En el presente episodio del programa Real Economy, el equipo de periodistas de Euronews realiza un reportaje sobre el Foro Económico de Bruselas; el evento económico más importante de la Unión Europea.
La guerra en Ucrania es, ante todo, una tragedia para los ucranianos. La respuesta inmediata de la Unión Europea ha sido mostrar solidaridad y ayudar a los refugiados. Los precios de los alimentos y la energía se disparan, y la UE actúa con urgencia para poner fin a su dependencia de la energía rusa. ¿Qué significa esto para la economía del bloque comunitario? Esa es la gran pregunta que se plantea en el Foro Económico de Bruselas, de este mes, indica la periodista Naomi Lloyd.
La reportera conversa con Gita Gopinath, número dos del FMI, organismo que está en Washington, para obtener una perspectiva global.
¿Qué alcance tendrá el impacto económico de la guerra, en la Unión Europea? ¿Qué significará para nuestra vida cotidiana?, pregunta Naomi Lloyd.
“La guerra en Ucrania tendrá un efecto significativo en casi toda Europa. Hemos revisado a la baja nuestras previsiones de crecimiento para las principales economías europeas, en torno a un 1 %, y ahora proyectamos un 3 % para este año. Al mismo tiempo, prevemos que la inflación será significativamente mayor. El efecto más directo que estamos viendo en el día a día de la gente, por supuesto, fuera de Ucrania, y al margen de la crisis de los refugiados que estamos observando allí, es el hecho de que los precios de los productos básicos han subido. El coste de la energía ha subido, de manera sustancial. Todo eso está afectando al poder adquisitivo de la gente. Y, el impacto de la guerra y las sanciones, aún no ha alcanzado su máximo nivel”, declara Gita Gopinath.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿qué medidas debe tomar la UE para garantizar una sólida recuperación económica; especialmente para los jóvenes?, interroga la periodista.
“La pandemia, en primer lugar, fue especialmente dura para los jóvenes. Ahora nos encontramos con la guerra y la gran incertidumbre que conlleva, lo que está teniendo efectos sobre la confianza. Eso influye en la forma en que las empresas contratan a empleados. Se puede ver que eso, también tiende a afectar a los trabajadores más jóvenes que acaban de incorporarse al mundo laboral. Así que, en cuanto a lo que hay que hacer, contemplamos argumentos, ahora mismo, para proporcionar apoyo específico en diferentes tesituras. Acciones como, por ejemplo, transferencias de efectivo a los hogares que están viéndose duramente afectados por este aumento de los precios de la energía. También es importante invertir. Necesitamos que se produzca la transición ecológica y, al mismo tiempo, prestar atención a la seguridad energética. Un fondo de inversión para el asunto del clima también sería muy útil”, afirma Gita Gopinath.
Gita Gopinath forma parte de los muchos ponentes de alto nivel que participarán en el Foro Económico de Bruselas el 17 de mayo. ¿Qué es exactamente lo que ocurre en el evento?
El Foro Económico de Bruselas es el lugar donde los principales responsables de la toma de decisiones, los académicos, la sociedad civil y los líderes empresariales debaten los mayores desafíos económicos de la Unión Europea. Es el evento económico más importante de la UE y se celebra desde hace más de 20 años.
Este 2022 es el Año Europeo de la Juventud. Pero, ahora mismo, ¿qué tipo de futuro le espera a las generaciones venideras? Guillaume Desjardins ha investigado sobre ello.
Para responder a la pregunta de su compañera Naomi, Guillaume da un salto virtual al futuro, y me he dirigido a los jóvenes economistas y políticos que estarán presentes en el Foro Económico de Bruselas para preguntarles: ¿qué esperan ellos del futuro?
La primera parada de su investigación es el Parlamento Europeo, donde plantea la pregunta a Kira Marie Peter-Hansen, una joven danesa, elegida eurodiputada hace tres años.
