En la mente del gobernador texano, Greg Abbott, no hay espacio para otro pensamiento que no sea obtener la candidatura presidencial por parte de los republicanos en 2024 y para lograrlo hace de todo, no importa qué sea o a quién impacte, él quiere ser presidente y ya. Si tiene que violar la ley, flexibilizarla o acomodarla en su beneficio, lo hará. No lo dude.
Y es que el gobernador texano, va por la ruta marcada por el anterior presidente republicano, Donald Trump… crea desorden, alteración y confusión, pero siempre con la idea clara de avanzar con rumbo al objetivo primogénito, la Casa Blanca y más aún la silla de la Oficina Oval.
Y es que Abbott ha decidido que en su camino rumbo a, Washington, D.C. no hay limitante que lo detenga, así sea cerrar la frontera, volver a las amenazas de hacerlo o tener un as bajo la manga para llamar la atención de los republicanos, de los antiinmigrantes y es que mientras los jueces no aclaren sí esta, bien o no su accionar, él habrá logrado la atención de los texanos pero sobre todo, de los republicanos, que hoy están en la disyuntiva de apoyarlo o no, sobre todo después de que Trump les arrebató la candidatura en 2016.
Y es que, en marzo de 2020, Donald Trump, anunció una polémica medida en busca de detener o por lo menos disminuir el creciente flujo migratorio hacia su país, señaló que en el marco de la pandemia por el covid-19, todas las personas que sean detenidas sin documentos serían inmediatamente deportadas ante la creciente amenazas de contagios del mortal virus. Los opositores al régimen de Joe Biden, los grupos humanitarios y de los derechos humanos, elevaron la voz de protesta, pero nada, absolutamente nada pasó en contrario.
Entre las múltiples preocupaciones, ocupaciones y problemas, Joe Biden, vio en su agenda el anuncio del fin de este programa político-sanitario-migratorio, el llamado Título 42.
Un dato en referencia de esta acción, en sus casi 26 meses de instrumentación casi un millón 700 mil personas han sido detenidas y regresadas de forma inmediata a su país de origen. Y después del anuncio de los Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de que, ya que no existía peligro “grave” de contagio, las cosas para Biden se complicaron, así de fácil, se le complicaron ya que un incremento en el número de inmigrantes crecerá de forma exponencial.
Desde Human Rights First, Eleanor Arce, su directora ha repetido en infinidad de ocasiones que este controvertido Titulo 42 simplemente viola las leyes sobre refugiados y alienta el racismo.
La gran pregunta que recorre los pasillos, oficinas y centros de asesores presidenciales es… ¿Cómo detener la ola migratoria que cada día llega con más fuerza a la frontera con México?, las respuestas van en todas direcciones, pero vencer en el terreno político parece ser cada día más difícil, sobre todo cuando se tiene a un expresidente como Donald Trump que ansía regresar a la Casa Blanca, al costo que sea, incluso con una creciente inmigración para la cual de nueva cuenta dice tener la solución (aunque sólo en su imaginación).
Y es que las presiones están en pleno crecimiento contra la administración Biden y para muestra sólo falta voltear los ojos a Texas, donde una veintena de legisladores enviaron una carta al mandatario pidiendo que se mantenga en uso el Título 42, advirtiendo que las comunidades en la frontera ya encaran dificultades con la migración indocumentada y no podrían lidiar con un incremento al arribo de extranjeros y por sí esto no fuera suficiente, el senador Bill Hagerty, republicano de Tennessee, presentó la semana pasada un proyecto de ley que permitiría el uso del Título 42 para proteger la salud pública estadounidense del contrabando de drogas letales, como el fentanilo.
Biden y los demócratas, todos están buscando la manera de aislar el fenómeno migratorio para que no impacte en las elecciones de noviembre venidero. Veremos qué harán.
El fin de semana pasado se dio una llamada telefónica entre los mandatos de; México y Estados Unidos, el tema central fue el incremento del flujo migratorio y la búsqueda del camino a seguir, nadie sabe con certeza que tanto se dijeron, pero trascendió que lo medular, tanto en fondo como en forma, fue el tráfico humano, la migración pues. Y los cancilleres de ambos paises dieron continuidad a la plática telefónica del viernes que provocó el presidente estadounidense donde el tema migratorio ocupó igualmente el mayor espacio de las pláticas y es que más allá del tema discutido, siempre se regresaba al terreno migratorio y a múltiples aristas por donde urge avanzar.
George Abbot, sabe que para llegar a la casa presidencial ubicada en el mil 600 de la avenida Pensilvania debe primero superar el obstáculo que representan las elecciones de finales de noviembre, donde los republicanos buscan recuperar la mayoría en ambas cámaras, pues desde ahí puede y debe instalar el andamiaje que le permita alcanzar la nominación presidencial a sabiendas que tendrá en esa ruta que deslindarse de su amigo, Donald Trump, que se encuentra ya en campaña para volver a ocupar el sillón principal de la Oficina Oval.
Los días corren y los políticos mueven sus fichas, veremos quién tiene la mejor estrategia, la del triunfo.
@lalocampos03