Macri se haga un paso al costado en sus pretensiones para 2023 y abra el juego en JxC? ¿Cómo ve a Vidal y Larreta como candidatos a presidente el año próximo?
C.R.: ¿Paso al costado? Mauricio es una figura central en Juntos por Cambio y es uno de los que más trabaja para sumar nuevos integrantes. Su aporte es fundamental en esta instancia. ¿Cómo vamos a prescindir de alguien que fue Presidente de la Nación y fundador del partido más exitoso de los últimos 20 años? Respecto de las candidaturas de María Eugenia y de Horacio, está de más que diga que ambos son competitivos. Trabajé mucho tiempo con María Eugenia y juntos dimos batallas muy grandes en la provincia por eso me gustaría verla como presidenta, pero Horacio es un gran gestor y lo valoro muchísimo también.
P.: Usted está recorriendo la provincia de Buenos Aires y ha dicho que quiere ser gobernador. ¿Cómo está organizando su actividad política para conseguir ese objetivo teniendo en cuenta que ya hay anotados otros competidores de JxC?
C.R.: He asumido la decisión política de disputar la candidatura a gobernador de la Provincia porque me siento capacitado para desempeñar esta responsabilidad. El intendente de Pinamar Martín Yeza es el encargado de coordinar mis equipos técnicos, integrado por dirigentes con experiencia de gestión, como Leonardo Sarquis que fue Ministro de Agroindustria y Alejandro Finocchiaro, en Educación. Mi paso por el Ministerio de Seguridad bonaerense me permitió recorrer toda la Provincia, y conocer sus potencialidades y necesidades. Siempre digo que es falso afirmar que la Provincia es inviable. De los 135 municipios que la componen, 129 se dedican a la agroindustria, a eso sumémosle los recursos naturales y la pujanza de los sectores de la producción y el trabajo.
P.: Fue funcionario de la Provincia y hoy es diputado representando ese distrito. ¿Qué opina sobre la gestión del gobernador Axel Kicillof?
C.R.: Lamentablemente la Provincia se volvió inviable por la gestión de los gobiernos kirchneristas, que siempre se han dedicado a ser delegados del poder nacional y dejaron de lado la defensa de los intereses de todos los bonaerenses. Hoy, el crimen organizado ganó las calles porque Kicillof se dedica a hacer politiquería barata, anda con el espejo retrovisor para justificar la multiplicación de los cargos políticos, ocasionándole una sangría a las finanzas del Estado provincial. Quiero ser gobernador para darle gobernabilidad a la Provincia y ordenar el actual descontrol que conspira contra los contribuyentes que ven indignados el despilfarro de los recursos, la paralización de las obras que comenzamos con María Eugenia Vidal y la falta de rumbo de una gestión calamitosa.
Inflación, acuerdo con el FMI y el rumbo económico
P.: El jueves pasado el Indec informó el número oficial de la inflación de abril, que alcanzó el 6%. El aumento de precios mes a mes sigue siendo un gran problema, ¿Qué le preocupa sobre la inflación?
C.R.: El único plan económico del kirchnerismo es la inflación. Vemos un panorama oscuro en el corto plazo porque más inflación es más pobreza y menos consumo, más crisis social y menos estabilidad. Realmente estamos atravesando por un momento de mucha decepción, indignación y bronca en la mayoría de los argentinos. La escalada de precios es consecuencia de medidas equivocadas que ha tomado este Gobierno y de problemas que se niega a enfrentar. La emisión descontrolada, el aumento del gasto, el despilfarro de los recursos públicos en empresas deficitarias como Aerolíneas Argentinas, en algún momento pasan la factura y ese populismo irresponsable lo terminamos pagando todos los argentinos.
P.: Hace poco en una declaración afirmó que “si fuera el presidente Alberto Fernández, pediría la renuncia de Martín Guzmán”. ¿Qué piensa sobre la gestión de Martín Guzmán y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)?
C.R.: Al igual que el Presidente, el ministro Guzmán no tiene autoridad y fracasó en todos sus objetivos. Ha batido todos los récords en materia inflacionaria y de endeudamiento. Perdió más de dos años para cerrar un acuerdo con el FMI que ahora tendrá que recalibrar por factores internos y externos. Nunca presentó un Presupuesto realista y viable en el Congreso. Su gestión ha sido un compilado de declaraciones vacías, falta de decisión y ausencia total de un proyecto económico viable. Posiblemente porque tampoco existe un proyecto de país en el interior del oficialismo.
P.: ¿Cómo evalúa Usted la posibilidad de dolarizar la economía argentina?
C.R.: Los economistas de JxC consideran que hay muchas cosas por resolver antes para que tenga sentido pensar en algo así. Con lo cual me parece una discusión estéril.
La realidad es que para que funcione cualquier moneda lo que necesitamos es desmontar el sistema populista que opera en la Argentina. Erradicar de plano la visión kirchnerista de la economía que combina gasto sin control, destrucción del sector privado, cepos y capitalismo de amigos. Hay que cambiar muchísimas cosas en Argentina para que podemos volver a tener una moneda en que creamos.
P.: Entre el martes y el jueves pasado se realizó la “Marcha federal” de organizaciones sociales en reclamo de mejoras en los planes y programas sociales y creación de empleo. Allí uno de los temas centrales es la transformación de “planes” en trabajo genuino y registrado. ¿Cómo analiza la forma en que el Gobierno maneja la política de planes sociales?
C.R.: El kirchnerismo utiliza la pobreza como forma de ejercicio del poder. Estamos en medio de un círculo vicioso: mayor pobreza, aumento de precios y un gobierno que, en lugar de generar las condiciones para que argentina se desarrolle, ataca a quienes producen y castiga al trabajador, mientras financia a organizaciones que basan su poder en las necesidades y dependencia de un pueblo cada vez más pobre. No quiero meter a todos en la misma bolsa. Hay gente que hace un trabajo importantísimo para que la pobreza sea más soportable pero esa contención no sirve de nada si desde el gobierno no se atacan los problemas de fondo que reproducen la pobreza y la dependencia.
La respuesta es el trabajo. Argentina no genera empleo privado hace décadas. Lo primero es reconocer ese problema fundamental. Ahí está la causa de que millones de personas hoy dependan de un plan que les da el Estado para evitar caer en la pobreza absoluta. El camino es largo, pero tenemos que retomar ya mismo el sendero de generación de las condiciones para cambiar esta realidad: bajar impuestos, abrir nuevos mercados, facilitar los modos y formas para que empleabilidad, apoyar a quienes producen y no castigarlos, generar infraestructura, bajar el gasto público, apoyar al sector privado.