“Me temo que no alcanzaremos los objetivos climáticos. Me temo que veremos en Europa del Este un bloque que retrocede en democracia y derechos humanos. Creo que nos enfrentaremos a desafíos en nuestra democracia y nos encontraremos con una nueva ‘Guerra Fría’, por así decirlo. Pero, al mismo tiempo, también albergo muchas esperanzas, y creo, que podemos gestionar todas estas crisis. Además, con respecto a las nuevas generaciones, tengo muchas esperanzas”, declara Kira Marie Peter-Hansen.
Cada generación tiene su propia cuota de desafíos, pero los de las llamadas generaciones Z y Alfa son colosales. Crisis financiera y económica en 2008, pandemia de coronavirus en 2020, crisis climática y medioambiental, crisis de la democracia y guerra en Ucrania… Y una revolución tecnológica y digital que va a alterar el mundo que conocen.
“El futuro que nos espera, va a depender de las políticas que apliquemos hoy para equilibrar los beneficios y el coste de la transformación digital. Creo que, en todo el mundo, los Gobiernos deben tener cuidado respecto a cómo y cuándo regular las tecnologías, porque una regulación demasiado escasa va a resultar perjudicial para las personas. Pero, demasiada regulación, también puede ser contraproducente y perjudicar al crecimiento económico”, afirma Roxana Mihet, profesora titular de Finanzas de la Facultad de Negocios y Economía de la Universidad de Lausana.
“Avanzar en la doble transición, ecológica y digital, es vital para una generación nacida con un teléfono inteligente en las manos. Pero, ¿cómo hacer para que los cambios asociados no aumenten las desigualdades sociales?, pregunta Guillaume Desjardins.
“Creo que todo el mundo puede poner de su parte, cambiando su comportamiento. Pero, obviamente, no podemos hacer mucho. Considero que, realmente, depende de los políticos establecer un marco que nos permita reducir las emisiones de CO₂ e incentivar estos cambios de comportamiento que necesitamos para afrontar el reto climático. La Unión Europea está trabajando mucho en ese frente”, responde Diego Känzig, candidato a doctor en Economía, de la Escuela de Negocios de Londres.
Entre la crisis climática, la robotización y las amenazas a la democracia, el mundo cambia rápidamente. De este modo, Naomi, la próxima generación hará negocios, trabajará y consumirá de forma muy diferente a las anteriores. Unos y otros se adaptarán al nuevo mundo, y lo moldearán a su manera, explica Desjardins.
¿Qué economía estamos dejando a la siguiente generación? ¿Qué hay que hacer ahora para asegurarse de que está en buena forma? Naomi Lloyd trata este tema con el vicepresidente ejecutivo y comisario de Comercio de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
¿Qué medidas hay que tomar para garantizar una sólida recuperación de la Unión Europea?, pregunta la periodista.
“En primer lugar, obviamente, es importante trabajar para detener la guerra en Ucrania. Creo que es un objetivo que debemos perseguir, por derecho propio. Es importante, que reforcemos la resistencia de la economía comunitaria, que los Estados miembros hagan un buen uso de la financiación disponible en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE. También está claro que debemos dejar de depender de los combustibles fósiles de Rusia”, afirma Valdis Dombrovskis.
Hemos escuchado a la eurodiputada Kira Marie Peter-Hansen decir que le preocupa que no alcancemos los objetivos climáticos. ¿Comparte usted esa preocupación?, quiere saber la reportera.
“Tenemos claro que debemos mantener el rumbo en cuanto a nuestros objetivos climáticos: reducción del 55 % para 2030 y neutralidad climática para 2050. Yo diría que, el hecho de que ahora estemos acelerando, alejándonos de los combustibles fósiles de Rusia, no contradice esto, porque ese es, exactamente, el objetivo del Pacto Verde”, señala, a modo de conclusión, el vicepresidente ejecutivo y comisario de Comercio de la Comisión Europea.