La economía circular, es un modelo que cada vez toma más fuerza entre las empresas. La sostenibilidad y generar un valor agregado se ha convertido en tema central a la hora de consumir productos y servicios. Jorge Eliécer Luna, CEO de Eko Bojacá, en entrevista con Portafolio contó los pormenores del negocio agricultor y los retos en el mercado actual.
(Lea: ¿Hay riesgo de desabastecimiento de fertilizantes en Colombia?).
Hoy se habla de escasez de insumos para el agro, altos precios, etc. ¿Cómo ve realmente la situación del país?
Efectivamente hay escasez de insumos químicos para el sector agrícola, sin embargo, hay una abundancia de materias primas que permitirían a Colombia producir y sustituirlas de manera favorable, por lo menos el 50% de insumos en materias primas orgánicas, disminuirían de manera considerable los costos de producción agrícola.
¿Qué impacto puede tener esta situación para productores y para el agro colombiano?
La situación del país es mucho más compleja, dado que presentamos una desertificación de suelos que se están salinizando y perdiendo sus capas, esto conlleva a un problema de capacidad de producción agrícola.
Se ha encontrado durante este tiempo que cada vez se necesita mayor cantidad de químicos, para producir más, pero con menos calidad y nutrientes, generando mayor riesgo, eso quiere decir, que debemos cambiar las costumbres en los procesos agrícolas, para que los cultivadores realmente entiendan que no es el nitrógeno, el fósforo y el potasio lo que está generando la productividad, sino que esos mal manejados, son los que los están llevando a la ruina.
¿Cuál es el ‘core’ de su empresa?
Nuestra empresa ejerce una actividad que es vital para la vida del planeta. En primera instancia, solucionamos la problemática de los rellenos sanitarios, dado que una gran cantidad de materia prima que aún sigue llamándose “basura o residuos”, continúan llegando a los rellenos sanitarios.
Nosotros utilizamos esos residuos orgánicos con la carga microbial tan valiosa que ellos tienen y producimos abonos orgánicos de alta calidad, con lo que recuperamos las capas de los suelos, permitiendo que haya una mejor captura de gases efecto invernadero, disminuyendo así los costos de la producción agrícola y mejorando la calidad de los alimentos.
En promedio, el 60% de los residuos son de carácter orgánico y hoy lamentablemente se desperdician.
¿Cómo está percibiendo la situación actual y qué medidas está tomando?
Vemos una gran oportunidad para el medio ambiente, los agricultores y la comunidad en general, para que tomen conciencia y se responsabilicen de manera individual de sus propios residuos. Consideramos que es muy importante incrementar de manera exponencial el uso de los residuos orgánicos, para la producción de abonos. Habría un trabajo muy grande por hacer para la recuperación de los suelos.
(Además: Producción de café en Colombia ha caído 15 % en lo que va de 2022).
Es importante que los actores tomen conciencia de cuáles son las dosis y cantidades que el suelo puede recibir, los suelos también necesitan descansar, manejar el estrés y fortalecer su sistema inmunológico para enfrentar las plagas.
¿Considera que Colombia debe ampliar su matriz de proveeduría?
Hoy en Colombia se están desperdiciando materias primas de muchas formas. Las materias primas que están llegando a los rellenos sanitarios, puede cubrir casi el 50% de la demanda de abonos orgánicos o de abonos en general, que se requieren para recuperar los suelos o para cubrir la ‘escasez’ de los insumos agrícolas, donde, realmente esta insuficiencia se deriva de insumos químicos.
Si Colombia aprovechara esa materia orgánica que hoy está llegando a los rellenos sanitarios, tendría una solución equivalente al 50% de ese material que hoy se está importando.
PORTAFOLIO